Contratación de Oficiales Alemanes Como Profesores en Argentina
Introducción
Algunos historiadores sostienen que la decisión del General Roca con respecto a contratar profesores provenientes de Alemania se debió a tres causas muy claras: en primer lugar su percepción del sistema y organización alemana (debido en parte a las experiencias que tuvo cuando estuvo en aquel país aprendiendo de ellos), en segundo lugar, intentaba desligarse un poco de la influencia que tenía por parte de los británicos, con los que había podido hacer grandes acuerdos, pero, de esta manera, evitando que su gran presencia afectara también al ámbito militar; y en tercer lugar, el general conocía un grupo de oficiales alemanes, muy capacitados, con amplia experiencia en la conducción de unidades de tropa, y con varios cursos realizados en escuelas superiores, quienes hace unos años estaban en comisión brindando servicios en el país.
Desarrollo
Al final del siglo XIX y principios del siglo XX el emperador Guillermo II, así como gran parte de los altos mandos del ejército alemán compartían un gran escepticismo acerca de enviar comisiones formadas por oficiales como profesores, por lo que la situación en que se encontraban los oficiales alemanes al ser enviados a Argentina como profesores era no oficial. Para poder viajar y convertirse en profesores necesitaban pedir una licencia especial, encontrarse en situación de retiro o solicitar la baja de las filas del ejército alemán.
Sin embargo el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán propuso con mucho acierto un punto de vista que cambiaría sustancialmente el pensamiento del emperador y que permitiría explotar la oportunidad de enviar los oficiales, generando una situación donde ambos interesados podrían obtener más ganancias.
Este argumento consistía en que los las comisiones de oficiales no solo serían profesores y asesores sino que indirectamente se convertirían en instrumentos de la diplomacia y de las políticas económicas y comerciales del Imperio Alemán. La frase empleada que colocó este argumento en primera línea y lo volvió irrebatible fue: enviar a nuestros oficiales implica una indelegable ventaja económica
Conclusión
Esta acción se ajustaba perfectamente a las necesidades del Ejército Argentino de dos formas excepcionalmente acertadas, ya que los profesores en cuestión dictarían sus clases en la Escuela Superior de Guerra, donde educarían y formarían a los oficiales próximos a convertirse en jefes de unidades y posteriormente Comandantes de la fuerza, quienes a futuro tendrían la Posibilidad o la responsabilidad de la decisión de la compra de material o la del asesoramiento acerca del tema.