Realidad y Conocimiento en la Filosofía Hindu
Las doctrinas hinduistas como búsqueda de la sabiduría
Se considera al hinduismo más que una fe, una sabiduría. Es como un estilo de vida de la religión social, no la fe religiosa. Una serie de enfoques, caminos o religiones en los que tenemos un tronco común: las doctrinas de ganar la liberación por la rueda irreconciliable de la reencarnación.
El Brahman
Brahman en los libros de los Vedas indica la potencia, la eficiencia energética, mantras y sacrificios. Debido a la complejidad del ritual védico del sacrificio, se desconecta del panteón védico y se convierte en un fin en sí mismo. Más tarde Brahman y los Upanishads identifican la energía creada a partir de la fuerza que sostiene el universo. Las reflexiones posteriores (siglo VIII de a.C) consideran al Brahman como la única realidad existente. Se trata de ‘El Grande’, la totalidad de impersonal e indefinible absoluta, que es superior a todo el mundo. No hay dioses, pero sí la esencia de los dioses.
Existe un “Atman” que es la manifestación individual de “uno universal”. Brahman hace presencia en cada humano gracias al Atman. De aquí surgen las siguientes leyes y conclusiones:
- El humano sufriente. Implica una serie de nacimientos y muertes, debido a la efectuada (doctrina de Karman), que no puede ser evitado – pesimismo.
- Sed de liberación. Liberación de este ciclo, es deseable y es equivalente a la salvación.
- El Buscar del camino. Alma – es un peregrino, y el destino del objetivo final – la extinción del deseo.
La doctrina del Samsara.
Esto es lo que se suele llamar la ‘transmigración de las almas’, y que sería mejor descrito como ‘metempsicosis’, o ‘metemsomatoz’ (transmutación de un cuerpo a otro).. Samsara – es una constante y flujo cíclico que lleva ‘Atman’, el alma individual a través de sucesivas reencarnaciones. Esto está simbolizado en la rueda, que está siempre en movimiento. ‘Atman’, el alma eterna, está desterrada en el cuerpo. Esta situación se llama en cautiverio
‘hamsa’. Como un ave migratoria, ‘hamsa’ va volando de un cuerpo a otro sin sentido a lo largo del ciclo cósmico, antes de romper con esta restricción y fusionarse con el ‘Brahmán’. Pero embarazada por el peso de sus malas acciones, va bajando en la escala de los seres, renaciendo en el cuerpo de un hombre de categoría inferior, y hasta de un animal o una planta.
La doctrina de Karman.
Es una palabra en sánscrita que significa ‘acción’, ‘trabajo’. En particular, el karman es, el poder ‘invisible’ ‘sin precedentes’ que emana de todas las actividades humanas. Esta energía hace al ‘Atman’, al alma, prisionero de un cuerpo, reencarnarse. El karman hindú es algo así como un balance de nuestras acciones, y malas acciones.
Para evitar la pesadez del karman, lo ideal sería que no se haga trabajo. Este camino siempre está tentado por muchos hinduistas. Vivir como si no existiéramos: a la vez respetaría y el orden del mundo, y sería absuelto de su karman. De ahí la impresión de fatalismo e inercia, que las masas indias pueden ofrecer en la cara de la febril actividad de los occidentales.
Por lo tanto, la ley de Karman se suavizó en su fatalismo, porque depende de los esfuerzos del hombre para deshacerse de este peso. Esta esperanza da sentido a la existencia humana. El propósito de la existencia, a pesar de la degeneración es la liberación. Los hindúes lo llaman ‘Moksha’. Esta exención libera el alma del ‘karman’ y, finalmente, se funde con el ‘Brahmán’.
Los estados de conciencia
Según los Upanishads existen 4 estados de conciencia:
- La primera parte es Vaishwanara, cuya esfera de actividad es el estado de vigilia, la mente se dirige a los objetos externos.
- Taijasa es la segunda parte, el alcance de lo que es un estado de sueño, cuya conciencia es interno, tiene siete miembros y diecinueve bocas.
- Cuando el durmiente no quiere cualquier objeto agradable o no piensa en el sueño, es un estado de sueño profundo. La tercera parte es Prajna, cuya esfera de actividad es el sueño profundo en el que todo se ha vuelto indiferenciado.
- En cuarto lugar (Turiya) – es el que no tiene conocimiento del mundo interior, o no es consciente del mundo exterior, o no es consciente de los dos mundos, ni simple conciencia ni tampoco inconsciencia; que es invisible, inaccesible, inalcanzable, no puede probarse, es impensable, indecible, cuya evidencia real es el ego mismo; en el que se terminan todos los fenómenos; y es siempre, bendito y ambivalente. Este soy yo esto es lo que debe saber.
Conocimiento en relación al lenguaje
Desde una época muy antigua los hablantes del sánscrito reflexionaron sobre su lengua. Toda lengua es un saber y un estado de conciencia individual. Describir ese estado de conciencia, es decir, lo que el hablante sabe sobre su lengua, es de suma importancia.
Podemos presentar el sánscrito desde dos puntos de vista: desde la perspectiva de lo que el hablante sabe sobre su lengua y desde la perspectiva de lo que ignora sobre ella, esto es, en un sentido muy amplio, desde la perspectiva de la historia de la lengua y su relación con otras lenguas, extranjeras y desconocidas para dicho hablante.
Una lengua es un sistema bien ordenado que funciona por sí mismo. El hablante que carece de una conciencia lingüística especializada hablará bien su lengua de manera espontánea, a partir tan sólo del conocimiento que heredó sobre ella. El hablante «culto» se comporta de un modo distinto; no se deja llevar en la misma medida por el sistema de su lengua, sino que, a través de la representación que él mismo se hace de esta, puede encauzar su uso en múltiples direcciones, adaptarla a nuevos fines de manera deliberada. Por último, puede además ceñirla al sistema que él le atribuye e impedir que evolucione espontáneamente.
El lenguaje
Una característica del pensamiento índico en su forma de hablar es que éste vive el lenguaje como forma de participación en un mismo mundo simbólico. El lenguaje no es solamente una forma de comunicación entre los hombres, como sucede en Occidente, sino que para la mentalidad índica el mundo humano es un mundo simbólico moldeado por la palabra.
La realidad es lingüística, porque las Vedas son la palabra primordial, el símbolo, la primera revelación y manifestación de la cosa. Aquí encontramos una diferencia fundamental con el modo de pensar occidental, para el cual el lenguaje es mediación entre el pensamiento y la cosa. La palabra es tan sólo un instrumento, un mediador. En cambio, la palabra primordial no es mediadora, sino que ella misma conforma al mundo y nos hace participar de él.
Pero la palabra primordial no sólo es fundamental porque conforma al mundo, sino porque ella misma es la palabra del Ser. El Ser nos habla. Las Vedas no son lenguaje sobre el Ser, sino del Ser. De ahí la importancia dada a la escucha. Hay que saber escuchar la palabra del Ser. Oírlo será más importante que pensarlo o captarlo mentalmente.
Realidad y conocimiento
En sánscrito filosofía significa visión intuitiva e inmediata de la realidad. El conocimiento hindú, en sánscrito Vedas, pretende acercarnos a una meta final que es Dios. Las vedas son textos filosóficos escritos en sánscrito, estas tienen su parte por así decirlo teórica y otra parte más espiritual, se puede conocer su forma teórica, pero para llegar a la meta, es necesario llegar a conocer su parte espiritual. Estas representan el conocimiento que Dios había revelado a los sabios antiguos y que ha ido pasando entre generaciones. Están divididas en cuatro secciones:
- Rig-Veda: Rig quiere decir significa ritual, en estos textos se concentran las oraciones e himnos destinados a los semidioses consideradas como las fuerzas universales.
- Sama-Veda: Significa cantar, estos textos contienen mantras y la forma correcta de cantarlos de acuerdo a vibraciones místicas.
- – Iayur-Veda: Significa ceremonia, los textos explican el procedimiento de los rituales sagrados dirigidos principalmente a los sacrificios.
- Atharva-Veda: Atharva significa sacerdote que conoce la sabiduría secreta, son mayormente hechizos y encantamientos tanto beneficiosos como dañinos.
Las vedas fueron las antecesoras a los Upanishads; estos explican la parte mística de la realidad, la naturaleza de Dios y la relación entre cuerpo y alma. (PDF Upanishads) Son considerados los textos que contienen las verdades conocidas de la realidad última del género humano.
La realidad
La realidad hindú está separada en dos, siendo la realidad espiritual o mística y la realidad material o corpórea. Esta realidad ilimitada y empírica está dividida en diez regiones del espacio. Una parte del “Buddhavamsa” afirma que existen cuatro cosas que están más allá de todo; siendo: el número de seres, el espacio, el número de universos o sistemas de mundos y el conocimiento de un Buda ( un Dios). La filosofía india da a entender que hay un número infinito de mundos distintos y que para cada mundo de ellos existe una realidad diferente y por ello existe un número infinito de seres y budas; el espacio al ser ya infinito es compartido.
Dharmas: Los dharmas son los elementos, los factores constitutivos de todo lo que existe. El hombre es un añadido psico-físico de dharmas materiales y mentales. Un Dharma es instantáneo y no tiene ser, es un concepto dependiente de diversas causas y condiciones.
La realidad material o corpórea está dividida en: “1o, el período de samvatta, completa destrucción, disolución (‘ciclo de involución’); 2o, el período durante el cual el estado alcanzado por la completa destrucción se mantiene (samvattatthayin); 3o, el período de vivatta (creación, ‘ciclo de evolución’), y 4o, el período durante el cual el estado alcanzado por la creación se mantiene (vivattatthayin). Cada uno de estos períodos dura un incalculable númerodeaños.”«La concepción budista del universo, causalidad e infinitud» Dentro de la idea de que todo está dentro de un ciclo de creación y destrucción.
La realidad está basada en diversas leyes:
- Ley de la causalidad y su universalidad; es lo que nosotros conocemos como la ley de causa y efecto de Hume, a esta idea se le añade que todo es insustancial, carente de un ser propio. Es la ley más importante que rige la realidad.
- Ley del karman o retribución moral de las acciones: toda acción, buena o mala, origina méritos y exige necesariamente un premio o castigo en la vida actual o en otras existencias futuras. Toda la vida, acciones y pensamientos humanas dependen de sus acciones pasadas.
Estas leyes se originan en las tradiciones ateas de la India que dieron lugar a unas ideas filosóficas que forman la base de la religión hinduista inicial. La filosofía india no busca el conocimiento por el intelecto o la inteligencia, sino que aspira a un conocimiento más profundo de un Ser supremo que trae consigo la liberación de todo mal; se trata de una tarea, intelectual que conduce a la visualización de la buscada Realidad última.