Progreso En El Tiempo, Teoría Contable Positiva

 

El desarrollo de la investigación contable moderna puede comprenderse mejor como parte de la expansión general de la educación superior en muchos países industrializados en los 60 y los 70, combinada con la extendida creencia de que la investigación científica podría no sólo incrementar nuestro dominio sobre el mundo natural sino que podría también resolver los problemas sociales y ayudar a manejar el cambio social. La contabilidad al igual que otras disciplinas busca teorizar sobre su utilidad y aplicabilidad, para esto debe tener una metodología tanto cuantitativa como cualitativa, ya que tiene la capacidad de contar y describir la elección de una muestra de datos y mediante esto hacer todos los métodos contables para exponerlos en la organización. Al pensar en la definición de contabilidad pero hablando desde la visión que se tiene sobre la práctica contable, se puede definir entonces a la contabilidad como un proceso o dogma lleno de reglas. Con la llegada de la teoría positivista se rompe este esquema y se plantea la forma de ver a la contabilidad como una ciencia. Mediante este trabajo, se abordará la Teoría Contable Positiva, un poco de su historia, así como la teoría financiera y teoría de la firma.

Los inicios de la teoría contable positiva se dieron en la época de los 60 impulsada por la teoría económica positiva de Friedman, fue entonces que el planteamiento normativista el cual acentuaba las prescripciones y se desentendia de probar empíricamente las hipótesis que daban fundamento a dichas prescripciones fue quedando atrás y poco a poco la teoría económica positivista fue tomando auge.

Los primeros impulsores del enfoque positivo (Watts y Zimmerman, 1978) definieron a la teoría contable positiva como una disciplina contable cuyo objetivo central consiste en explicar y predecir la práctica contable, a través de uno de sus principales instrumentos: la investigación empírica. Sin embargo, los antecedentes de esta orientación positiva se aproximan al año 1964. Este autor fue el primero en proporcionar una teoría para explicar los incentivos que motivan la elección de métodos contables de las empresas.

Entonces queda claro que, el objetivo de la teoría contable positiva es explicar y predecir la práctica contable. Explicar ya que debe proveer razones para la práctica que se observa y predecir porque predice, valga la redundancia, los fenómenos contables no observados, ya sean futuros o pasados (práctica contable).

Los gerentes elegirán aquellas políticas contables que mejor alisen las series temporales de resultados, y por tanto, asume de forma implícita que aquéllos consideran que los usuarios de la información contable no tienen la suficiente capacidad para identificar las manipulaciones realizadas y reajustar las cifras contables a lo que sería su evolución «verdadera)). Sin embargo, todas estas ideas fueron definitivamente introducidas por Watts y Zimmerman [1978], a quienes de manera unánime se les reconoce como los grandes impulsores de la contabilidad positiva.

Se puede entender que la teoría positivista busca explicar el por qué las organizaciones seleccionan sus políticas contables y va más allá al focalizarse en el uso de la información financiera, dándole gran importancia e interés en su estudio.

La Teoría Contable Positiva es importante porque puede suministrarse a los que deben tomar decisiones sobre políticas contables (gerentes corporativos, contadores públicos, agentes prestamistas, inversionistas, analistas financieros, reglamentadores), predicciones y explicaciones de las consecuencias de sus decisiones. Una prueba importante de una teoría contable es qué tan útil es. Un usuario usará la teoría que aumente su bienestar al máximo hasta que se desarrolle una teoría más benéfica.

Sin duda alguna la teoría contable positiva tiene bastantes ventajas con respecto a la gran utilidad que le genera a los usuarios, pues permite que estos puedan de alguna manera predecir los posibles fallos en sus decisiones o los posibles eventos que podrían suceder y afectar la economía de una empresa.’Los autores sostienen que la administración de una empresa desempeña un rol central en la determinación de las normas y para ello buscan entender los incentivos de la gerencia que influyen en la elección de los métodos contables.”. Al aprobar una teoría sobre otra, los teóricos tienen influencia por la atracción intuitiva de la explicación que la teoría le da a los fenómenos, por el nivel de los fenómenos que puede explicar y por la utilidad de sus predicciones para los usuarios.

El enfoque positivo se sustenta en dos grandes teorías: la teoría financiera basada en la hipótesis de eficiencia, desarrollada por Ball y Brown en 1968 y la teoría de la firma que tiene sus sustentos en los costos contractuales y las relaciones de agencia vinculada a los aportes de Jensen y Meckling en 1976. Con respecto a la teoría financiera, Ball y Brown investigaron y estudiaron, a través de la utilización de ‘information perspective’, la relación entre los precios de las acciones y los resultados contables de las empresas, demostrando que los resultados contables poseen contenido informativo, siendo apreciados por el mercado e incorporados al mecanismo de formación de precios bursátiles. 

En la teoría financiera se puede encontrar información que lleva o permite establecer los precios en el mercado, además de ser el conjunto de conocimientos que expresa la dinámica financiera de la empresa que aporta modelos y criterios para tomar decisiones en esta área.

La teoría de la firma tiene como base el trabajo de Coase quien definió a la empresa (firma) como una red de contratos sin los cuales las firmas serían irrelevantes ya que los consumidores contratarían directamente con los dueños de los factores productivos. Watts y Zimmerman (1990), consideran que la contabilidad podría no existir sin los costos contractuales y es por esto que ellos piensan que es de gran importancia hacer referencia a estos costos cuando se intenta producir una teoría que explique la contabilidad. 

La teoría de la firma se fundamenta en que la estructura de la empresa se tiene como un grupo de contratos financieros, y que la participación de los accionistas en la propiedad de esta es una ficción legal. Según esta orientación, las relaciones estipuladas que se fijan entre los obligacionistas y los accionistas ya sean internos o externos a la dirección de la empresa, se comprenden como relaciones de agencia y la separación entre propiedad y control como una manifestación del problema principal-agente. La contabilidad debe entenderse como una función especializada de las firmas, que juega un papel esencial facilitando información en función de la cual se determinan las prestaciones económicas de cada contrato. Además, esta teoría busca las razones o consecuencias que se dan al radicar las políticas contables en una empresa y así poder tener conocimiento sobre cómo esto afecta a los diferentes usuarios.

Otro aporte importante que realizaron los promotores del positivismo, fue profundizar sobre la postura de la gerencia o administración de las empresas teniendo en cuenta su tamaño, ya que esto tiene impacto en los costos políticos y de acuerdo al alza o descenso de los ingresos que se reportan.

Dada una empresa chica con ingresos reducidos y, por lo tanto, no sujeta a muchas presiones políticas, que sus gerentes tendrán incentivos a oponerse al cambio en una norma contable ya que sus planes de compensación serán ajustados si sus ingresos permanecen invariables por la nueva norma contable. Esto se debe a que el beneficio político, regulatorio y fiscal de informar ingresos reducidos debido a un cambio en normas contables se supone que domina el factor de compensación de incentivos. 

Esto puede cambiar mientras la empresa crece, así obtendrá un rendimiento más positivo en caso de que la norma sea acogida, siendo así, las utilidades y costos de dicha norma contable estarán sujetos a una variación respecto al tamaño de la empresa, puesto que el impacto del cambio de los ingresos informados tal vez sea más alto para empresas más grandes.

En cambio, para el caso de una empresa con ingresos altos y una estructura de tamaño pequeña sus beneficios serán positivos debido a que los planes de compensación de la gerencia dominan los factores políticos, regulatorios y fiscales. En cambio a medida que aumente el tamaño de la empresa, sus beneficios por un cambio en una norma contable serán negativos debido a que el aumento en los ingresos contables ocasionará un aumento de la intervención gubernamental aumentando los costos políticos. 

Se confirma entonces el gran papel que juega el tamaño de las empresas con respecto a la elección de las normas contables a aplicar y el impacto ya sea positivo o negativo que un cambio de estas puede ejercer en la economía de la empresa.

Los responsables de las organizaciones son perfectos conocedores del papel fundamental de la contabilidad. Por esta razón, la elección de métodos y procedimientos contables no es, precisamente, un acto neutral, sino que debe entenderse como una acción orientada con efectos sobre la riqueza y sobre la distribución de ésta. La elección contable, que constituye el principal objeto de la investigación basada en la teoría de la firma, suele calificarse de eficiente o de oportunista.

Para comprender mejor, cuando se habla de que la elección contable es eficiente se refiere a que las decisiones que se fundamentan en la información proveída por la contabilidad, como por ejemplo; la asignación de recursos, la producción de nuevos bienes y servicios, decisiones sobre precios, proyección de ventas y utilidades, compras, e incluso el aprovechamiento de nuevas oportunidades de posible inversión, las cuales guardan directa relación con la elección de las políticas contables, se deben implementar aquellas políticas que signifiquen o lleven a una mejora de estas decisiones.

Mientras tanto, se tiene por elección contable oportunista aquella en la cual los gerentes acogen las normas o políticas que patrocinen sus intereses particulares, sin importar la opinión o las consecuencias que esto puede ocasionar a las partes que contratan, así que esta elección sólo aumenta la riqueza de la parte gerencial y no la riqueza neta de la empresa.

Ahora bien, la proporción de eficiencia y oportunismo de cada elección contable dependerá en gran medida del control que en realidad ejerzan los gerentes sobre las políticas contables de sus organizaciones y de los mecanismos de monitorización (auditoría, por ejemplo) existentes. 

Nuevamente se puede identificar el importante papel que interpretan los gerentes, pues estos deberán asegurarse de llevar correcto control sobre las normas o políticas contables que se aplican dentro de la empresa, ya que de esto dependerá la el éxito o fracaso de sus elecciones, y también de los instrumentos o herramientas que se implementan con el fin de asegurar el buen funcionamiento de la empresa.

Luego de todo lo aquí expresado se puede concluir que la contabilidad durante la historia se ha caracterizado por expresar la información y el control de recursos dentro de la economía y las organizaciones, pero esta información puede llegar a ser incompleta, es por eso surge la necesidad de que sea útil a los individuos y que pueda resolver decisiones que expliquen las nuevas realidades. El mundo está en cambio constante, muchas de las cosas que antes se podían tomar por verdaderas hoy no lo son, la teoría contable no es la excepción a esos cambios, pues esta suele evolucionar con el tiempo, es por esta razón que se estudian los posibles errores en las teorías que ya existen y se modifican según las nuevas necesidades que surgen, según la realidades que estudia o ya sea porque se detectan inconsistencias en estas, los progresos que se han dado en la teoría económica se han tenido que aplicar a la contabilidad, así que para comprender la teoría contable actual se hace completamente necesario entender y saber su evolución.

Referencias

  1. Barbei, A, y Bauchet, A. (2014). Teoría contable positiva: una revisión de sus bases teóricas y la contribución a la teoría general contable. Documentos de trabajo CECIN, (16), 11.
  2. Monterrey, J. (1998). Un recorrido por la contabilidad positiva. Revista española de financiación y contabilidad, 27 (95), 427-467.
  3. Wihtley, R. (1988). The possitibity and utility of positive accounting theory. Elsevier, 13 (6), 31-645.
  4. Watts, R & Zimmerman, J. (1986). Positive Accounting Theory. Prentice Hall, 404.
05 Jun 2021
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