Análisis Cronológico En La Identidad De Género

 Introducción

El género es una construcción social, que aunque tenemos que señalar que la palabra “género” proviene del vocablo “gen” o “genes”, le han querido dar un sentido distinto al tratar de introducir falsamente que existe un gen homosexual; esto obviamente es una falacia que ha sido demostrado por la ciencia que no existe otro gen a los que ya conocemos que da como resultado hombre y mujer.

Las personas que promueven la ideología de género dicen que esta construcción ha sido ominosa y forzada. El género desde el punto de vista de la ideología, es una conducta construida, pero es muy importante hacer esta distinción en tres capas: una cosa son las personas, otra cosa son las conductas de las personas y la tercera es la ideología.

Las personas merecen todo nuestro respeto, las conductas de las personas podemos estar de acuerdo o no, pueden provocar incluso polémicas, sin embargo, caen en el terreno del libre albedrío.

Desarrollo.

La ideología de género comenzó con un movimiento feminista muy importante que luego radicalizó y que sumó a esta batalla por los derechos de la mujer a los grupos de la diversidad sexual. Estos grupos se empoderaron de forma feminista y lo han radicalizado de una manera absurda, y finalmente hoy en día la sociedad está comprando el argumento de que todas las medidas que el estado tenga que aplicar tienen que hacerse bajo una perspectiva que atienda los diferentes géneros que existen.

Mientras que la mayor parte del mundo se levanta contra la ideología de género, sus promotores tienden a responder que la ideología de género en verdad no existe.

La idea central de la ideología de género es que sexualmente hemos sido construidos por nuestro entorno y en consecuencia estamos llamados a deconstruirnos.

Aquellos que argumentan que la ideología de género no existe, rara vez nos dicen qué entienden ellos por ideología; pero la ideología tiene dos sentidos, el sentido clásico que entiende a la ideología como un conjunto de ideas contrarias a la razón y a la ciencia, esta concepción de ideología ha sido por ejemplo lan de Carlos Marx; él veía la ideología como un espejo a través del cual uno veía su imagen invertida.

Otro sentido de ideología lo brinda la ciencia política que entiende por ideología un conjunto de ideas que al margen de su veracidad o de su error sirven para movilizar grupos sociales y políticos específicos.  La mayor parte de los detractores se centran más en la parte física-biológica, pues el sexo hace referencia a lo biológico, que se lee mediante los cromosomas sexuales, XX (niñas) y XY (niños). 

El gen SRY del cromosoma Y que es el gen conmutador, es el que produce esta diferenciación; por eso decimos que el sexo no se asigna, está determinado en los genes, y es por tanto una variable biológica. Esto implica requerimientos, susceptibilidades y diferencias anatómicas, fisiológicas y genéticas entre hombres y mujeres que implican situaciones, problemas y condiciones exclusivas de uno de los sexos.

Entonces la pregunta es “¿la ideología de género existe o no existe?”. Sin tomaros los dos sentidos de ideología antes mencionados, la ideología de género es efectivamente una ideología.

No solamente porque se opone a la ciencia biológica, sino porque además ese conjunto de ideas falsas que sirven para catalizar la movilización política de dos grupos específicos: las feministas más radicales por un lado y los movimientos LGBT por otro.

La ideología de género es estrictamente autoritaria, no se ofrece, sino que se impone.

Judith Butler dice que el sexo siempre fue género, con el resultado que la distinción de sexo y género no existe como tal, lo que significa que hasta ese momento la sexualidad humana se descompone en dos grandes direcciones, sexo por un lado que corresponde a lo biológico, a lo natural de la sexualidad humana, y el género que corresponde a lo cultural, que es lo socialmente adquirido de la sexualidad humana.

Los seres humanos somos seres esencialmente culturales, seres naturales con capacidad cultural, y diferenciamos culturalmente aquello que ya ha sido naturalmente diferenciado, porque en la distinción existe la atracción.

John Money médico de la Jonh Hopking University de Baltimore jugó un papel importante en el desarrollo y aceptación del feminismo de género, pues fue él quien comenzó a usar la palabra género con un sentido distinto al únicamente gramatical. Sostenía que lo que llamó identidad de género de una persona dependía exclusivamente de la educación recibida y podía ser distinta al sexo biológico de esa persona. En una de sus obras presentó como prueba irrefutable de su teoría un caso del que había sido testigo. 

Se trataba de dos gemelos de sexo masculino, uno de ellos había sufrido una amputación del pene en una operación de circuncisión; los padres acudieron al Dr. Money, quien les aconsejó que lo mejor sería que lo castraran y lo educaran como una mujer. Según el citado médico, el experimento había dado como resultado que uno de los dos gemelos desarrolló una identidad masculina y el otro una identidad femenina.

Tradicionalmente se le ha asignado a los hombres roles de políticos, mecánicos, jefes, entre otros (es decir, el rol productivo), y a las mujeres el rol de amas de casa, maestras, enfermeras, es decir, el rol reproductivo. Estos roles de género o conductas estereotipadas, muchas veces son reforzadas por los medios de comunicación, lo que genera actitudes violentas por los hombres que en su papel de sexo fuerte asumen estos comportamientos como algo normal y socialmente aceptado.

La política de género son estrategias basadas en ciencias sociales para abordar y eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres, y sus acciones se enfocan en eliminar la violencia de género, la violencia doméstica y la violencia sexual, lo que impacta en la disminución de las cifras alarmantes que tenemos como país en las áreas de embarazo adolescente, explotación sexual, violencia infantil y feminicidios. 

La política de género promueve acciones para que niños, niñas y adolescentes rompan con los estereotipos de género que dicen, por ejemplo, que los niños no lloran, que los niños no juegan con muñecas, que las mujeres deben de buscarse un hombre que las mantenga, etc. Esta política obliga al estado y a la sociedad a proteger a las mujeres de la violencia sin importar su edad, clase social, religión y orientación sexual.

Conclusión.

En conclusión puedo decir que la ideología de género tiene tantos defensores como detractores y no parece que se pongan de acuerdo. El problema con la ideología de género no es simplemente que sea una ideología o que sea anticientífica, el problema es que representa un grave ataque a nuestras libertades individuales. Esta ideología no se podría sostener de no ser por el estado, no hay ideología de género sin estatismo. Como en cualquier país que esté aplicando políticas de género lo primero que se aprecia es un estado en constante expansión a expensas de la libertad individual de sus ciudadanos.

Se dice que la ideología de género ofrece liberación, pero cuando damos vuelta a la página y nos encontramos con alguna nueva prohibición, nos encontramos con un estado avasallando los derechos individuales de sus ciudadanos, aumentando impuestos, diciéndoles qué pensar, qué no pensar, cómo hablar y cómo no hablar. 

Nadie que defienda verdaderamente la libertad individual puede estar a favor de una ideología que no solamente amplifica las dimensiones del estado, sino que se mete con lo más íntimo del ser humano que es su conciencia. Por eso es imprescindible ahora más que nunca, y aprovechando la pluralidad de fuentes que el internet nos ofrece, salir completamente de la ignorancia, consultar y contrastar la información para poder obtener una opinión verdaderamente propia y libre.

No tengo una postura en contra de la ideología de género como tal, sino en que quiera ser impuesta obligatoriamente para toda la sociedad en general. Pues está claro que cada persona puede sentirse identificada con el género que prefiera y con el cual se identifique más, y que todas las personas ajenas a ello debemos de tener un respeto ante sus decisiones, pero legalizarlo como un derecho el cual aunque se diga que es gratis (como en otros países) se costea con dinero de todo el pueblo.     

02 Jun 2021
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