Transición Del Pensamiento Contable Positivo Y Normativo
En la historia se dice, que la contabilidad nace en el mismo instante en que el hombre ve la necesidad de llevar cuentas, aunque, también informa que se ve presente en muchas civilizaciones atrás, como los sumerios, los babilónicos, los egipcios, los griegos entre otros, con el fin de registras las transferencias más importantes llegando así a evolucionar y perfeccionar esta práctica. Los registros contables llegan a surgir de la necesidad de poder complementar la memoria del ser humana, después de que las transferencias comerciales superaran el poder de recordarlas.
No vamos a enfrascarnos en la historia de cómo surge la contabilidad, sino en cómo el pensamiento contable ha cambiado desde el mismo ínstate en el que es reconocido. En épocas pasadas se ha tenido una claro ejemplos que el pensamiento contable pasa por una serie de etapas donde se ve claramente la evolución de este, pasando por un periodo empírico donde los registros contables crecen con el auge del comercio, una segunda parte con el surgimiento y desarrollo de la partida doble, una tercera con la implementación de esta y por ultimo llegando al gran periodo científico donde esta se caracterizó por ser y reconocer a la ciencia como un grupo de nociones que se generan a través de experimentar objetivamente con los sentidos, mediados por la observación, y la experimentación que conllevan al análisis y razonamientos de los fenómenos generando hipótesis, en espera de ser comprobadas(Ibáñez,2007).
Por eso en esta época se comenzó a hablar del término positivista ya que este hace referencia a la observación humana, a la percepción de la realidad independiente, también a las verdades absolutas y a lo útil, es decir, que es afirmativo y que no tiene equivocaciones. Éste concepto se convirtió en una corriente muy reconocida en el mundo, puesto que es un pensamiento guiado a lo científico y lógico en el que se incorpora solamente los estudios de la ciencia. El positivismo se orienta hacia la observación objetiva de los movimientos económicos, a los hechos reales y no admite otro tipo de conocimiento como valido sino todo aquel que venga de la experiencia demostrada científicamente es decir:
“El positivismo considera que no existe otro conocimiento que el que proviene de la experiencia, por tanto, niega la posibilidad de que la teoría puede ser una fuente de conocimiento y, es más, niega la posibilidad de que la filosofía pueda contribuir al conocimiento científico”. (Díaz Narváez, 2014, p 237).
Surge o se genera a mediados del siglo XIX, época en el que hubo muchos cambios, que principalmente se enfocan en la revolución industrial con transformaciones en todo el mundo, y en todos los aspectos de la vida tanto social, cultural y económico, esto iban ligados con el avance científico, desarrollándose en gran manera los descubrimientos y la investigación.
La corriente positivista tiene sus inicios en el país de Francia, pero a medida que iba pasando el tiempo se fue implementando y cada día más era adoptada en Europa, para luego tener una gran expansión en todas las partes del mundo; esta corriente va ligada muy de cerca a lo científico, lo cuántico, lo que le hace posee un carácter objetivo de ver las cosas, centrándose en ver la realidad tal cual como es, por eso, científicos, filósofos, matemáticos, historiadores, entre otros se identifican con este pensamiento puesto que les es útil para profundizar el conocimiento e investigación. Esta idea es adaptada por los grandes investigadores, descubridores de nuevas cosas, y sobre todo del interés de buscar el origen de las cosas no como lo planteaba la iglesia en esos tiempos, dejando por fuera los argumentos dogmáticos y teológicos, para centrarse en sus propias investigaciones y poder tocar la realidad con sus propios sentidos, para así poder saber de dónde se producía o se generaban los fenómenos presentados más que todo en la naturaleza.
Por lo tanto, el ser humano había tenido múltiples inconformidades y quedado corto en las explicaciones que daba la iglesia con lo de la creación del mundo, ellos querían respuestas más sólidas, factibles y veraces ya que necesitaban captar, ver, experimentar y analizar con sus propios medio el origen de las cosas.
Es por eso que filósofos como Humé autor o fundador de la corriente positivista, caracterizado por ser una de las más grandes figuras de la filosofía occidental, con estudios en economía, sociología e historia y pensamientos solidos de que todo conocimiento era causado por la experimentación con los sentidos, es por eso, que se identificaba con las ciencias y por ende, con la teoría positivista, su representante fue Augusto Comte; autor ejemplar en el desarrollo del pensamiento humano, influyendo en el desarrollo del positivismo y de la sociología, cuyas aportaciones incidieron muchísimo en las organizaciones y el rumbo del mundo (Velázquez, 2006).
Comte, desde muy pequeño demostró apatía con todo lo referente a lo religioso, en este caso lo que decía la iglesia tradicional, es decir, la católica, dejando atrás esas creencias sobrenaturales y las explicaciones de origen bíblico acerca del mundo, dedicándose a la investigación científica, captando la realidad de manera empírica.
De cierta manera trató de usar un ajuste intelectual, llegando como conclusión de que la ciencia era lo que el ser humano necesitaba para que pudiera abriera los ojos y comprendiera lo real del mundo en el que vive. su preocupación por demostrarle al mundo de que el único conocimiento valido según él era el de la ciencia, estudiando el pensamiento del ser humano y el proceso que debe pasar para dejar a un lado las creencias religiosas y avanzar en un conocimiento más real, hablando en término científico.
Por consiguiente, Comte caracterizó el proceso de pasar de las creencias a lo científico o lógico por tres estados, en los cuales aseguraba que el hombre pasaba por estas etapas para lograr un pensamiento objetivo de las cosas. El primer estado se refiere a la etapa teleológica que se encuentra sumergido el ser humano, refiriéndose a lo imaginativo, a los pensamientos y creencias del ser humano, algo ficticio creado por cada uno, para que de cierta manera poder dar respuesta de las cosas, atribuido a seres sobrenaturales o dioses. El segundo estado es el metafísico, es un paso de lo imaginativo, de lo creativo a lo critico, la mente intenta razonar a mayor profundidad y a tratar de explicar el porqué de las cosas, es digamos la transformación de ser un niño caracterizado por su inocencia a ser un adulto, con capacidad de tener autonomía en sus pensamientos, analizando de una forma más compleja las cosas y queriendo captar la realidad con sus sentidos. En el último estado se adquiere lo que se busca, y es que el ser humano tenga una identidad o conciencia positivista, es una etapa de determinismo que busca lo sustantivo, lo real a través de leyes e investigaciones que dé cuenta de cada fenómeno (Casal & Viloria 2002).
Entonces, cuando el ser humano se centra en el tercer estado, mantiene consigo característica muy arraigadas del pensamiento positivista tales como; que en este se incluye la objetividad en todos los aspectos, entendiendo este término como aquello que no permite juicios de valor, que no involucra el sujeto investigador, sus deseos, sus sentimientos y pensamientos. Es decir, toma aquello que va a investigar con el intento de analizarlo y obtener un conocimiento puro, lógico y coherente con la realidad, describiendo tal y como es y no como la persona quiere que sea. También la corriente positiva admite que el sujeto, es decir, el intelectual contemple la realidad con sus sentidos, que actué de manera empírica concluyendo esta experiencia como lo real.
Sin embargo, muchos filósofos llegaron a la conclusión de que todo no es perfecto, dentro de la corriente positivista, el ser humano de cierta forma se sentía preso en su mismo contexto, ya que no podían expresar libremente lo que ellos opinaban del tema y más que todo no se podían relacionar con el objeto a conocer, la consecuencia de esto es que se levantaron muchas quejas y hombres cansados de esta situación, diciendo a gran voz que no es posible atender a una investigación alejada del sujeto, sin tener en cuenta lo que es, un ser reflexivo, analítico, comunicativo que nace con capacidades, con una mente que le ayuda a pensar y a cuestionar cada una de las situaciones que se le presenta.
Entonces, pensaron en adaptar un nuevo método que tomara en cuenta todas estas falencias que en el positivismo no eran tenidos en cuenta, dándole un rotundo cambio al pensamiento contable que ya no pensaba de manera positivista, la cual tenía la gran desventaja de limitarse en la construcción solo descriptiva logrando que la metodología se transformara en mecánica, estática y no dinámica. El gran cambio al normativismo el cual se enfocó en el supuesto de la conducta humana, en lo que debe ser y suceder de una manera más idealista y subjetiva. El normativismo tiene una concesión basada en la ética y el bienestar con unos objetivos determinantes para el usuario, encerrando los juicios de valor.
El normativismo desarrollado por Hans Kelsen profesor de filosofía del derecho, concebía el derecho no solo por las leyes y normas que dictaba sino por la capacidad de solucionar los problemas sociales, actuando de manera autónoma. Al llegar esta corriente cambiaron todas las cosas, no solo en el ámbito del derecho sino también en los otros aspectos de la vida tales como: la manera de educar, de proceder en las investigaciones. En el positivismo no era permitido relacionarse el sujeto con el objeto a investigar, pero se hacía necesario puesto que en ellos había un lazo que los unía para que la indagación sea más efectiva, centrándose no en el objeto, sino en los sujetos, en sus intereses, en sus deseos, dándole poder a la creatividad inherente en ellos.
Dentro del normativismo se tiene en cuenta además de los juicios de valor, el ser humano, sus actitudes, sus comportamientos y conductas, puesto que nos encontramos inmersos en la sociedad, una sociedad cambiante y compleja.
Esta manera de proceder y de actuar que el hombre ha venido teniendo en su modo de impartir sus conocimientos, debido a las distintas formas pensamientos que otros han tenido, los cuales se han adaptado muy bien en la sociedad y convirtiéndolo en paradigmas, que han creado en el ser humano, una visión, una manera de entender la realidad y vivir de la misma forma de como se ha venido entendiendo.
Dentro de la corriente normativa tenemos también a Montesinos donde sus pensamientos se refieren a la contabilidad bajo un carácter reflexivo, explicativo, sobre el entorno ya que la contabilidad no se puede quedar solamente en lo empírico, debe tener en cuenta tanto el objeto como el sujeto de investigación. Pero esta corriente también tiene sus falencias, puesto que no es posible centrarse solamente en los juicios de valor ya que estos son más que cambiantes dentro de unan empresa o sociedad encontramos diferentes juicios de valor u opiniones, entonces es muy complicado de que estos se pongan de acuerdo, es por eso de que no es tan factible y optima esta corriente para desarrollarla en la contabilidad. Es por eso que se afirma que:
“La teoría contable, desde el ejercicio profesional, requiere que las intervenciones en los hechos económicos se hagan con criterios abiertos y reflexivos, que, soportados por análisis retrospectivos y proyectivos, favorezcan la toma de decisiones sustentadas en evaluaciones de impactos” (Ariza & Villasmil, 2014, p.46).
Todas las personas deben llegar a ser capaces de definir sus objetivos de aprendizaje en proporción con los valores y la situación de desarrollar un plan para alcanzarlos, de aplicar el esfuerzo y voluntad necesarios y de evaluar los resultados.
La contabilidad es una ciencia que se ha desarrollado a lo largo de los años, buscando perfeccionarse cada día más para una mejor integridad en todos los aspectos. Por lo tanto, para su funcionamiento óptimo ha adoptado dos corrientes importantes en la sociedad como lo son el normativismo y el positivismo, es por eso que se concluye de que no puede desligarse de estos conceptos puesto que ambas corrientes fueron hechas con propósitos muy buenos y benevolentes para ayudar en el desarrollo de múltiples áreas y en este caso en el área contable, por lo tanto se considera que esta necesita de ambas aportaciones, tanto de lo cuantitativo como lo cualitativo, para que se desarrolle de manera eficaz necesita tanto, ya que es imposible separar el sujeto del objeto puesto que estos son complementarios, es decir, se ayudan para que el resultado de la investigación sea más real.
“La sustentación de la contabilidad como una ciencia de carácter empírico, social y positivo-normativo, permite entender la contabilidad en su dimensión cognitiva, pero ante todo en su dimensión teleológica, orientada a fines específicos de los diferentes entornos en los diferentes sistemas contables donde se desarrollan los mismos”(Mejia,2004,p. 67).
Lo que hoy se dice del pensamiento contable que si es positivo o normativo, o que en cambio es la unión de ambas corrientes para darle significado a lo que hoy llamamos pensamiento contable, la una descubre el conocimiento, y tiene acceso a la realidad, una realidad que se adquiere a través de los sentidos, obtenida mediante la experiencia, es decir empírica. Ayudando a que la teoría contable obtenga resultados de sus investigaciones de manera fiable, objetivas, mental, uniforme y mantienen cierta relevancia, entre otros y la otra se enfoca además de la información, el análisis de esta, en el reflexionar, se orienta en la creación de la información al admitir lo que debería ser o no, bueno o malo de acuerdo al entorno social, cultural y económico en el que se desarrolla el sistema contable, mientras que en el positivismo se centran en el uso.