Algunas Aerolíneas Simpatizan Con La Aerofobia De Los Pasajeros
Introducción
El pánico y los pensamientos desagradables no son la mejor manera de comenzar sus tan esperadas vacaciones. Los psicólogos del Centro Alemán de Aerofobia explican cómo superar el miedo a volar. El miedo a volar es un trastorno psicológico del que, se cree, casi el 30 por ciento de la población mundial sufre en un grado u otro. Alrededor del 10 por ciento de las personas nunca han volado en un avión precisamente debido al miedo intenso. El participante más joven en el entrenamiento tenía 10 años, el mayor 78. Pero, según los expertos, los alemanes entre 30 y 40 años tienen más probabilidades de sufrir estrés y están más interesados en deshacerse del estado obsesivo de aerofobia. Después de todo, estas personas a menudo tienen que volar en viajes de negocios.
Desarrollo
Algunas aerolíneas simpatizan con la aerofobia de los pasajeros. Lufthansa, por ejemplo, no cobra un reembolso de los boletos comprados si un pasajero de repente comienza a entrar en pánico en la víspera del vuelo. Es cierto que esta regla se aplica solo con un certificado de un médico. Bueno, ¿y si no quieres o te incomoda contactar con él? Para aquellos que quieran deshacerse del miedo previo al vuelo por su cuenta, los expertos del Centro de Lucha contra la Aerofobia han preparado 10 consejos:
Comienzo sin estrés
Minimice el estrés previo al vuelo. Si es posible, realice el check-in en línea el día anterior, imprima sus tarjetas de embarque en casa, tome un taxi o expreso al aeropuerto. Intente hacerlo sin equipaje: no tiene que llegar con anticipación y hacer largas filas con el equipaje de mano. Duerma y descanse antes de su vuelo.
Elige tu asiento
Los asientos más cómodos de la cabina del avión se encuentran en la parte delantera y cerca de las alas. Allí, los pasajeros sienten menos temblores y retrocesos. En los sitios web oficiales de las aerolíneas hay diagramas de distribución de aviones, desde los cuales puede averiguar dónde se encuentran los asientos más cómodos. Por ejemplo, si está volando un Airbus A320, es mejor tener de 8 a 15 filas, en un Boeing 737-800, del 12 al 18. Y no se siente en la parte trasera de la cabina: es muy posible que haya mareos.
Vístete cómodamente
Las corbatas apretadas y los cuellos abotonados no son compatibles con vuelos largos. Lo mismo ocurre con las pulseras, anillos y relojes estrechos. Elija ropa y zapatos cómodos, tome una almohada inflable para el cuello.
Confía en los profesionales
No tenga miedo de decirle a los asistentes de vuelo sobre su miedo. Si es posible, conozca al piloto. Al abordar el avión, informe a los asistentes de vuelo sobre esto, es posible que le permitan ingresar a la cabina durante al menos unos minutos. Según los psicólogos, durante este tiempo tendrás tiempo para hacerte una idea del comandante de la aeronave y asegurarte de su profesionalidad.
Diviértete y diviértete
En vuelos largos, se le invitará a ver películas o escuchar música a bordo. Pero es mejor que te ocupes del entretenimiento tú mismo: haz una lista de reproducción con tus canciones favoritas, llévate un libro interesante o una tableta con juegos. Los expertos consideran que los audiolibros son la opción ideal.
Más fluido
Trate de beber tanta agua sin gas o jugo como sea posible, ya que el aire en la cabina es muy seco. Una copa de champán para celebrar el inicio de sus tan esperadas vacaciones tampoco vendrá mal. Simplemente no tome alcohol como remedio contra el miedo. No tienes que exagerar con bebidas fuertes en el avión.
No te sientes
¿Quién dijo que tienes que estar sentado en el avión todo el tiempo? Camine alrededor de la cabina, trepe de puntillas, haga varias curvas en diferentes direcciones. Tales ejercicios ayudarán a restaurar la circulación sanguínea. Si le da vergüenza calentar delante de otros pasajeros, gire los pies y las manos mientras está sentado en una silla, enderece la espalda y los hombros.
Encuentra un compañero
Si el pánico comienza a abrumarlo, intente iniciar una conversación con el asistente de vuelo o con el pasajero sentado en el asiento de al lado. Es mejor comunicar directamente que tienes miedo a volar y te cuesta superarlo. Quizás un nuevo conocido (o conocido) te diga algo interesante y te distraiga de fantasías aterradoras.
Conclusión
Es mejor evitar el uso de potentes fármacos antiestrés durante el vuelo. Estos medicamentos pueden funcionar de manera diferente en la altura que en el suelo. Recuerde: el miedo a volar no es una enfermedad que deba tratarse con medicamentos. Los psicólogos le aconsejan que preste atención a los remedios homeopáticos que no son adictivos y se venden sin receta en cualquier farmacia.
Si todos los consejos anteriores no ayudan, entonces es necesario más adelante, ya en la Tierra, averiguar cómo vuelan realmente los aviones. Puedes ver documentales o acudir a un centro especial con simuladores de vuelo. Después de dicho entrenamiento durante el vuelo, ya no será molestado por sonidos incomprensibles en el despegue. Aprenderá que las turbulencias y una aproximación frustrada durante el aterrizaje son situaciones estándar que no ponen en peligro su vida.