Alejando II: La Revolución Rusa Y Su Cronología
1.Introducción
De los hechos más controversiales y trascendentes en la historia de Rusia se encuentra la revolución de febrero y la posterior de octubre, épocas en el mismo año, 1917, en que suceden grandes hitos para el país eslavo. Quizás el hecho más contundente a partir de esos hechos sea la caída de la dinastía Romanov y la consecuente instauración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cuyo origen fue precisamente el país ruso. La nación eslava, además, se pronunció como el primer país del mundo en implementar un régimen socialista verdaderamente liderado por los soviets, aunque fuertemente asentado debido a los líderes que tuvo.
Las condiciones sociales que había en el momento eran cruciales por cuanto se jugaba la vida de cerca del 85% de las personas en el país ruso; Sin embargo, ello no solo fue resultado de un sistema monárquico erosionado por las continuas luchas y diferencias que experimentaba el pueblo respecto a la corona, sino a un desarrollo social imperante a nivel internacional que obligaba a Rusia a avanzar a mayores términos.
En Rusia, por una parte, se producía el resquebrajamiento de la institución absolutista (estaba sucediendo lo mismo en diversas partes del mundo). Por otra, la sociedad comenzó a ver con ilusión y expectativas nuevos y frontales modelos socioeconómicos que aseguraban una mejor condición de vida. La vida se trataba, en aquella época, de supervivencia para la mayoría de las personas y pérdidas para quienes se oponían al régimen absolutista.
El centro de poder, que recaía sobre el zar de los Romanov, databa de una vida de 300 largos años, lo que suponía una clara sensación de pertenencia y del derecho divino de los reyes, lo que acentuaba la fuerza y la autoridad sobre el pueblo ; sin embargo, lo que para un grupo selecto de nobles y reyes era ley, para el pueblo era una razón a ser cuestionada y sancionar con dureza,
La ventana del cambio se daría de una forma brutal, no porque se produjera de forma repentina, sino porque fue el resultado de un caldo de cultivo que se coció durante décadas; pudiera ser centurias. Esto llevo hacia una nueva era en que los zares ni la monarquía institucionalizada tuviera lugar, dando paso a un modelo social en que los obreros, hombres comunes, milicianos y trabajadores tuvieran más poder, más voz y más participación en las actividades y procesos de la nación.
Sin embargo, lejos de parecer el cuento de hadas que muchos aspiraban en aquel entonces, representó el nacimiento de un régimen duro y autoritario que sucedió a la, y que a la par que fortaleció, industrializó e hizo como primera potencia mundial a Rusia ( junto con Estados Unidos), hizo de régimen opresivo,
2. Desarrollo
2.1 La Revolución Rusa y el Primer Estado Socialista:
El estallido ruso fue un fenómeno político y social que tuvo su origen en los años de 1887, cultivándose durante años hacia su estallido en 1917, cuando el partido bolchevique, liderado por Vladimir Lenin, llegó a su máxima expresión, arrasando con el modelo absolutista que imperaba desde hace siglos.
La ideología marxista había surgido en torno de los años 1850, cuando la reflexión en torno a conceptos sociales, materialistas y clasistas estaba desarrollándose por pensadores alemanes como Carl Marx y Friedrich Engels. Estos objetaban contra una serie de procesos socioeconómicos y políticos que alcanzaban un estado crítico en muchas naciones del mundo. En lo que a Rusia se refiere, la opresión conferida por la autocracia sobre el pueblo, así como la perdurabilidad de la dinastía Romanov, llevó a un frenesí colectivo que amenazó al system imperial.
Para aquel entonces (1880) gobernaba el Zar Alejandro II, quien fue el primero en abolir la servidumbre, aunque ya tenía un par de guerras realizadas durante su mandato. A pesar de lo refinado del emperador y su pensamiento innovador, la liberación del siervo rural implicó más que solo el traslado de muchos campesinos a las urbes para ejercer como mano obrera en el desarrollo industrial: también abrió la posibilidad de que la población se pronunciase ante una realidad socioeconómica y política severa que aturdía a Rusia.
2.2 Clase revolucionaria
A pesar de los esfuerzos políticos llevados a cabo por Alejandro II, que eran más flexibles e indicaban una apertura a muchas cosas que sus antecesores, la población arremetía contra la autocracia debido a la facilidad de la época: la presencia del revólver o la dinamita le permitía a cualquiera ejecutar un atentado sin demasiada experiencia. Esto debido a que la autocracia, como modelo político, era demasiado antiguo y llevaba tiempo sometiendo y presionando a los sectores más bajos, como la clase rural.
A su vez, tal y como lo expuso Marx en su tratado, las distinciones entre clases sociales generan una vertiente de conflictos, estos deben ser superados mediante intentos de superposición unos sobre otros. Y si antaño la monarquía rusa imperó con totales diferencias respecto a las clases menos privilegiadas, las últimas buscaban poner fin a las diferencias de poder y sus derivadas consecuencias, dando jaque mate al rey y su dinastía; Sin embargo, los atentados a la corona durante las últimas décadas del siglo XIX eran solo el principio del fin de la autocracia y el nacimiento del primer Estado Comunista.
El emperador murió durante un atentado en las proximidades del Palacio de Invierno, debido a una explosión que dejó varios heridos y muertos y, a él, con las piernas destrozadas. Esto ocasionó una grave herida en la familia Romanov y, por ende, en el imperio ruso que vio vulnerable la autocracia. Sin embargo, ello no significo el fin de la dinastía rusa, dado que ascendió al trono el hijo y heredero Alejandro III, quien se impuso de una manera totalmente distinta a la de su padre: fue apodado como Alejandro El Pacífico, dado que en su reinado no estalló guerra alguna; más bien se ocupó de mejorar las relaciones internacionales, aunque fue más represivo con Rusia dado el trauma del atentado contra su padre y por su misma personalidad severa-taciturna.
2.3 Nacimiento de la revolución
En 1887, uno de los pensadores y activistas de la ideología marxista era Alexandro Ulianov, quien junto a un grupo de cabecillas planificó un atentado fallido contra el Zar. Estos fueron capturados y ejecutados por no arrepentirse. La muerte de conspirador, su hermano menor, Vladimir Lenin, seguiría sus pasos revolucionarios en contra de los Romanov. Lo que entonces representaba una medida ejemplar de la corona rusa, se convertiría en el destino de la dinastía Romanov hacia la revolución bolchevique y la posterior conformación de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
2.4 Influencia marxista en Lenin
La intervención de la policía secreta, antaño usada en Rusia, había cobrado más importancia debido a los intereses y experiencias del emperador, con lo cual se lograban detectar atentados como el de Alejandro III y, aparte de este, los relacionados con la muerte de su padre y el atentado al tren imperial en Borka. Los fenómenos homicidas eran constantes, pero aun así no amedrentaron a la corona, que debían conservar su hegemonía pese a los continuos ataques revolucionarios. La crisis en Rusia aumentaba significativamente a pesar de los esfuerzos imperiales, debido a las condiciones sociales, económicas, de trabajo y tensiones a nivel interno y externo.
La idea constante de eliminar al rey era clave, dado que las teorías marxistas trataban que, si se eliminaba a la figura central de poder, se debilitaría el resto del cuerpo político y la aristocracia, de modo que los campesinos y personas de menores estratos sociales tendrían mayor razones, fuerza y necesidad de alzarse en contra y cambiar el panorama político y social; Sin embargo, como no ocurrió con el emperador, tampoco fue con su sucesor, Alejandro III, quien además fallecería por razones biológicas. Sin embargo, esto no desmotivaba a la población revolucionaria, dado que la presión y las necesidades de cambio, emergentes entonces, ya eran evidentes.
2.5 Partido bolchevique Vladimir Lenin/León Trotski
En 1894, Alejandro III muere a temprana edad (49 años) por una inesperada nefritis, lo que deja a su hijo, joven e inexperto, como el nuevo emperador de Rusia, Nicolás II. Esto supuso un cambio en el paradigma de los acontecimientos, dado que la amenaza sociopolítica dirigida hacia la dinastía Romanov para derrumbar el sistema aristocrático, aumentó en pos de los ideales marxistas.
Es entonces cuando la figura de Lenin, que tenía razones personales y sociales para arremeter duro contra el Estado Ruso, se pronuncia. Él había leído los tratados comunistas y socialistas, al igual que otros libros que abordaban esas mismas ideologías, lo cual le inspiró. Vladimir, como gran comunicador y hábil para la persuasión, mantuvo un bajo perfil a la muerte de su hermano, Ulianov, razón por la que la policía secreta estuvo observándole de manera constante.
La ascensión de Aleksandrovich Nicolai, como el nuevo Zar Nicolás II, marcó el inicio del fin del imperio ruso, debido a la prematura e inexperta toma de poder. El talante apaciguo, gentil, caballeroso y refinado del rey, distinto al enérgico y frontal de su padre, fue clave en las relaciones de poder a nivel aristocrático, como político-público, así también internacional.
El descontento emergió con la tragedia por la última coronación, dado que, al cuarto día de la celebración, un conglomerado de 500.000 personas, en espera de obsequios por parte del rey, se dejaron llevar por una falsa alarma que produjo una estampida que dejó cerca de 1300 heridos y más de 1300 fallecidos.
Esto fue vital por marcar el comienzo de desafíos que atentarían contra el gobierno de Nicolás II. Y es que él se casó con una princesa alemana llamada Alix de Hesse, quien como zarina era muy dura e inflexible con respecto a las mejores decisiones para con el pueblo, dado lo arraigado que tenía el pensamiento absolutista aristocrático. Por tanto, fue ella quien instó a su esposo a que permaneciera en el poder, ya las normativas duras pese al descontento y malestar del pueblo. Esto trajo terribles consecuencias a largo plazo,
El empoderamiento de Lenin por hacer contactos con seguidores partidistas resultó en que le acusaran de sedición siendo exiliado; estando en Suiza se le brindó manutención, y sostuvo comunicados con diferentes conspiradores a lo largo del Rusia. Posteriormente a su exilio, viajó por toda Europa y pudo conocer una serie de activistas seguidores del marxismo, quienes lo ayudaron a diseñar una conspiración más grande contra los Románov.
Ante la emergente situación con el imperio japonés, así como la antigua rivalidad con Alemania, la corona rusa no prestó demasiada atención a la preponderancia que luego tomaría el bolchevismo en manos de Lenin. Debido a conflictos navales con la Rusia Oriental, Nicolás II, por consejo manipulativo de su tío, le dijo la guerra a Japón en 1904 y envió a sus tropas al asedio naval; creyendo que una victoria sencilla daría más reputación y prestigio a Rusia, sintió el peso aplastante de la derrota a nivel internacional.
Conclusiones.
Lo que pudo haber sido una oportunidad reivindicadora para el emperador de Rusia, resultó en su hundimiento, pues los combatientes que regresaron a Rusia sintieron peores las condiciones de vida: la escasez, la falta de mano productora durante la guerra, escasez de food a raíz de ello, etc., aumentó el descontento que llevó a una protesta frente al Palacio de Invierno.
En aquel entonces las condiciones del pueblo eran arrolladoras, pues trabajaban en condiciones precarias, con unas 12 a 14 horas al día, y los impuestos a pagar eran muy altos. La indiferencia de los zares, que vivían en condiciones lujosas y disponían de casi todos los recursos, solo mermaba la histeria colectiva.
Un grupo importante de manifestantes, de la clase trabajadora y de corte marcial, se organizó para protestar frente al Palacio de Invierno. La multitud cargaba pancartas y símbolos sobre el Zar y su régimen para indicar pacifismo en la protesta, pero en ausencia del rey en el Palacio y por orden de otro aristócrata, la guardia rusa disparó sin moderación y mató a 200 personas e hirió a otras 800 , donde se incluyeron niños.
Este hecho, conocido como “El Domingo Sangriento”, marcó profundamente la reputación de la familia real, apodándose al zar como Nicolás. El Sanguinario, lo que sirvió de debacle a favor del partido bolchevique, que ganaba fuerza cada día, y los Románov, que perdían su reputación.
