Salud E Implementación De La Musica Como Terapia
Introducción.
Datos de la OMS afirman que la pauta de envejecimiento actual es mucho más rápida que la de hace un par de años y el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicará entre 2015 y 2050. En 2020 ya el número de personas de 60 años o más superará al número de niños menores de 5 años. En 2050, el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.
Esto significa que hay un continuo envejecimiento de la población y deberíamos estar preparados para afrontar este gran cambio demográfico. La sociedad en su conjunto puede beneficiarse de la ampliación de la esperanza de vida con nuevas oportunidades, pero para poder hacerlo dependemos de un factor tan importante como es la salud.
Desarrollo.
La salud está relacionada directamente con factores como el entorno, el estilo de vida, la calidad del descanso, la alimentación, las relaciones sociales, el ejercicio físico e intelectual, etc. Mediante terapias artísticas como la musicoterapia puede mejorarse el estado de salud y la calidad de vida de las personas mayores, trabajando aspectos emocionales, físicos y cognitivos de manera activa (tocando instrumentos, cantando, interpretando, improvisando, desarrollando la creatividad, etc.), o pasiva (escuchando canciones, induciendo a estados de relajación, etc.), promoviendo el bienestar, de manera grupal o individual.
Las Terapias Artístico Creativas son aquellas disciplinas que estudian, desarrollan y aplican técnicas, estrategias y métodos para establecer una relación de ayuda socioemocional mediante uno o varios lenguajes artísticos para poder así atender a las necesidades socioafectivas y del desarrollo integral de cada persona y poder abordar las dificultades o alteraciones emocionales y/o conductuales significativas que puedan presentarse. Cada una de ellas es una forma de psicoterapia en la que la experiencia estética al practicar un lenguaje artístico para la estimulación de un proceso creativo dentro de un encuadre terapéutico propicia cambios significativos y necesarios para la persona.
La musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en entornos médicos, educacionales y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual. La investigación, la práctica, la educación y el entrenamiento clínico en musicoterapia están basados en estándares profesionales acordes a contextos culturales, sociales y políticos.
Existen otras definiciones para el concepto de Musicoterapia, como un proceso dirigido a un fin, en el que el terapeuta ayuda al cliente a acrecentar, mantener o restaurar un estado de bienestar utilizando experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a través de ellas como fuerzas dinámicas de cambio.
Las dos ideas centrales de la musicoterapia son la utilización de la música y provocar cambios en las personas. Para conseguirlo se trabaja con objetivos terapéuticos, la restauración y el mantenimiento de la salud tanto física como cognitiva y emocional; con la utilización de la música, donde existen métodos y procedimientos fruto de investigaciones científicas en los ámbitos musical, terapéutico y músico terapéutico (efectos de la música sobre las personas y su efectividad en los cuadros clínicos); y en un contexto terapéutico, donde la música ayuda de manera preventiva o curativa.
La aplicación de la música en medicina ha estado presente desde la antigüedad. La música como terapia ha existido desde tiempos remotos, ha estado relacionada con la magia y con la religión hasta que se pasó a hablar de curación desde un pensamiento racional y científico.
Conclusiones.
Es interesante la utilización específica de la musicoterapia en contextos médico-quirúrgicos, pediátricos, paliativos, obstétricos y de rehabilitación, entre otros (American Association for Music Therapy), ya que produce efectos estimulantes y sedantes, a partir de tempos rápidos o lentos y regulares; ansiolíticos, como guía para desbloquear y acompasar la respiración y focalizar la atención facilitando estados de descanso y analgésicos, importantes respecto al control del dolor. Desde un punto de vista bioquímico se pueden alterar los niveles de endorfinas y reducir así el malestar del paciente.