Aceptación de la Diversidad Cultural en la Película Quiero Ser como Beckham

“Quiero ser como Beckham” es una película británica estrenada en 2002 y dirigida por Gurinder Chadha (Kenia), una mujer británica de origen familiar hindú. La película toca un tema tan marginal en el mundo del deporte como el fútbol femenino, pero lo que más se valora son los aspectos mentales, psicológicos, sobre todo culturales, que influyen en una persona.

En la película, la protagonista Jess es una chica de origen hindú que vive con sus padres en Inglaterra. Con dieciocho años y una vida bastante tranquila, su gran problema es quesus padres quieren que sea una encantadora y convencional chica india, que encuentre un buen marido y se case con él según sus costumbres. Pero su gran sueño es poder jugar al fútbol como su héroe, David Beckham, la estrella del Manchester United y un ídolo para todos los jóvenes.

Jess ve como una quimera la posibilidad ya no de jugar al fútbol en un equipo sino de ser profesional debido a su situación en casa. El pensamiento de todos los integrantes de esta cultura incluso de la familia es bastante tradicional, piensan que la vida de una hija debe estar dedicada a complacer a sus progenitores más que al mero hecho de ser feliz.

La vida de una chica india está en gran parte planeada para casarse con un hombre indio o bien ir a la universidad o bien dedicar su vida a las labores de la casa y a cuidar a su marido. No obstante, el fútbol como profesión para una mujer no entraba en los planes “normales” de ninguna familia y mucho menos en una familia tan tradicional como la de Jess. Por todo ello, Jess tiene realmente difícil cumplir su sueño, llegar a ser algún día una jugadora profesional.

Las cosas cambiarán para Jess cuando conozca a Jules, una chica que juega en un equipo de fútbol femenino local. Para ella eso implicaría dejar de darle patadas a un balón en el parque con sus amigos, y poder practicar el deporte de una forma mucho más seria junto a chicas de su misma edad con las que comparte los mismos sueños. Al tiempo que se va consolidando la amistad entre las dos jóvenes, el equipo empieza a viajar para jugar en otras ciudades. Mientras, los padres de Jess no entienden por qué ella no se calma, estudia Derecho y aprende a cocinar; no comprenden por qué no hace como su hermana mayor, Pinky, que está prometida con el hombre adecuado. Jules, por su parte, sueña con jugar en la liga femenina de fútbol de Estados Unidos, pero lo que desea su madre es que sea un poco más femenina.

El fútbol femenino es visto como un deporte marginal por parte de las dos familias y la sociedad. Las jugadoras de fútbol en un país como Inglaterra no tienen oportunidades para ganarse realmente la vida con este deporte y tienen que irse a EEUU, donde el fútbol femenino tiene mucha más importancia, más trascendencia, es profesional y está remunerado.

En cuanto al aspecto psicológico de los personajes, la familia de Jesminder es una familia tradicional, compuesta por Jess, sus padres y su hermana mayor. Se trata de una familia muy fiel a su cultura y sus valores que tratará que su hija siga los mismos pasos que ellos, pero Jess se comporta de forma “rebelde”, es admirable su tenacidad y su constancia, todo lo contrario que su hermana mayor, quien representa el papel de la mujer ejemplar, tradicional, “débil” y sumisa de India, tal cual como le enseñó su madre.

El señor Bhamra, el padre de Jess, es un hombre que ha crecido en una cultura completamente distinta de la acogida (la británica), por lo tanto, durante la película muestra muchas dificultades en adaptarse a la vida británica. Los padres de Jess no consiguen entender el comportamiento de su hija. Por otro lado, la familia de Jules es una familia totalmente occidental, mucho más individualista, compuesta únicamente por Jules y sus padres. A pesar de ello, en la película veremos que los valores de sus padres tampoco encajan demasiado con los de Jules, especialmente los de su madre, ya que piensa que jugar al fútbol hace que su hija sea menos femenina y lo correcto sería ponerse vestidos y tacones. Los contrastes culturales y costumbres influyen de manera diferente en cada personaje.

Vivimos en un mundo cada vez más disperso, donde las diferencias culturales van emborronándose y, como consecuencia, tenemos que hacer un esfuerzo por conciliar las pequeñas diferencias que puedan surgir, por buscar un equilibrio y un aprendizaje mutuo entre ambas culturas, de este modo crear una convivencia intercultural. “Quiero ser como Beckham” es un ejemplo de integración de culturas y de cómo nuestras sociedades están cambiando con el paso del tiempo.

En primer lugar, me gustaría comentar el papel de la cultura. Desde mi punto de vista, la cultura funciona como un filtro sobre nosotros, nos define, nos caracteriza y nos une, pero a la vez nos diferencia y nos divide por “grupos”. Sin embargo, las diferencias culturales se van perdiendo al paso del tiempo pero conservando aún algunos aspectos propios. Es decir, gracias a los avances tecnológicos y a causa de las inmigraciones, las nuevas generaciones de hoy en día no solo tienen una sola cultura, sino una fusión de muchas.

Este aspecto se refleja en el personaje de Jess, quien ha absorbido dos culturas al mismo tiempo, esto hace que no quiera obedecer a las órdenes de sus padres. Sin embargo, aunque Jess haya absorbido cultura británica, aún conserva parte de cultura hindú, esto le ha causado dificultades en la integración al equipo. Tal como surge en la escena cuando Jess se niega a ponerse pantalón corto para jugar porque tiene una malformación en la rodilla debido a un accidente y no quiere enseñarla. Pero personalmente pienso que la razón por la que no quiere enseñar las rodillas es porque su madre siempre le ha transmitido la idea de que mostrar las rodillas es una deshonra para una chica.

La madre de Jules representa la imagen de la típica mujer británica moderna y tolerante. Pero en el fondo aún conserva el estereotipo cultural de la “mujer perfecta”, piensa que una chica decente debe llevar vestidos y tacones. Así muestra su desacuerdo en una conversación «¿Cuándo vas a darte cuenta de que tengo una hija con tetas y no un hijo? Ningún chico querrá salir con una chica que tenga más músculos que él». De hecho, también sospecha que su hija sea homosexual por la ropa que lleva. No obstante, Jules piensa totalmente lo contra de su madre, ya que ella ha absorbido parte de educación basada en la libertad, fuera de los estereotipos clásicos. Así muestra Jules su descontento hacia su madre «Que lleve chándal y juegue a fútbol no quiere decir que sea lesbiana».

Por otra parte, pienso que el entrenador y el padre de Jules son la clave de la película, ellos son unos de los pocos que apoyan a las dos chicas, sobre todo el entrenador, quien motivó a Jess para que se pusiera pantalón corto y convenció a los padres para que su hija participara en la final. Desde mi punto de vista, la actitud del entrenador y del padre de Jules hacen posible una convivencia intercultural. El entrenador ha conseguido crear comunicación y diálogo entre los padres de Jess y su hija.

Vivimos en una sociedad intercultural, lo que significa que nos encontramos y nos relacionamos con distintas culturas constantemente, en ocasiones, las relaciones interculturales provocan conflictos y tensiones, por lo que es necesario actitudes de escucha, dialogo y respeto con el fin de construir relaciones donde el aprendizaje mutuo sea el protagonista entre las culturas que conforman la sociedad. Pero en mi opinión, pienso que la convivencia intercultural en un futuro será más difícil de conseguir, ya que vivimos en un mundo donde todas las cosas van a un ritmo muy rápido, la gente no se parará a escuchar y dialogar.

En resumen, la cultura nos define, nos une y nos divide, pero lo que realmente sostiene y relaciona todas las culturas es nuestra actitud. Como dice Raúl Fornet Betancourt, la interculturalidad no se entiende como una posición teórica ni como un diálogo entre culturas o tradiciones distintas, sino como una “postura”. Una actitud del ser humano que se dispone a vivir sus referencias identitarias en relación con otros, es decir, la propia cultura con otra. Se trata de una actitud que abre al ser humano hacia un proceso de reaprendizaje y de reubicación cultural y contextual, ya que por sacarnos de nuestras seguridades teóricas y prácticas, nos permite percibir el analfabetismo cultural del que nos hacemos culpables cuando creemos que basta una cultura, la “propia”, para leer e interpretar el mundo.

01 August 2022
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