Rompe Con La Rutina Y Anímate A Correr
Introducción
Si eres un corredor habitual, es posible que estés buscando nuevos retos constantemente y decidas llevar a cabo tu entrenamiento en distintas superficies como puede ser la montaña. Con el objetivo de ayudarte a estimular tu motivación y mejorar tu rendimiento físico, en este artículo vamos a repasar cuáles son los beneficios de correr en la montaña. Correr en la montaña es ideal para despejar la mente y disfrutar de un entorno natural, algo perfecto para romper con la rutina y evadirse del ritmo trepidante y del estrés habitual en las grandes ciudades.
Desarrollo
Por si fuera poco, es muy beneficioso para tu cuerpo y ventajoso a nivel cardiovascular, además de aportar una progresión en el ritmo de carreras, sin embargo, siempre recomendamos que los corredores que deseen correr en la montaña lo hagan cuando exista buena iluminación y las condiciones sean las idóneas. Por el contrario, existe el riesgo de que los corredores sufran lesiones o que tengan problemas de orientación. En cualquier caso, correr en la montaña es excepcional porque permite disfrutar a los deportistas del silencio y respirar aire fresco mientras se ejercitan.
A continuación, vamos a repasar cuáles son los beneficios de correr en la montaña. ¡Toma nota! Beneficios de correr en la montaña. No hay ninguna duda de que correr en la montaña trae consigo un ambiente ideal para mantener y aumentar el placer de correr mientras disfrutas de un entorno excepcional. En términos de salud, la montaña está menos contaminada que la ciudad y correr en los distintos paisajes te permitirá aumentar tu rendimiento. ¡Verás como una vez que finalices tus sesiones de entrenamiento te sentirás mucho más relajado!
Mejora tu rendimiento. Correr en la montaña requiere más subidas y cambios en el ritmo y la dirección debido a las distintas elevaciones. Durante las subidas, fortalecerás tu musculatura, lo que te hará aún más poderoso durante las carreras en carretera. Tus músculos crecerán y se adaptarán a la inclinación y declinación del terreno, y ganarás una velocidad explosiva al evitar los obstáculos naturales. Después de varios días de entrenamiento en la montaña, encontrarás que corres mucho más rápido en superficies más planas.
Correr en la montaña te permite alejarte de las emanaciones de los centros urbanos, lo que permite que sea más fácil aumentar el volumen, así como la intensidad del entrenamiento. Tu sistema respiratorio disfrutará del aire fresco de la montaña en lugar de las emisiones constantes de monóxido de carbono de los automóviles que abarrotan las ciudades. Compromete diferentes músculos a diferencia de correr en el asfalto como lo hacen la mayoría de corredores, correr en la montaña ofrece nuevos ángulos para los pies que solicitan de manera diferente los músculos que sirven para impulsarte al siguiente paso.
Ya sean los cambios en el terreno y, a menudo, las colinas que acompañan a los senderos, correr en la montaña requiere la participación de diferentes grupos musculares con mayor frecuencia de lo que lo harías simplemente corriendo en carreteras planas. Esto es un gran impulso para tu resistencia práctica y funcionará con grupos musculares que ni siquiera sabía que tenías. Asimismo, en la montaña los músculos glúteos trabajan en mayor medida que en un terreno plano, ya que el pie debe elevarse más alto que durante una carrera normal.
Además, la parte superior del cuerpo está más inclinada hacia adelante que para correr horizontalmente, lo que permite que trabajes los músculos de la espalda, de los brazos y de los hombros. Quemas más calorías mayor esfuerzo por la elevación y la altitud ayudará a tu cuerpo a quemar más calorías. Por lo que si quieres perder peso rápidamente, quemarás grasa mucho más rápido haciendo un entrenamiento de alta intensidad en la montaña que en las pistas de superficie plana. Como has podido observar, correr en la montaña te permite tener una mente y un cuerpo sano.
Conclusión
Correr además de aportar numerosos beneficios. Por lo que si eres un corredor experimentado, puede ser ideal para romper la rutina y disfrutar de un entorno natural. Al igual que en cualquier otro escenario, no olvides realizar una buena sesión de estiramientos antes y después de cada entrenamiento. En caso de lesión, debes retomar la actividad deportiva gradualmente, favoreciendo la práctica en un terreno llano y evitar las carreras cuesta abajo.