Reflexión Personal sobre la Exclusión Socila en la Vejez
Actualmente en nuestra sociedad las personas mayores son desvalorizadas y marginadas a causa de una serie de estigmas que acaban para describirlos socialmente como una carga, haciendo que ello afecte su visión de ellos mismos.
Vivimos unos tiempos en que los valores tradicionales se tambalean y el individualismo ha cogido una gran fuerza, de ahí que se han perdido en gran medida los valores familiares que han predominado toda la vida, y esto tiene su parte positiva, pero también la negativa. Todo lo que nos impide ser libres es visto como un obstáculo, lo que nos recuerda que el tiempo se acaba nos da miedo … Quizá por ello repudiamos y demonizar la idea de hacernos grans.
En este ensayo reflexionaremos sobre el colectivo de las personas mayores y su representación en nuestra sociedad haciendo una comparativa con sociedades anteriores, para plantear si realmente son objeto de exclusión social. Y una vez alcanzada esta hipótesis, constatar el motivo, los estigmas que la rodean, y sus efectos sobre el colectivo.
Las personas mayores configuran una parte importante del mecanismo social y forman parte según la organización de las Naciones Unidas, todas aquellas personas mayores de sesenta años.
Su definición es variada y reciente en la ciencia. En el s. XX comienza a estudiarse aunque anteriormente filósofos como Platón o Aristóteles ya habían hablado desde diferentes perspectivas; uno pensaba que la virtud se alcanzaba con más de cincuenta años cuando ya habías adquirido conocimiento, el otro que la virtud se encontraba en la juventud y no en la vejez, respectivamente.
Así pues, la visión de las personas mayores está condicionada por procesos de estigmatización sociocultural marcados por nuestra actitud y pensamientos, y esto a la vez enfatiza estos rasgos negativos. Hay que aclarar que un estigma, tal como explica Labrador-Fernandez 2 es ‘un Juicio negativo que afecta a la carga de valor de la identidad. […] El cual va a desprestigiar socialmente al poseedor (Arana Gómez, B. 2015) . Esto quiere decir que la vejez es una imagen general encasillada en una percepción negativa de este colectivo que engloba pérdida de capacidades, soledad, dependencia en diferentes ámbitos y problemas médicos, psicológicos y físicos.
La existencia de estos estigmas está dentro de nuestra percepción de la vida y la sociedad, y nos son inculcados desde la infancia. Gran parte de la sociedad relaciona la vejez con sabiduría y experiencia; otros con enfermedades y complicaciones. Estas representaciones que tenemos de la idea de hacernos grandes no son dadas de forma natural sino que circulan a través de la comunicación. Esto ocurre desde siempre, diferentes percepciones de la vejez han estado presentes a lo largo de la historia y han ido cambiando según el contexto sociocultural. Para dar fuerza a esta idea presentaré de forma breve una serie de culturas que han tenido diferentes visiones de la vejez en largo de la historia hasta llegado a la visión actual 3. En las culturas más antiguas como las mesoamericanas, la egipcia o la china otorgaban a las personas mayores significados relacionados con la divinidad, sabiduría, ética y familia. En cambio, en la Antigua Grecia se atribuía la idea de juventud y belleza a las divinidades y los guerreros, y la vejez era vista como un momento vital indeseable y negativo. Una idea igualmente negativa había en la Edad Media donde la vejez era símbolo de oscuridad y muerte, y fue precisamente el Cristianismo que durante la Edad Media y gran parte de la Época Moderna inculcó la idea de dignidad e importancia de las personas mayores en las familias. Más adelante en occidente se volvió a recoger una mirada más negativa de la vejez.
El cambio más notorio que nos ha llevado hasta la estigmatización que existe hoy en día comenzó durante la industrialización, donde fueron desapareciendo los talleres y las empresas familiares y la edad de los trabajadores determinaba las posiciones y responsabilidades laborales y sociales (idea de Blanck-Cereijido, 1999) 4. Sobre todo en occidente, la llegada del capitalismo supuso que el mercado laboral fuera cada vez más dirigido a personas jóvenes y fue recogiendo las personas mayores en los hogares y familias, desarrollar un papel más pasivo en la sociedad.
Todo esto nos ha llevado a la visión de la vejez hoy en día, la cual tiene una estigmatización que se ve reflejada en muchos aspectos sociales, incluso en la misma definición de la RAE (2.019) sobre la vejez, en la tercera definición descrita como ‘achaques, manías, actitudes Propias de la edad de los viejos’. Esto quiere decir que la existencia de estigmas sobre la vejez provoca una categorización con connotación negativa y que acaba configurándose los identitariamente y socialmente de forma desvalorizada, haciendo así que efectivamente el colectivo de las personas mayores sea objeto de exclusión social , destruyendo su igualdad de derechos y oportunidades.