Alcohol y Amnesia en Universitarios de Argentina y España
El objetivo del presente estudio es estimar la prevalencia de episodios de amnesia anterógrada sin pérdida de conciencia generada por el alcohol. Del mismo modo, puntualizar sus predictores en estudiantes universitarios de España y Argentina. Por medio de un cuestionario anónimo y autoadministrado, se evaluaron diversas variables sociodemográficas, prevalencia vital, anual y mensual de episodios de amnesia anterógrada, la ingesta habitual del alcohol y los trastornos por su uso, y, por último, el consumo de otras sustancias psicoactivas. Fué estimada la adecuación de los predictores con regresiones logísticas.
Participaron 320 españoles (18 a 54 años, 83% mujeres) y 472 estudiantes argentinos (18 a 52 años, 81% mujeres); por otro lado, la prevalencia anual de episodios de amnesia anterógrada fue de 47% y 28% respectivamente. Aunque existieron diferencias entre otros predictores, la mayor probabilidad de experimentarlo fue entre quienes presentaban consumo excesivo episódico o trastornos por uso de alcohol. Es decir, haber tenido un episodio de amnesia anterógrada alguna vez aumentaría su frecuencia.
La Organización Mundial de la Salud (1994), citada por Conde, Remaggi & Cremonte (2014) afirma: el consumo de riesgo de alcohol, es un patrón de consumo que aumenta el riesgo de sufrir consecuencias nocivas. Asimismo, mantiene un importante rol en la morbilidad y la mortalidad de los estudiantes universitarios (Hingson, Heeren, Zakocs, Kopstein, & Wechsler, 2002, citado por Conde et al., 2014)). Y no sólo se afecta o deteriora la vida de los estudiantes que beben (menor rendimiento atlético y académico, lesiones y otras enfermedades, relaciones sexuales sin protección y no buscadas, etc.) sino que en su entorno se encuentran otras personas que a menudo sufren las consecuencias de su accionar (vandalismo, violencia sexual y física, etc.) (Perkins, 2002, citado por Conde et al., 2014). Muchas de estas conductas son llevadas a cabo durante episodios conocidos como blackouts o episodios de amnesia anterógrada (White, Jamieson-Drake, & Swartzwelder, 2002., citado por Conde et al., 2014).
Efectos del consumo de alcohol en la juventud
Diversas investigaciones concluyen que el consumo de alcohol en la juventud genera efectos nocivos que se extienden a toda la vida. En una revisión reciente Zeigler et al. (2005) citado por Conde et al., (2014) coinciden en que se asocia con perturbaciones en la salud mental como trastornos del estado de ánimo, depresión, trastornos del sueño e ideaciones suicidas. Asimismo, aumenta la probabilidad de padecer trastornos como la dependencia o el consumo perjudicial y enfermedades concomitantes en la adultez. Por otro lado, afecta en gran medida el aprendizaje y la memoria, debido a que hasta alrededor de los 20 años se desarrolla el hipocampo, primordial para ambos procesos y muy sensible a los efectos químicos del etanol.
Amnesia Anterógrada, Alcohol y Factores Asociados
Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (2013) citado por Conde et al., (2014) Definida como todo episodio de amnesia anterógrada (EAA) sin pérdida de conciencia resultante de la ingestión de alcohol, el blackout conformaría un factor de riesgo para déficits cognitivos a largo plazo. Aun cuando es un síntoma asociado al alcoholismo, es considerado como la consecuencia de consumo de alcohol más frecuentemente informada incluso por personas sin trastornos por uso de alcohol (Nespor, 2004; Zucker, Austin, & Branchey, 1985; Knibbe, Derickx, Kuntsche, Grittner, & Bloomfield, 2006; Rose & Grant, 2010, citados por Conde et al., 2014).
A lo largo de un EAA la función cognitiva más alteradas es la memoria, mientras que las demás funciones en comparación a esta, permanecen relativamente inalteradas; esto da a entender que se podría conversar o llevar a cabo diferentes conductas. Por otro lado autores como Lee, Roh, & Kim (2009) citados por Conde et al., (2014) afirman que las expectativas de intoxicación con alcohol son distorsionadas, percibiendo de este modo, sólo los aspectos positivos. En consecuencia, los estudiantes universitarios que han vivido dicha experiencia, tienden a valorarla como neutral o positiva. Del mismo modo, se plantea que algunas diferencias individuales como lo es un posible componente genético, aumentan la predisposición al EAA, es decir, interactúan con la frecuencia de intoxicación. Asimismo, aquellos que previamente tuvieron experiencias de un EAA parecen ser más propensos a mostrar déficits en el recuerdo de episodios o eventos (Miller, Hertel, Saucedo, & Hester, 1994; Wetherill & Fromme, 2011; Mallett, Bachrach, & Turrisi, 2008; Nelson et al., 2004, citados por Conde et al., 2014).
Por otro lado, diversos autores citados por Conde et al., afirman que el crecimiento rápido del nivel de alcohol en sangre también se relaciona con el EAA. Permitiéndole determinar una prevalencia mayor a El rápido crecimiento del nivel de alcohol en sangre también se relaciona con el EAA (Alderazi & Brett, 2007; Perry et al., 2006; Rose & Grant, 2010; White, 2003, citados por Conde et al., 2014). Pudiendo determinar una prevalencia mayor en universitarios varones, ya que suelen consumir más rápidamente las bebidas alcohólicas (Rosenbluth, Nathan, & Lawson, 1978, citados por Conde et al., 2014). No obstante, por diferencias farmacocinéticas y de la composición corporal, entre los estudiantes universitarios, las mujeres son más susceptibles al EAA y tardarían más tiempo en recuperarse de los daños cognitivos (Hunt, 1993; Rose & Grant, 2010; White, 2003, citados por Conde et al., 2014).
Dado a que el alcohol interactúa con diversas sustancias psicoactivas a nivel neuroquímico como los medicamentos con benzodiacepinas o marihuana, se elevan las posibilidades de experimentar EAA (Alderazi & Brett, 2007; White, 2003., citados por Conde et al., 2014)
Alcohol y Estudiantes Universitarios en Argentina y España
Debido a flujos migratorios que se han producido durante siglos, Argentina y España se observan influenciadas mutuamente en diversos aspectos culturales (Míguez, 2005, citado por Conde et al., 2014). Por otro lado, autores afirman que Europa es la región del mundo con mayor consumo de alcohol. La Organización Mundial de la Salud (2011) citada por Conde et al., (2014) afirma: La ingesta per cápita en países como España asciende a más de 11 L anuales; en Argentina, primer país de América en lo que a consumo per cápita se refiere, esta cifra es de 10 L anuales. Donde en ambos contextos, el alcohol se ha visto asociado a actos de violencia y lesiones y los jóvenes han cambiado de modo preocupante la forma en que consumen alcohol (Calafat Far, 2007; Míguez, 2005, citado por Conde et al., 2014). En España se valora una prevalencia de consumo de riesgo de 37% en los universitarios. Mientras que en Argentina, resultados previos de una muestra de la Universidad Nacional de Mar del Plata revelaron una prevalencia de CEEA de casi 40% (Cremonte, Conde, & Remaggi, 2009; Caamano-Isorna, Corral, Parada, & Cadaveira, 2008, Citados por Conde et al., 2014). En dichos países, la mayoría de los universitarios creen que beber no traerá consecuencias negativas y no conciben la intoxicación a causa del alcohol como un problema.
A pesar de sus Consecuencias dentro de la salud pública, los estudios sobre la prevalencia y factores asociados al EAA son escasos, provienen mayormente de Norteamérica y sus resultados suelen diferir. Por ejemplo, en Estados Unidos se estima una prevalencia para el último año de entre 25% y 40% en universitarios, mientras que en Brasil es del 10% en estudiantes de secundaria. Según los resultados de diversas investigaciones bibliográficas, solo se encontró un estudio, entre otros, con datos sobre la prevalencia de EAA en la población general de España, siendo de 10% en varones y 8% en mujeres (Knibbe et al., 2006; Wechsler et al., 2000; Zeigler et al., 2005; Leite Vieira, Ribeiro, Romano, & Laranjeira, 2007, citados por Conde et al., 2014;), por último, en Argentina no se encontraron estudios en el tema.
Objetivos e Hipótesis
Con la finalidad de realizar aportes en este tema, este trabajo tiene por objetivo llevar a cabo una aproximación a la determinación del EAA en dos poblaciones de estudiantes universitarios: la de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) en Argentina y la de la Universidad de Jaén (UJA) en España. Además, se describirá la relación con variables sociodemográficas (sexo, edad y nivel económico), se identificarán posibles factores predictivos y se estimará la probabilidad de experimentar un EAA. Se estima que la prevalencia anual de EAA sea más grande entre quienes tengan una mayor frecuencia de consumo, consuman habitualmente cantidades altas de alcohol, tengan problemas relacionados con el alcohol, y consuman otras sustancias psicoactivas. Por último, se pretende que habrá mayor prevalencia mensual de EAA en personas que ya lo hayan experimentado alguna vez en la vida. Se busca así contribuir al estudio de las consecuencias perjudiciales del consumo de alcohol en estudiantes universitarios, específicamente a la comprensión de los efectos del consumo de alcohol en la memoria.
Metodología
La metodología va direccionada a cumplir los objetivos de la investigación que se basa en comparar ambos resultados de las universidades en dónde se llevarán a cabo que son: la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) en Argentina y la Universidad de Jaén (UJA) en España. La población escogida fueron estudiantes de Psicología de ambas universidades, la muestra de la UNMdP estuvo constituida por 472 estudiantes entre los 18 y 52 años, por el contrario en la UJA se constituyó por 320 estudiantes entre 18 y 54 años.
El diseño del estudio fue descriptivo transversal, lo que, según Veiga, de la Fuente y Zimmermann (2008) significa que se busca describir un fenómeno dentro de la muestra estudiada sin realizar una intervención, es decir, describir la frecuencia con la que ese fenómeno se presenta en la muestra poblacional. Se tuvieron en cuenta algunas características para evitar los sesgos durante la recolección de datos, las características propuestas por Conde, Remaggi & Cremonte (2014) fueron: “no vínculo entre los encargados de la recolección de datos y los participantes, utilización de un cuestionario autoadministrado estructurado, anonimato y ocultación de las hipótesis de trabajo a los estudiantes, entregándoles sólo información general sobre el estudio” (p. 40).
En cuanto a las variables que se tuvieron en cuenta y sus respectivas evaluaciones se tuvieron en cuenta cuatro de ellas que son:
- Consumo habitual de alcohol: Hace referencia a la frecuencia de consumo habitual de alcohol y a la cantidad que se bebe. Esta variable fue evaluada a partir de las unidades estándar que se establecieron para cada uno de los contextos, es decir, Conde, Remaggi & Cremonte (2014) consideraban “como positivo a quién en los últimos 12 meses hubiese consumido cinco o más unidades estándar de alcohol en una ocasión, al menos una vez al mes” (p. 41).
- Trastornos por uso de alcohol: Se identificaron los trastornos presentes por el uso de alcohol partiendo de lo planteado en la International Classification of Diseases (ICD) y en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM). Para evaluar este componente se utilizó la Entrevista de Diagnóstico Internacional Compuesta, específicamente la Sección de Alcohol.
- Consumo de otras sustancias psicoactivas: Por medio de una pregunta diseñada ad-hoc se indagó sobre el consumo de sustancia psicoactiva distinta del alcohol.
- Variables sociodemográficas: Se evaluó teniendo en cuenta la edad, sexo y el ingreso total mensual del hogar de cada participante.
Finalmente, la recolección de datos en la UNMdP fue en el mes de noviembre del 2008, y en abril y junio del 2009, por el otro lado la UJA recolectó los datos en febrero y marzo del 2013. Durante el desarrollo de los cuestionarios estuvo presente asistentes entrenados para responder preguntas e inquietudes respecto a las pruebas.
Teniendo en cuenta la información de la metodología se realizarán críticas positivas y negativas respecto a ella. En cuanto a los aspectos positivos, se destacan los contextos escogidos para la realización de las pruebas, ya que, son contextos diferentes en cuanto a variables socio-económicas que pueden influir de manera significativas para el cumplimiento del objetivo que es, según Conde, Remaggi & Cremonte (2014) es “realizar una aproximación a la determinación del EAA en dos poblaciones de estudiantes universitarios” (p. 39). Otro de los aspectos a resaltar son las diferentes variables que se utilizan para obtener resultados, estas variables permitieron un mayor acercamiento a la realidad de los estudiantes que favoreció a una descripción más precisa sobre la relación entre el consumo de alcohol y los Episodios de Amnesia Anterógrada.
En cuanto a los aspectos negativos, se puede hacer referencia a los tiempos en los que se recolectaron los datos, como se puede observar en la descripción que se realizó al inicio, la UNMdP recolectó sus datos en el 2008 y en el 2009, pero por el contrario la UJA los recolectó en 2013, teniendo en cuenta que somos parte de una sociedad que cambia constantemente y que, la diferencia entre una y otra generación es significativa se debió realizar la investigación entre la “misma generación”, es decir, entre los estudiantes universitarios pertenecientes a las carreras de psicología del mismo año. Otra de las críticas que se podría hacer a la investigación es el uso de exclusivo de instrumentos evaluativos cuantitativos para la recolección de datos, los resultados presentados pueden ser más precisos si se recolectan con instrumentos cuantitativos (encuestas, preguntas, entrevistas informales) e instrumentos cualitativos que estén más direccionados a la observación de la realidad del participante.
Resultados
Los resultados se obtuvieron por medio de un método descriptivo transversal. Para la exploración de la hipótesis los investigadores utilizaron técnicas de análisis multivariado, donde se encuentran las variables sociodemográficas de la muestra (edad, sexo y nivel de ingresos), y las características del consumo de alcohol (cantidad y frecuencia, presencia de trastornos por uso de alcohol y abstemios). Los resultados se presentaron por medio de gráficas, y párrafos en prosa. Para el análisis de estos, se escogieron variables para la construcción de modelos de regresión logística. Para todos los análisis los investigadores utilizaron un software estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 12.0 para Windows.
Los principales resultados fueron: El 28 % de los estudiantes de psicología de la universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) en Argentina, presentaron un episodio de amnesia anterógrada (EAA), esto equivale a 3 de cada 10 estudiantes. Para la universidad en España, Universidad de Jaén (UJA) el nivel aumentó a un 47%. La prevalencia de vida de EAA en la UNMdP fue de 34% y de 55% en la UJA.
En los últimos 12 meses, un 10% informó haber tenido episodios de EAA mensualmente en la UNMdP y 15% en la UJA. Se presentaron correlaciones significativas en los episodios de amnesia anterógrada que presentan los universitarios en ambas universidad con las variables, exceptuando del sexo y el nivel de ingresos. Según la universidad de procedencia el análisis estratificado determinó resultados distintos en algunos predictores. Mientras que el sexo no fue significativo en ambas, en la UJA tampoco lo fueron la edad y el consumo de otras sustancias; y el tener un trastorno por uso de alcohol como el Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA) implicó una mayor probabilidad de presentar un EAA.
Así mismo los resultados muestran un segundo análisis con variables de sexo en la universidad de procedencia, edad, trastornos por uso de alcohol, CEEA y consumo de otras sustancias psicoactivas. En donde se evidenció que mientras que el consumo de otras sustancias psicoactivas no fue significativo en mujeres, lo mismo sucedió con el CEEA y la edad en varones. Lo que se analiza cómo presentar un trastorno por uso de alcohol como el Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA) aumentó más la probabilidad de EAA en las mujeres que en los varones. Por último, ajustada por la edad, cantidad y frecuencia de consumo, la relación entre el haber tenido un EAA en el último mes y haberlo tenido alguna vez en la vida fue significativa tanto para los estudiantes de la UNMdP como para los de la UJA. En este estudio se presentan hipótesis con la relación del EAA y el CEEA, según los resultados se puede afirmar que en ambos grupos de universitarios la probabilidad de experimentarlo fue mayor entre quienes presentaban consumo excesivo episódico, esto quiere decir que se encuentran correlacionados.