Una Batalla Contra El Tabaco
A todos los presentes tengan un cordial saludo en esta celebración del Día Internacional del No Fumador que es, sin duda, una fecha de enorme importancia para la salud de todas las personas. A nivel mundial, como es de conocimiento público, el tabaquismo es la primera causa de muerte prevenible, constituye uno de los mayores problemas de salud pública al ocasionar graves daños a la salud por las múltiples enfermedades asociadas, además de sus efectos negativos para el medio ambiente y la economía tanto de fumadores como de no fumadores.
La Organización Mundial de la Salud, cada 31 de mayo, hace un llamado a la comunidad internacional para crear conciencia sobre los efectos letales de la epidemia del tabaquismo y los riesgos asociados al consumo de los productos del tabaco. Hoy quiero dedicar este día de reflexión no a reiterar las cifras de enfermedad y muerte asociadas al consumo de tabaco que ustedes y yo conocemos muy bien.
Este día lo dedico a glorificar los cambios profundos en donde debemos ubicar el resultado de nuestros esfuerzos presentes y aclarar con toda certeza lo que nos aún falta por hacer. No se trata de una utopía, sino de la posibilidad real de perseverar en el cambio que haga del consumo de tabaco una cruda anécdota más de la historia de la humanidad. Glorificar las medidas que, con trabajo continuo y competene, nos llevará a la antesala de un país libre de humo de tabaco.
El tabaquismo mata y cuesta. Infartos al corazón, enfermedades cerebro vasculares, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón. Todas ellas significan una carga financiera enorme para los sistemas de salud. Sin duda son muy lamentables las muertes de personas en edad de educar a sus hijos y sacar adelante a sus familias, en edad de servir, vivir y ser felices.
Es importante recordar la magnitud global de la epidemia del tabaquismo y la necesaria movilización internacional para revertir sus consecuencias. El Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud se ha convertido, desde su aprobación en 2003, en la carta de navegación para un abordaje integral del problema del consumo de tabaco a nivel internacional, privilegiando a la salud pública sobre cualquier otro enfoque o interés.
En nuestro país la carga de enfermedad, discapacidad y muertes prematuras a causa del consumo de tabaco ha tenido una respuesta inspirada en el Convenio Marco de la OMS, que desde el plano de las políticas públicas, nos ha permitido llevar a cabo acciones legislativas, fiscales, administrativas, y por supuesto de salud pública, para reforzar el sistema de salud desde una perspectiva preventiva para reducir la prevalencia en el consumo de productos de tabaco y ofrecer a todos los que deseen dejar de fumar las alternativas terapéuticas necesarias para conseguirlo.
Para hacer frente a la epidemia del tabaquismo en Perú, contamos hoy con medidas integrales.Hemos definido espacios con acceso del público destinados exclusivamente para fumar; regulación de la importación y exportación de los productos del tabaco, de su etiquetado y empaquetado y sobre la publicidad, promoción y patrocinio del mismo. Se logró establecer el Impuesto Selectivo al Consumo del Tabaco. Se puso a disposición de los consumidores de productos de tabaco un número de asistencia telefónica que brinda atención y asesoría a todas las personas interesadas en dejar de fumar.
Destaco, también, la creación Centro de Información y Educación para la Prevención del abuso de drogas (CEDRO) cuya misión es garantizar la coordinación de los servicios preventivos y el tratamiento de las adicciones en todo el país.
El camino es largo y complejo. En la década de los cincuenta del siglo pasado fumar representó virilidad y se asoció por el cine principalmente con el éxito económico y social. Hoy la evidencia científica prueba que fumar, entre otras cosas, produce impotencia. En la década de los sesenta fumar se asoció a la independencia y a la liberación femenina. Hoy sabemos que no hay peor forma de esclavitud que depender de una sustancia para vivir.
Espero que en un futuro reconozcamos que era una adicción ante la cual la fuerza de voluntad no bastaba y que hubo una época en la que no se conocían los terribles daños que producía a la salud el fumar. Para llegar a esta realidad futura pero trabajada desde el presente, seguiremos impulsando las medidas indispensables de promoción de la salud.
Hoy celebramos los avances y reconocemos la dimensión de los nuevos retos. Hoy redoblamos los esfuerzos y ponemos nuestras capacidades para consolidar las políticas públicas que controlen el tabaco y mantengan informada de manera permanente a la población sobre sus devastadores efectos.
Y a los fumadores, aquellos que desean dejar de fumar, los exhorto a que recuperen su salud, porque, como dijo el gran dramaturgo español Calderón de la Barca: “La mejor victoria está en vencerse a sí mismo”.
La victoria personal contra cualquier adicción es la mayor batalla de la vida. Muchas gracias.