Yanacocha: Una Corporación Práctica De Desarrollo Insostenible
Introducción
La actividad económica de la minería es una de las más importantes del Perú dado que esta aporta el 14.36%, y se ubica en segundo lugar después de la manufactura que representa el 16.52% dentro de la conformación del Producto Interno Bruto peruano (Semana Económica, 2019), por lo tanto, la actividad minera es uno de los pilares fundamentales de la economía del país.
Adicionalmente, a nivel internacional Perú se ubica entre los primeros productores de oro, plata, cobre, plomo, zinc y hierro del mundo, lo que hace de este país un objetivo para las corporaciones mineras internacionales y además son materias primas utilizadas a por las industrias de la tecnología por lo que representa una cifra significativa en las exportaciones, en los tributos y en la generación de empleo.
No obstante, la minería también origina impactos significativos al ambiente, lo que se deriva de su actividad por el uso de sustancias contaminantes y el excesivo uso de agua. Un daño ambiental ocurre cuando se produce la pérdida, disminución o degradación de uno o más de los componentes ambientales.
Entre ellos, está la alteración de cuerpos de agua, aire, suelos, flora, fauna y paisajes, la deforestación de bosques, y la eliminación o disposición inadecuada de residuos minerales. Sin embargo, esto no es lo único negativo que produce la actividad minera, debido a la participación de las empresas multinacionales en la actividad y su objetivo principal lograr el mayor beneficio posible y reducir los costos al máximo. Es por esto que los problemas derivados de la actividad minera suman también las afectaciones de los pobladores, tanto en ámbito social como en el de la salud.
Desarrollo.
Si bien, la minaría es una actividad económica, es su mayor parte realizada por empresas privadas que buscan los beneficios económicos reduciendo al máximo sus costos para lograr establecer economías de escala, existen otros costos que las corporaciones no asumen y externalizan. De esta manera, se logra asimilar unos costos de producción menores por parte de la empresa y la sociedad asume, ignorando el valor y las consecuencias, los que estas externalizan.
Estos costos se catalogan por el Teorema de Coase como fallas del mercado, se puede decir que los modelos de mercados capitalistas en los cuales se buscan solo las máximas ganancias a los menores costos es necesario externalizar aquellos que podemos evitar. Es el resultado de no tener claras los derechos de propiedad de los bienes involucrados en la explotación minera, por un lado, está claro que la minería tiene un área específica de influencia, es decir donde realiza su actividad. Por lo cual pagó una cantidad de dinero para adquirir el derecho de propiedad sobre la tierra que trabaja, adicionalmente también hay un intercambio legal por los servicios que se le prestan a la minera, entre los que se encuentran los servicios públicos que le presta el Estado.
Sin embargo, establecer los derechos de propiedad sobre los bienes como el agua, el aire, el medio ambiente o la biodiversidad de una zona geográfica es supremamente complicado y desgastante sin la intervención del Estado. La dificultad de definir los derechos de propiedad suele ser un obstáculo fundamental a la hora de encontrar soluciones auto correctivas basadas en el modelo de mercado con la visión de la corporación como regla imperativa, porque los efectos indirectos de la actividad de producción o consumo pueden afectar a los bienes públicos, que son un tipo especial de externalidad.
Estos bienes se ciñen a dos principios: la imposibilidad de exclusión (quien produce o mantiene un bien público, aun a título oneroso, no puede impedir que otros se beneficien de él) y la no rivalidad (el consumo que hace uno no reduce la oportunidad de consumo de otros). Si los beneficios privados son pequeños en relación con el beneficio social, pero los costos privados de suministrar el bien público son grandes, es posible que nadie lo suministre. La importancia del problema del bien público está reconocida desde hace tiempo en el campo de las finanzas públicas.
El problema del bien público es especialmente notable en el campo de la economía ambiental, que trata en gran medida del análisis y la solución de cuestiones vinculadas a externalidades. El aire puro, el agua potable, la biodiversidad y la existencia de poblaciones sostenibles de peces en alta mar son bienes que se ciñen mayormente a los principios de imposibilidad de exclusión y no rivalidad.
Son bienes gratuitos, producto de la Naturaleza y a disposición de todos. No están sujetos a ningún derecho de propiedad bien definido. Por lo tanto, ni los hogares ni las empresas les atribuyen suficiente valor, y no es factible llegar a un resultado de mercado eficiente a través de la negociación. En otras palabras, las cuestiones ambientales suelen enfrentar un problema de acción colectiva.
Por lo tanto, para las corporaciones es supremamente fácil externalizar los daños de contaminación causados a las fuentes de agua por el vertimiento de químicos, al aire por la producción de CO₂ y demás prácticas derivadas de su actividad. Si bien, los derechos de propiedad sobre el medio ambiente están establecidos en tratados internacionales y protegidos por organizaciones no gubernamentales, cada país está en el derecho de ejercer una protección de estos de manera efectiva mediante legislación o, por el contrario, permitir que las multinacionales saquen provecho a los vacíos legales o no adoptando la regulación internacional del cuidado de los recursos naturales.
Conclusión.
En Perú, la principal actividad extractiva es la minería. Sin embargo, conocer su impacto, más allá de su contribución en las cifras agregadas de la economía. Si bien la actividad extractiva trae consigo crecimiento económico relativo para un país, también es necesario analizar los impactos de las externalidades respecto a las dinámicas directas e indirectas de esta actividad en el desarrollo local y nacional, los desenlaces sociales y las políticas institucionales pendientes.
