Reflejo Del Rol De Género En La Publicidad
Introducción
“Quienes se encargan de las labores del hogar son las mujeres”. “Una mujer con un cuerpo delgado y un rostro sin imperfecciones es hermosa”. “El hombre es fuerte, experto y profesional”. “Los niños juegan con autos y las niñas con muñecas”. “Las niñas visten de rosa, los niños de azul.” Concepciones específicas que se otorgan a hombres, mujeres e incluso niños y niñas, continúan reafirmando estas imágenes o estereotipos sobre sus roles de género, que no siempre corresponden a la realidad, varias de estas presentes en la publicidad.
Desarrollo
Vemos y oímos publicidad frecuentemente, ya sea dentro o fuera de nuestros hogares, la publicidad además de realizar su función principal de vender o promocionar productos y servicios, intenta generar una serie de impactos en nosotros los consumidores para poder comunicarnos un mensaje y crear un hábito de compra o situación de lealtad frente a las marcas promocionadas; es una buena opción que nosotros como sociedad conectemos con esta, pero en el momento en que se enlaza o aborda temas sobre roles o estereotipos de género podría resultar todo lo opuesto.
Estos pueden comunicar un mensaje equivocado hacia la audiencia. La mujer encargada de las labores del hogar es un estereotipo que muchos reconocemos, puesto que, en publicidades u anuncios sobre utensilios de cocina, electrodomésticos o productos para la limpieza, en su mayoría solo se utiliza la imagen de una mujer, cuando en la actualidad hay hombres que también se dedican a estas labores. Los cuerpos delgados, rostros sin imperfecciones, hacen hermosa a una mujer; en la publicidad frecuentemente se presenta un ideal sobre la belleza.
El cual prevalece hasta el día de hoy como en anuncios de ropa y cosméticos, pocas veces las marcas incluyen otros tipos de cuerpos, apariencias o estilos. Los más pequeños no se salvan, de igual forma pueden percibir roles fijados de género a través de la publicidad o de ciertas diferenciaciones que se hacen en algunos de sus productos y se excluyen otros comportamientos o gustos que los niños y niñas puedan tener; los niños son muy sensibles a la publicidad, en cierto modo, están indefensos ante su efecto. Su falta de criterio, experiencia y formación en una edad muy temprana los hace vulnerables.
Por lo general el rol de un hombre en los anuncios publicitarios es el de mostrar fortaleza y valentía, dirigen grandes empresas, manejan autos de lujo, se los ve en situaciones de riesgo, o incluso se lo presenta como el hombre de la casa. Tanto a hombres como a mujeres se les ha “etiquetado” bajo diferentes estereotipos, esto consciente o inconscientemente ha moldeado el pensamiento de la sociedad y nos ha encasillado en roles que no necesariamente nos representan. “Tenemos miedo a representar los estereotipos, pero también a romperlos y que no sean admitidos.” Ana Torres, directora de marca publicidad y medios del grupo Masmovil.
Al no sentirnos conforme con lo que vemos nos lleva querer mucho más, ser más exigentes y a pedir contenido en el que si podemos sentirnos representados, como consumidores esto obliga a las marcas a escucharnos, replantear sus objetivos, a embarcarse en el desafío de ser responsables con la comunicación y a realmente dejar un impacto positivo, sin dejar de vender. Es por ello que el panorama de la publicidad se está transformando, ya sabemos que los estereotipos de género no solo se limitan al mundo femenino.
Por lo que marcas como la campaña de Lululemon, que descubrió a través de una investigación, que el 35% de los hombres en Estados Unidos consideran que ser mentalmente fuerte es una de las cosas más difíciles a día de hoy, lanzaron una campaña con Orlando Cruz, el primer boxeador profesional que ha declarado abiertamente su homosexualidad. O también, She is a lady, por H&M “¡Compórtate como una señorita!” Eso no se dice, eso no se hace, no deberías comer eso si quieres estar deseable, así no puedes vestir. Un anuncio con mujeres que se comportan como les apetece, que siguen sus deseos y no los estereotipos, que pisan fuerte y que no callan su voz (Verdes digitales).
Conclusión
Las marcas han aprendido a conocer a sus clientes, sus necesidades e intereses, creando así piezas publicitarias con mensajes relevantes y mostrando una realidad diferente, dejando de lado los prejuicios. Sin embargo, considero que a pesar de que se visualizan cambios aún falta mucho por hacer dado que siguen vigentes y se siguen reforzando ciertos estereotipos de género, si las marcas quieren que nos identifiquemos y nos reconozcamos en sus anuncios publicitarios es hora de vernos incorporados en estos tal y como verdaderamente somos sin el apoyo y fuera de los estereotipos.