Trastorno Bipolar (Maniaco Depresivo): Definición, Evolución, Síntomas
El trastorno bipolar es un trastorno grave del estado de ánimo caracterizado por fases alternas de ‘exaltación del estado de ánimo’ con un aumento de la energía y la hiperactividad, y cambios de humor (depresión ). Estos episodios ‘maníaco-depresivos’ se entremezclan con períodos durante los cuales el estado de ánimo es normal y estable, de duración variable.
Durante los episodios “maníacos”, la persona está irritable, hiperactiva, siente poca necesidad de dormir, habla mucho y, a menudo, presenta una autoestima exagerada, incluso un sentimiento de omnipotencia. Por el contrario, durante los episodios depresivos, su nivel de energía es anormalmente bajo, su estado de ánimo es sombrío, triste, con pérdida de interés en diversas actividades y proyectos.
Es una de las enfermedades psiquiátricas más frecuentes, afectando del 1 al 2,5% de la población. La enfermedad suele aparecer en adultos jóvenes (menores de 25 años) y se vuelve recurrente. Al primer episodio le siguen otros episodios de trastornos del estado de ánimo en el 90% de los casos.
Es un trastorno que causa muchas discapacidades sociales, profesionales y emocionales y que con frecuencia puede conducir a intentos de suicidio. Ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la séptima causa principal de discapacidad por año de vida entre las personas de 15 a 44 años, entre todas las enfermedades.
Evolución de los trastornos bipolares
Los trastornos bipolares se caracterizan por una sucesión de episodios y recaídas frecuentes, incluso bajo tratamiento.
El riesgo de suicidio sigue siendo el principal temor asociado a esta enfermedad. Además, por razones biológicas todavía poco conocidas, los trastornos bipolares se asocian frecuentemente con un riesgo cardiovascular aumentado, enfermedades metabólicas y hormonales.
Los estudios demuestran que, por todas estas razones, la esperanza de vida de los pacientes con trastorno bipolar es en promedio de 10 a 11 años menor que la esperanza de vida del resto de la población 2 .
¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?
Esta enfermedad, anteriormente llamada enfermedad maníaco-depresiva o maníaco-depresiva , se presenta en muchas formas. Por tanto, el trastorno bipolar puede ir acompañado o no de síntomas psicóticos (como alucinaciones, delirios). Pueden ser, según HAS 3 :
- hipomaníaco (síntomas similares pero menos intensos que durante un episodio llamado ‘maníaco’);
- maníacos sin síntomas psicóticos;
- maníacos con síntomas psicóticos;
- depresión leve o moderada;
- severamente deprimido sin síntomas psicóticos;
- severamente deprimido con síntomas psicóticos
- mixto (manía y depresión combinadas) sin síntomas psicóticos;
- mezclado con síntomas psicóticos.
La versión más reciente del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, el DSM-V , publicado en 2014, propone categorizar los diferentes tipos de trastorno bipolar de la siguiente manera:
- trastorno bipolar tipo I, caracterizado por la presencia de al menos un episodio maníaco o mixto.
- trastorno bipolar tipo II, caracterizado por la aparición de uno o más episodios depresivos mayores y al menos un episodio de hipomanía.
- trastorno bipolar no especificado.
Si bien el curso de la enfermedad es bastante característico, los síntomas individuales varían de persona a persona. Para algunos, los síntomas de la depresión prevalecerán sobre todo lo demás, mientras que para otros dominará la inquietud, el exceso de energía o incluso la agresión.
La fase maníaca se caracteriza por un estado de ánimo expansivo, una mayor autoestima, ideas de grandeza. Habitualmente, la persona en fase maníaca siente la necesidad de hablar constantemente, de presentar sus innumerables ideas, está llena de energía y realiza varios proyectos o actividades al mismo tiempo. Su necesidad de dormir se reduce (se siente descansada después de 3 o 4 horas de sueño) y se irrita fácilmente. Este período dura al menos una semana, está presente durante todo el día casi todos los días.
La hipomanía se manifiesta por el mismo tipo de síntomas, con alta energía persistente pero más ‘normal’. Durante las fases de depresión, hay una disminución del interés o placer en casi todas las actividades diarias, desaceleración psicomotora (o, a veces, inquietud), fatiga severa y posiblemente culpa o devaluación excesiva. disminución de la capacidad de concentración. Pueden ocurrir pensamientos suicidas. Según algunos estudios, el porcentaje de intentos de suicidio varía entre el 20 y el 50% (HAS junio de 2014).
Estos síntomas no están necesariamente todos presentes, pero los criterios de diagnóstico se basan en la presencia de una combinación significativa de varios de ellos. En casi las tres cuartas partes de las personas con trastorno bipolar, existen otros trastornos como ansiedad, dependencia al alcohol u otras sustancias, etc.
Es importante tener en cuenta que el trastorno bipolar es de gravedad variable y las manifestaciones pueden ser más o menos obvias para quienes lo rodean. Con demasiada frecuencia, todavía hay un retraso en el diagnóstico o confusión entre la depresión ‘clásica’ y la depresión maníaca.
¿Quiénes pueden verse afectados por el trastorno bipolar?
Las causas del trastorno bipolar aún se desconocen. Probablemente sean multifactoriales e involucren factores genéticos y ambientales. Desde un punto de vista biológico, sabemos que existen anomalías en los neurotransmisores del cerebro de las personas afectadas. Por tanto, los episodios de manía se asocian con un nivel anormalmente alto de norepinefrina. Los factores genéticos también están implicados: el riesgo de padecer trastorno bipolar es mayor cuando un miembro de la familia ya tiene la enfermedad.
Finalmente, los elementos externos pueden promover o desencadenar la enfermedad. Este es el caso de los eventos traumáticos que ocurren temprano en la vida, así como de muchos otros estresores o factores de cambio (estaciones, embarazos, fluctuaciones hormonales) 5 .
