Virus De La Hepatitis C Y Formas De Diagnosticar La Enfermedad
Cuando hablamos de la Hepatitis C nos referimos a una enfermedad infecciosa de tipo vírica que provoca principalmente que el hígado se inflame, lo cual puede ocasionar muchas veces un grave daño hepático. La propagación de este virus se da a través de una sangre que ya está contaminada.
No ha pasado mucho tiempo, desde que esta infección era tratada mediante la ingesta de medicamentos y inyecciones que tenían que ser aplicadas semanalmente, pero que a causa de otros problemas en el organismo o ciertos efectos secundarios que no eran correctos, las personas no podían seguir con este tipo de control.
Hoy en día, las cosas ya han cambiado. Actualmente, el virus del VHC ya sea agudo o incluso crónico, pude tener la posibilidad de curarse mediante la ingestión de medicamentos orales en un lapso de dos hasta seis meses, durante todos los días.
Sin embargo, según estudios y datos estadísticos realizados se ha podido estimar que, aproximadamente la mitad de todos los pacientes con el virus del VHC no tienen ni idea que padecen de la infección, debido en primera instancia a que no presentan ningún síntoma, ya que estos pueden demorarse incluso décadas en presentarse. Por consiguiente, todos los Centros dedicados a controlar y prevenir las enfermedades siempre están recomendando que se practique un análisis de sangre por una única vez a todo aquel que muestre una alta probabilidad de adquirir dicha infección. Se dice además que la primera población de riesgo es aquella formada por todo individuo que ha nacido entre los años 1945 hasta 1965, ya que es un grupo posiblemente con cinco veces más probabilidades de hacerse de la infección, con diferencia de las personas que han nacido en años distintos.
Cabe destacar que el virus de la Hepatitis C, puede cambiar desde un tipo de enfermedad que solo sería leve y duraría unas cuantas semanas, hasta una grave patología que podría ser para siempre; de allí su clasificación como aguda o crónica.
Formas de diagnosticar la Hepatitis C
Cuando existe una persona que presenta razones, motivos o se encuentre en un estado que le haga dudar sobre un posible contagio de la Hepatitis C, tendría que de forma inmediata dirigirse donde su médico o profesional de la salud, para que así este le solicite un examen o análisis de sangre, que vendría siendo la técnica más certera de conocer si algún individuo se ha infectado con dicho virus. En definitiva la ejecución de este proceso permitirá localizar mediante de la sangre un determinado tipo de anticuerpos que se enfrentarían al virus de la Hepatitis C.
Para el diagnóstico de esta infección, se deben seguir dos etapas:
- Realización de un examen serológico para detectar anti-VHC.
Nuestro cuerpo tiene la capacidad de producir y generar anticuerpos que tienen la capacidad tanto de encontrar como de destruir todo tipo de moléculas que estos consideren “extrañas”. En el caso del virus de la Hepatitis C los anticuerpos producidos van a ser muy específicos para esta enfermedad. Dado a esto, si se llegase a detectar los anti-VHC en la sangre, podríamos decir que aquel individuo ha estado en relación con dicho virus.
Hay que recalcar que el cuerpo puede tardar, hasta dos meses en dar producción a estos anticuerpos. Por ende es muy probable que si se realiza este proceso durante este lapso de tiempo, se complique o no se puedan hallar estos agentes, orientando así a que los pacientes vuelvan a realizarse esta técnica antes de que pasen seis meses.
Si por casualidad esta prueba sale positiva, entonces es necesario acudir rápidamente a la segunda etapa.
- (PCR) o La Prueba de Reacción en Cadena Polimerasa.
Aunque en primera instancia exista la presencia de anticuerpos en el organismo de una persona, esto no es motivo suficiente para confirmar que en definitiva ya se padece de dicha enfermedad, ya que puede ser que este mismo haya contraído el virus, pero de la misma forma este pudo haber superado la infección.
En este caso, la prueba final que nos permitirá llegar a una conclusión, es la medición del ARN del VHC que se encuentre en la sangre, es decir, medir el gen del virus. Y si el resultado de este procedimiento es positivo, ahora ya se podría dar por confirmada la infección por esta Hepatitis en la persona.
A través de esta prueba, se puede identificar también:
- Cuál es el genotipo del virus en la infección.
- La carga viral
Además de este diagnóstico, el Doctor también podría sugerir un examen a las transaminasas de la sangre. En sí las transaminasas vendrían siendo un tipo de enzima fabricado por el organismo en el momento de la inflamación del hígado, por lo que pueden ayudar a identificar la presencia de una posible infección.
Finalmente, una biopsia de hígado, puede ser una práctica recomendada por el médico, siempre y cuando ya se conozca la presencia de la infección y su genotipo. A través de este método se podrá saber el nivel o grado de lesión que tiene el hígado, basándose tanto en la inflamación y las cicatrices que se presenten.
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