Adicción Al Teléfono Inteligente Y Su Efecto En La Salud De Los Adolescentes
El uso inmoderado del celular se puede convertir en una adicción que puede desencadenar comportamientos similares a los de una persona adicta al alcohol o drogas, como depresión, aislamiento, agresión, irritabilidad, falta de concentración e incluso cometer actos delictivos para pagar la misma. Esto afecta mayormente a los adolescentes, ya que están en la etapa en la cual desarrollan su personalidad y si esta adicción no es controlada puede traer problemas en la salud de la persona.
Los teléfonos inteligentes nos mantienen conectados con personas que están lejos geográficamente, pero el abuso del celular puede desarrollar una gran dependencia de este, esto, crea la necesidad de revisar las notificaciones a cada instante, también a responder los mensajes de las redes sociales de manera inmediata. Esto se ve reflejado más en los jóvenes hoy en día provocando un desequilibrio químico en el cerebro.
Hay varios factores que dan notar la existencia de esta adicción, uno de ellos es no dejar el teléfono en ningún momento, si en algún momento llegase a olvidarlo, presenta malestar e incomodidad, cambios en el hábito del sueño, entre otros mas que nos ayudan a que se pueda identificar el problema con mas facilidad.
Esta adicción provoca que creamos que nuestra vida “real” se encuentra tras la pantalla del móvil y no en el mundo exterior, lo que hace que al momento de socializar con otra persona cara a cara sea mas difícil, ya que estamos acostumbrados a relacionarnos por medio de las redes sociales. También, debido a estar todo el tiempo conectados en el celular, hace que se descuide sus estudios y por lo tanto las calificaciones comienzan a verse afectadas.
Puede causar estrés, debido a la necesidad de estar siempre pendiente de las notificaciones, de llamadas. Otra consecuencia es que puede causar una enfermedad en el sistema inmune, ya que el teléfono puede estar lleno de gérmenes y con su constante uso podríamos llegar a contraer algún tipo de enfermedad. Las radiaciones emitidas por el celular también son pueden traer consecuencias que se las relaciona con el cáncer.
Debido a que la mayor parte del tiempo debemos usar los dedos para manejar el teléfono, pueden existir dolores e inflamaciones en las articulaciones, el dolor de espalda también se va a hacer presente si mantiene el celular entre los hombros y el cuello.
Mirar el teléfono constantemente puede traer problemas en la visión, provocando que esta se pierda poco a poco, ya que emite una luz de ondas cortas, por ello es importante evitar usar el móvil antes de irnos a dormir, ya que esto provoca problemas para conciliar el sueño. Estudios realizados determinan que estas luces artificiales pueden hacer que se suprima la elaboración de melatonina lo que hace que se interrumpa el ciclo cardíaco lo que a su vez disminuye la calidad del sueño. También podemos decir que al usar el móvil antes de dormir nuestro cerebro resulta “engañado”, ya que al ver la del aparato cree que es de día y por lo tanto se produce el insomnio.
Un estudio sobre el uso de teléfonos en jóvenes realizado por Choliz, Villanueva y Choliz (2009), revela que los adolescentes entre los 14 y 18 años tienen mas dificultades para abstenerse a usar los aparatos móviles, también se señaló que el 53% de ellos presentan nomofobia. La nomofobia es el miedo a estar sin teléfono y los servicios que proporciona, presenta síntomas como nerviosismo, dolores de cabeza, miedo, taquicardia, dolores estomacales o algún pensamiento obsesivo.
La adicción al teléfono inteligente puede causar un desequilibrio químico en el cerebro, lo cual nos lleva a depresión y ansiedad, según un estudio realizado por la Universidad de Corea difundido en Estados. “Cuanto mayor es el índice, mayor es la adicción” dijo Hyung Suk Seo, profesor de Neurorradiología, encargado de la investigación.
Al estudio se sometieron 38 jóvenes, de los cuales 19 eran considerados adictos al celular. Para la realización de la investigación los expertos les realizaron a todos un test en el que se determinaba el grado de dependencia de las cuestiones relativas abordadas en la rutina diaria, vida social, patrones de sueño, productividad, también emplearon espectroscopias de resonancia magnética, con el fin de medir la composición del cerebro. Llegando así al resultado que los jóvenes adictos eran los que presentaban un mayor índice en su test y que sus niveles de ácido aminobutírico (GABA) y glutamato/glutamina (Glx), eran mayor en los que dependían de los móviles, esto explica por qué puede influir en el insomnio y en la depresión.
De estos jóvenes resultantes adictos al teléfono, 12 fueron sometidos a terapia de comportamiento cognitivo como parte del estudio, durante nueve semanas y se pudo apreciar un cambio notable, para comprobarlo fueron sometidos nuevamente a las pruebas realizadas anteriormente, resultando unos valores menores a los del primer estudio.
Sabiendo esto podemos decir que los adolescentes dependientes de un teléfono inteligente son menos felices que un adolescente no dependiente, basándome en una encuesta aplicada por Twenge y sus colegas, la cual fue realizada a adolescentes de entre 15-18 años en la cual se les preguntaba sobre la frecuencia de uso de aparatos electrónicos y preguntas sobre su felicidad e interacciones sociales. Se logró determinar que los que practicaban actividades como el deporte, la lectura y las relaciones cara a cara frecuentemente eran mas felices que los que no.
La adicción al celular ya no es un tema que preocupa solamente a sociólogos y psicólogos, sino a compañías que vendes y producen estos productos. Se conoce de un movimiento llamado “Bienestar digital” el cual busca disminuir el tiempo que pasamos frente a una pantalla, nos ofrece herramienta que nos permite desconectarnos y no vivir pendientes de un dispositivo móvil. “El celular es una herramienta muy útil y, de hecho, es uno de los inventos más importantes de los últimos tiempos, pero ciertas cosas, como las redes sociales, han terminado saliéndose de control y generan adicción en muchos individuos”, dice Arturo Goga (experto en nuevas tecnologías).
La dependencia a un “smartphone” está ocasionando que nos volvamos “cerebros perezosos”, ya que esto hace que cada vez nos interesemos menos en buscar las respuestas a algo y solo con abrir una app podemos obtener varias respuestas a la vez, esto a su vez afecta a nuestra memoria, ya que al no ejercitar nuestro cerebro y mantenerlo en ocio hace que tengamos una memoria a corto plazo, lo cual nos dará problemas en el ámbito académico porque se nos hará difícil recordar lo aprendido con anterioridad.
Podemos concluir que la adicción a un teléfono móvil inteligente afecta mayormente a los jóvenes, los cuales sufren un desequilibrio químico en su cerebro llegando así a la depresión, ansiedad, irritabilidad, entre otras. También presentan estrés, afectaciones en las articulaciones de los dedos, riesgo a contraer alguna enfermedad por gérmenes, disminución de la vista. Otra afección que nos produce esta dependencia es el insomnio, la cual se produce porque nuestro cerebro es engañado con la luz del día, “ahuyentando” así el sueño por las noches. En el ámbito académico también produce afecciones, ya que hace que nuestro cerebro se vulvas mas perezoso y le cueste trabajar y concentrarse. Una buena forma de empezar a disminuir esta adicción es reconociendo que está mal y tomando medidas para poder usar menos este aparato digital, podemos comenzar a practicar alguna actividad fuera de casa, pasar tiempo en familia o con amigos, y en las noches apagarlo un tiempo antes de irnos a dormir.