Un Buen Hombre Racional Es Difícil De Encontrar
Introducción
El hombre es un ser solucionador que suscita y soluciona problemas. El hombre es un animal racional, es el único que tiene conciencia y puede decir yo. En principio con hombre queremos definir o distinguir una especie biológica. Platón concibe al hombre formado por una constitución dual alma cuerpo, que considera la idea material y la inmaterial o espiritual como opuestos.
El cuerpo es como la cárcel del alma. Para Aristóteles alma y cuerpo son la sustancia que componen al hombre. Tanto la filosofía antigua como la medieval incluyen al hombre entre los animales. Recordemos que una de las definiciones clásicas que se dan de los hombres es: animal racional. Pero el hombre es más que eso. El hombre es el ser que tiene conciencia y que puede decir yo. La esencia del hombre es el yo.
Desarrollo
El hombre es un quién en contraposición a un qué. Es un ser pensante y reflexivo. El hombre es único e irreductible aunque comparta con otros la misma naturaleza. Esta naturaleza que le hace ser uno y único es lo que le hace ser persona, porque es la persona que coexiste en íntima coherencia con su distinción. El hombre es el único ser que reflexiona sobre sí; es decir que se vuelve a sí mismo.
Autorreflexiona sobre sus actos, se corrige y se mejora, porque conoce y se conoce. En la reflexión sale de sí y vuelve a sí mismo. El hombre es un ser moral y su moralidad se vive o reconoce en la capacidad que tiene de autorrealizarse y de esta manera es posible el lenguaje que de hacer lo que es; que se pueda comunicar y relacionar con los otros.
La persona es una de imperecedero asombro, que es muy difícil de definir por sus distintos ámbitos y su complejidad en la sociedad. Ser persona era el honor que el ser humano tenía, ya que era el emblema del hombre, era su título de nobleza y distinción del resto. Al inicio persona era un papel que el hombre representaba en una obra teatral. Con el término persona designamos al titular de cualidades y atribuimos con este término una especial dignidad a quién se la designamos, pero también para hacer una referencia numérica.
Cuando hablamos de personas no podemos hablar de clases de personas por dos razones: Los hombres se conducen respecto de lo que son de manera distinta a lo que se conducen normalmente los individuos de una clase respecto de esta, los cuales se limitan a quedar incluido dentro de ella. 2- Con la aplicación de personas concedemos a los individuos un estatus determinado de inviolabilidad y por este estatus contraemos el deber de aceptar su relevancia. La persona pertenece siempre a una especie natural determinada, de un modo único como no lo existe en las especies.
Diferencia entre hombre y persona
Para Spemann la persona le añade todo a la esencia humana y lo que le añade es el ser alguien único. Ser persona es realizar la esencia humana común como total novedad. El hombre no ha llegado a ser persona, está en camino de ser. El hombre está abierto al infinito, sobre todo está abierto a sí mismo, a su realización como persona.
El hombre es el ser que tiene su propia naturaleza, nos dice Spaemann; en cambio la persona no es pertenencia, yo no soy persona, soy hombre, todas las cosas están en la persona, pero no son la persona, el hombre contiene el ser y su esencia, es lo que es y en la persona posee las cualidades que le distinguen. La persona es rica en contenido, porque en ella caben todos los contenidos que el hombre encierra en sí.
Los hombres poseen determinadas cualidades que nos llevan a llamarlos personas, pero a lo que llamamos personas es al portador y no a las cualidades, por las que decimos son personas. Lo más importante es la acogida que la comunidad le dé, para poder identificarlo y ser aceptado. Es en la comunidad donde se entrega y desarrolla este principio en el cual el hombre vive como persona.
¿Todos los hombres son personas? Si la racionalidad y la autoconciencia son las cualidades por cuya virtud designamos a algunos seres como personas, no es razonable denominar personas y acogerlos como tales, a aquellos hombres que no disponen de ellas. Pero si esto es la medida para llamar personas a los hombres, estamos dejando fuera al resto de la especie humana, que todavía no los tiene desarrollados, o que por motivos ajenos no los desarrolla, ni podrá hacerlo, porque los tiene atrofiados y dejamos por tanto afuera la comunidad, de personas que forman los hombres en sus familias. Y solo se formaría parte de ella por autoconciencia y racionalidad y no por nacimiento, ni por procreación.
La relación del hombre es distinta de la relación de los objetos o de las especies animales o vegetales. El hombre guarda una relación de parentesco y una identidad de su ser. Según los estudios realizados el hombre como lo conocemos hoy, tiene su genética de una mujer que vivió hace más de 200. 000 años. Vemos entones que el ser, las relaciones y funciones biológicas fundamentales en el hombre, son específicamente personales. La personalidad del hombre es el medio de su realización como persona, que le conlleva a ser una persona ética. La ética tiene su fundamento en el ser de la persona y no en el hombre como especie.
Para Kant humanidad es: la familia del hombre y lo que convierte al hombre en persona: la humanidad en tu persona y en la persona de cualquier otro. Porque todavía hay residuos del alguien o del quién, como persona. La persona es sustancia porque es el modo como es el hombre. El hombre es en su plenitud y no se hace en partes, es decir en todas sus etapas y momentos es persona.
El ser personal no es resultado de un desarrollo, sino la estructura característica de un desarrollo. El hombre no empieza hacer persona, cuando adquiere conocimiento de su yo, de su ser persona, ya lo es desde antes. Por la condición de ser personal solo puede y debe haber un criterio: la pertenencia biológica al género humano. El ser de la vida de la persona es la vida de un hombre y no se puede separar en ningún instante de su existencia. La persona es el hombre y no una cualidad del hombre.
El hombre en la sociedad y la integración humana
Rafael Alvira dice que toda actividad del hombre, y de la vida humana en su conjunto, necesita un asiento. La vida del hombre se desarrolla en la polis. Para Carl Schmitt, el hombre tiene una relación de orden jurídico con el espacio. El derecho del hombre está vinculado originalmente a la tierra. El orden jurídico es un orden del espacio: un nomo ley. El hombre es un ser terrestre; y esta condición es la condición en virtud de la cual, y según la cual, el hombre organiza su vivir.
El carácter espacial del ethos político podemos reconocerlo en Aristóteles. En la política, trata del tamaño que debe tener la polis, en el número de ciudadanos, como en sus dimensiones físicas. Divide la tierra en dos partes: una común para el sostenimiento del culto de los dioses y los gastos de comida común y la otra particular, para el aprovechamiento de cada propietario. Aristóteles recuerda que fue Hipódromo de Mileto él que diseño la ciudad ideal dividiéndola en tres partes: una sagrada, una pública y una privada.
El hombre transforma la polis en su habita, es el lugar donde habita, que organiza y lo hace a su medida, la polis es por lo tanto el hábitat o ethos humano. Para los romanos el ser ciudadanos era más un estatus social “personal” que una condición espacial “terrenal”. Existen por lo tanto dos formas de gobierno: a- político ejercía dentro del espacio del cívico y consistían verdaderamente en el orden, y despótico ejercido en las tierras de dominio.
Conclusión
La polis y el cívico constituían una medida y un orden del espacio. Pero ese espacio no era solo una realidad física, merced a esa orden, era también una realidad ética: era un ethos espacial. La acción del espacio en el cual se desarrolla el hombre se nota como dice Miquel Bastons, en la construcción de edificios, calles, plazas, etc. ese modo de vivir. Y para esto tiene el hombre que vivir en común y que adquiera cierto grado de visibilidad, es la que lleva a una ciudad a dar una imagen clara, vigorosa y unitaria de sí misma: una ciudad dotada de lo que Lynch denomina legibilidad o Maquinabilidad.
Habitar es la actividad integradora de toda otra actividad del hombre en la sociedad. La polis como sede del habitar, es el ethos, institución o comunidad que integra a todos los demás. Y la ciudadanía es la identidad humana que integra toda identidad que el hombre puede adquirir en cada uno de los ethoi, instituciones o comunidades integrados en la polis.