Stephen King y el Análisis de su Obra Cujo
Cujo es una novela del escritor estadounidense Stephen king, publicado inicialmente en 1981, ganó un premio British Fantasy en 1982, en ese mismo año se tradujo al castellano por María Antonia Menini y en 1983 se hizo película. Con una extensión de 400 páginas. Siendo éste parte de una de su colección de terror más populares (Insomnia, 2017).
Esta historia se desenvuelve en la ciudad de Castle rock donde viven dos familias cotidianas, que pasan por series de conflictos por un lado infidelidad y por el otro maltrato, que si bien es cierto es normal al inicio de la trama, posteriormente los pasos del día a día se empiezan a volcar siniestros cuando el perro de una de las dos familias se dirigió a cazar conejos, adentrándose en un hueco donde fue mordido por un murciélago, y es así como contrae la rabia, lo cual convierte a este en una bestia asesina que intenta acabar con todo a su paso.
Es notorio cuando empiezan a aflorar en el canino características como: excesivos fluidos salivales y una irracional agresividad con cualquier cosa que capte su atención; pero no sólo hablamos de las cosas materiales sino de la vida de cada una de las personas en torno a las situaciones que él se encuentre desarrollando, entonces es cuando el cuadrúpedo muestra su comportamiento al atacar a un conocido del vecindario del núcleo familiar.
Pero el verdadero terror de esta historia se muestra cuando una de las madres está situada en su hogar e intenta escapar de la bestia, por lo que cabe recalcar y enaltecer la valentía de ella, quien se aferra con una fuerza sobrehumana a la protección y bienestar de su hijo. De esa manera por adrenalina del momento son obligados a encerrarse en el auto a pleno luz del día donde son atacados una y otra vez por Cujo, y si no fuera poco la parte más intrigante y escalofriante que se vive en esta historia es como el autor le otorga personalidad a Cujo, haciéndonos dar a conocer sus pensamientos y puntos de vista, como podemos notar en este fragmento:
“en el momento que Cujo volvía a abalanzarse sobre el parabrisas. La espuma manchó el cristal mientras el trataba de romperlo a dentelladas. Aquellos turbios y enloquecidos ojos de clavaron en los de Donna. Voy haceros pedazo, le decían. Tanto a ti como al niño. En cuanto descubra el medio de penetrar en este hotel de hojalata, os comeré vivos, os devoraré a pedazos mientras todavía estéis gritando…”(pg. 146).
Se evidencia con claridad sentimientos y deseos que emite Cujo, lo que provoca escalofríos en el momento de trasladarse al mundo de ésta historia, pero aunque causa mucho morbo por saber que más sucedía en la mente de Cujo, ya que algunos fragmentos están situados desde la perspectiva del perro, King no nos regaló tantas parte con apreciaciones de gore, en ese aspecto podría refutar por la falta de imaginación que provocó al no evidenciar más escenas sangrienta como se esperaba desde un principio, solo nos interpretó una historia llena de sobrevivencia dentro de un auto.
Teniendo un final un poco confuso, dado que Cujo no moría con ninguna bala, pero alcanzó la muerte siendo brutalmente asesinado por un bate de béisbol, lo cual como ya indiqué es incoherente según la fuerza audaz que tenía, pero se puede simplificar y concluir en que King nos regaló un cliché básico haciendo referencia la muerte de un vampiro, lógica razón por el hecho de haber sido mordido por un murciélago; se referenció el bate de béisbol como una estaca de madera.
Esta novela de terror clásico tiene la particularidad de tener ciertos aspectos de otro libro del autor, y se puede dar por entendido debido a la mención de acontecimientos y personajes de “La zona muerta”, dado que mencionan a Cujo en algunas ocasiones, haciendo referencia de su existencia, por lo que las personas que tenían conocimiento de este otro libro sabían con antelación el desenvolvimiento de ésta trama, sin embargo, como ya mencioné, juega en contra la falta de imaginación en las situaciones, ya que se desarrollan en un mismo escenario, lo cual es excesivamente limitado, y cae en una lectura precedible, debido a que todos los actos son desencadenantes del primero conlleva a un efecto dominó, quitándole el factor sorpresivo.
La narración también cae en puntos vacíos, lo que se quiere decir con ello es la existencia de escenas irrelevantes que no aportan a la trama, es aún peor cuando se describe cada uno de los detalles de manera minuciosa, cuidando no dejar ninguno afuera, sin tener esto un sentido coherente dentro del hilo narrativo. Aunque lo bueno de este punto es que por un lado se logró darle personalidad a cada personaje sin dejar uno en el olvido, así se pudo englobar dos tramas de los cuales pude percibir, uno obviamente lo bizarro junto con Cujo y lo segundo el entorno de problemas interfamiliares, que juntándolos nos hace reconocer como podemos sobrellevar nuestros conflictos afrontando miedos mortales, haciéndonos reconocer nuestros puntos de quiebre.
Sin embargo en contraste a los errores cabe rescatar el hecho interesante en el cual algunos fragmentos de la trama se muestra a la conciencia del canino, siendo esto sumamente inusual en el género que se está escribiendo. Dando como un producto final una obra jugosa para desear más, es así como King nos regaló otra entrada con el título “Cementerio de Mascotas” donde nos referencian a Cujo en lo alto como un gran San Bernardo que le dio rabia y asesinó a 4 personas. Haciendo así un hilo de todas las historias que el gran Stephen King aborda o acopla ciertas historias que tuvieron un mayor impacto para ser renombradas y que sigan vivas en este mundo de terror regalado por King.