Romanticismo, Revolución Artística Y Cultural
El Romanticismo es un movimiento cultural, artístico y literario que se da en Europa desde finales del XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX.
En Europa
El Romanticismo no tiene un lugar de origen en concreto pero cogió fuerza en Europa. Los conservadores defienden sus privilegios pero los liberales y progresistas luchan por suprimirlos.
Este movimiento aparece gracias a tres sucesos: La Revolución Industrial, la consolidación de la burguesía y así la sociedad estamental es sustituida por la sociedad de clases, y por último la importancia de la corriente de exaltación de la libertad que surge a raíz de la Revolución Francesa.
El Romanticismo supone una revolución artística, política, social e ideológica, este tenía unos ideals fundamentales que eran la libertad, el individualismo, la democracia, el idealismo, el nacionalismo y la sensibilidad en el arte.
Hubo diferentes temas: Sentimientos íntimos (el amor), interés por lo mediaval (magos, hechiceros, castillos,etc), gusto por lo exótico (historias de árabes, gitanos, etc), exaltación de la naturaleza y por último nacionalismo fervoroso.
Los principales autores son Friedich Schiller (Alemania), Lord Byron (Inglaterra) y Walt Whitman (Estados Unidos). El principal género del Romanticismo era el teatro, que primaba la creatividad y libertad del autor y con esto surgió el poema dramático.
El romanticismo supuso el fin del orden clásico. Acabó con la monarquía absolutista. Se produjo una supremacía popular, lo cual implicaba el rechazo a lo neoclásico. Toma fuerza el componente nacionalista en contra de actitudes globalizadoras de ilustrados. Este nace como reacción contra el Neoclasicismo y los principios de la Ilustración.
La Revolución Francesa tiene un papel importante en el Romanticismo ya que fue una fuente de inspiración para la primera generación de poetas románticos: Wordsworth, Coleridge y Blake. Mientras esta primera generación se inspiraba en los cambios políticos y sociales, la segunda generación, Byron, Shelley y Keats reaccionaban contra la ausencia de dichos cambios. La caída de la Bastilla en 1789 representó la señal de esperanza de la abolición de los privilegios feudales, que conllevaron a estos cambios.
En España
El Romanticismo es tardío, a España llega en 1833 ya que era un país con un claro retraso respecto a Europa, surge como imitación no por necesidad.
Las características del Romanticismo en España son: Individualismo, en el que revindican la exaltación del yo, la subjetividad, su literatura se llena de emociones y sentimientos (amor, anhelo de la felicidad…) y defienden la individulidad de los pueblos así como las nacionalidades con sus lenguas propias. Evasión e Irracionalismo, los románticos se revelaron contra la sociedad y eso les condujo a la evasión hacia el pasado y hacia mundos fantásticos, misteriosos…
Predominio de los sentimientos frente a la razón. Obsesión por la muerte y el desenlace trágico.
El Romanticismo se divide en dos etapas en España:
- La primera etapa fue el Romanticismo, los autores más importantes de ideología liberal fueron José de Espronceda (poesía), Mariano José de Larra (prosa) y Duque de Rivas (teatro). Y el autor más importante de ideología tradicional y conservadora fue José Zorrilla.
- La segunda etapa fue el Posromanticismo que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX por influencia de la poesía alemana. Los autores más importantes fueron Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalia de Castro.
Los temas del Romanticismo en España eran el amor imposible, la rebeldía y las ansias de libertad con la exaltación del yo, la furia de la naturaleza, la angustia existencial, lo sepulcral y lo tenebroso y la exaltación de lo local y lo nacional.
El Antiguo Régimen estaba dominado por la aristocracia y un clero apegado a costumbres medievales casi, la nueva sociedad industrial que se abre al mundo lleva el empuje de la burguesía. Eso hace que, desde todos los ámbitos la palabra que mejor define a la época es transformación Esto que supone la transformación hacia el Nuevo Régimen cuesta en España.
Como consecuencia de esta confrontación aparecen movimientos revolucionarios que acabarían en los grandes hitos de principios del siglo XX. La filosofía positivista convive con el empirismo y con el idealismo. Aparecen las primeras ideas socialistas, de cambio radical de la sociedad. El ambiente en general y en todos los órdenes se llenan de espíritu contestario. Se rechazan todas las ideas del Neoclasicismo. Hay un gusto por buscar la verdad no ya en los hechos comprobados que había predominado en el Siglo de las Luces sino en las tinieblas del inconsciente, en las nuevas formas de misticismo, en las búsquedas con seres que no pertenecen a este plano (fantasmas, espíritus, olvidados, locos…). Escritores y artistas se auto erigen en guías de la sociedad como una suerte de demiurgos que pueden ver lo que otros no ven.
