Tiempos Dificiles De La Democracia Peruana
Introducción.
Hoy en día vivimos en un país que, a pesar de su gran riqueza y un vasto territorio, sigue teniendo muchas falencias muy marcadas. Somos una nación que atravesó por muchas etapas, con una historia que nos fue mezquina y triste en muchas ocasiones, un país que fue duramente golpeado por la violencia, en una época donde importaba poco o nada la democracia y los derechos fundamentales de las personas, aquel tiempo donde la política fracaso y las malas decisiones en el tiempo podían ser ya evidentes, un periodo en la historia peruana que nos duele mucho recordar, puesto que ellas dejaron muchas secuelas y heridas muy profundas que aún no han podido sanar.
Allá por los años mil novecientos ochenta dos grupos subversivos denominados sendero luminosos y MRTA se forjaron con erradas ideologías en miras de llegar al poder teniendo como aleado la violencia y la sumisión; a continuación, hablaremos del impacto ético que ocasionaron y las múltiples violaciones contra los derechos que el Perú tuvo que soportar.
Desarrollo.
Hoy por hoy se habla del sustancial crecimiento del Perú, en miras de alcanzar un desarrollo sostenible, pero ¿qué tanto hemos crecido como personas? ¿Cómo ciudadanos?, todo ello nos lleva a pensar y reflexionar de que quisa no estamos verdaderamente creciendo como sociedad, de que aún nos falta un factor muy importante que va más allá del crecimiento económico que tanto se habla, dicho factor es el del crecimiento humano, que desde luego sufrió trastornos en los tiempos de violencia y terrorismo y es ahí donde entra a tallar la ética, puesto que ella contribuye directamente en el desarrollo humano y social.
Son muchos los límites éticos que fueron transgredidos tanto por el estado peruano como por los terroristas. Y es así, que Sendero Luminoso aprovechó de la poca credibilidad del estado para poder influenciar en la población en esos tiempos, utilizando doctrinas y pensamientos comunistas combinadas con una fuerte creencia en que el régimen autoritario sería el indicado para nuestro país.
Transgredían las creencias y la moral a través del miedo haciendo creer que la gente que no estaba de su lado sufriría grandes consecuencias, creando un ambiente de miedo que solo era reforzado con muerte y corrupción. El MRTA también creía que solo se podía llegar al poder a través de la violencia.
Sin embargo, igual creaban daño vulnerando la integridad física o psicológica con los secuestros o asesinatos con el fin de poder cumplir sus objetivos. Esto creaba una nube de duda y rencor dentro de todos los peruanos, y que desde luego influiría posteriormente en el colapso social.
Existen muchos relatos que nos ponen en manifiesto la violación de los derechos humanos en situaciones infrahumanas que vivió nuestro país, nuestra gente; pero nos es muy importante destacar, por ejemplo: El asesinato de 2 propietarios del fundo Matara, acusados por sendero luminoso de ser explotadores y soplones, un acto muy cobarde y desleal que pone en manifiesto la violencia en todo el sentido de la palabra, y lo que nos lleva a darnos cuenta de la precariedad de la ética y la moral de aquellos hombres que se hacían llamar los justicieros de sus miserables principios, aquellos que dictaminaban sus propios delitos y sus propias penas a base de su criterio, pecando de abusivos y asesinos.
A todo ello se suma los grados de violencia extrema, yendo inclusive hasta el ensañamiento enfermizo hasta con animales, por ejemplo, perros colgados en la vía pública, un claro desprecio por la vida mediante el intento de imponer sus ideas a base de miedo y terror para conseguir sus fines.
Conclusiones.
En conclusión, vivimos tiempos muy duros, tiempos en que la ética y los derechos de los peruanos fueron violados y violentados totalmente, dejándonos tristes recuerdos, pero muchas enseñanzas, que deberían servirnos para encaminarnos en un desarrollo humano sostenible, basada en principios y valores, cumpliendo las normas y leyes, respetando la vida, sobre todo, teniendo siempre presente que nadie es juez y verdugo por sus propias manos, cualquiera no puede decidir quién mure y quien vive.
Muchas lecciones nos dejaron los años de violencia, concluyendo que para vencer a Sendero Luminoso y al MRTA, el Estado no solo debía ser eficiente con las armas, sino también con la Ley. Y ello implicaba un respeto escrupuloso al debido proceso y a las garantías judiciales. Un triunfo de la aún frágil democracia peruana es que pudo sancionar a los principales líderes de ambas organizaciones terroristas, condenándolos a penas bastante altas incluyendo, en algunos casos, la cadena perpetua de acuerdo con las responsabilidades que cada una de estas personas tenían dentro de estas estructuras criminales. Y, por tanto, en aras de la superioridad moral que se debe tener frente al terror.
Somos un país muy diverso, pluricultural, herederos de grandes culturas milenarias, con un pasado muy rico, pero con un futuro incierto que dependerá de todos nosotros en hacer que los tiempos malos no nos mal formen socialmente; sino más bien, que nos impulsen a crecer de manera integral, con la convicción de ser mejores peruanos cada día.