Análisis del Discurso en la Expresión Oral Planificada y No Planificada
¿Cómo puede afectarse la credibilidad de una persona en un proceso de comunicación oral en público?
Sin duda la credibilidad de un emisor va de la mano al discernimiento de sus receptores, es por esto que, antes de un discurso, durante este e inclusive después, el comunicador debe tener un buen manejo del tema, una preparación adecuada a lo que va a expresar y técnicas didácticas para brindar la información. Por esto, cuando el emisor no tiene un buen manejo del tema; cuando no se prepara bien; cuando se queda corto en sus expresiones; cuando no sabe tener un control de la tensión del momento o se le dificulta manejar sus nervios en el momento de la exposición, es muy probable que su audiencia no va a tener fe en lo que esa persona quiere transmitir.
De qué manera el análisis del discurso se puede convertir en un medio valiosísimo al servicio de la crítica y el cambio
Bien, un análisis detallado de un discurso nos va a encaminar o abrir las puertas hacia una comprensión temática más exacta que nos va a dar la oportunidad de refutar con argumentos sólidos una idea, es decir, vamos a estar óptimamente capacitados para hacer una crítica constructiva y a la ves hacer un cambio en caso de que tengamos un concepto o una información errónea de dicho contenido; esto nos permitirá efectuar un intercambio de ideas y opiniones en debates o conversaciones constructivas, logrando así obtener varios puntos de vista y hacer de ese discurso algo critico, ya que, la información que se expresa puede ser complementada o refutada por otro individuo y así se van desarrollando nuevas ideas y construyendo un conocimiento colectivo.
¿Por qué se dice que la comunicación es un proceso interactivo mucho más complejo que incluye la continua interpretación de intenciones expresadas?
Sabemos que la comunicación está fundada bajo factores importantes; en este proceso es notorio que se da un intercambio de información, es decir, la interacción entre el emisor y el receptor, fabricándose así respuestas a la información brindada, por esto, la expresión gestual, oral o grafica se debe manejar de acorde a lo que se quiere expresar, ya que, si el emisor no la maneja según lo que emite, se podrían dar múltiples interpretaciones, o si por el contrario no hace uso de estas, el mensaje no tendrá un buen impacto en el receptor por más interesante que sea el tema.
¿Los alumnos saben adecuar el discurso a la situación comunicativa en la oralidad? ¿Pueden distinguir entre la espontaneidad de una conversación y una oralidad planificada, al hacer una exposición oral?
No cabe duda que hoy día gran parte de las personas no sabemos adecuar el discurso a la situación comunicativa en la oralidad; es evidente que en la mayoría de las ocasiones no expresamos nuestras ideas de una forma técnica que ayude a transmitir un mensaje optimo y conciso. A veces no logramos tener una conexión entre lo que pensamos y lo que decimos, o, por el contrario, no se hayan palabras adecuadas para expresar una idea.
Referente al segundo interrogante, también es latente que no hemos podido trazar una línea de distinción entre una oralidad planificada y la espontaneidad de una conversación. En muchas exposiciones escolares se demuestra la forma en que los alumnos cortan las ideas de una forma accidentada, dejando el tema a medias y pasando a abarcar otro sin haber culminado el primero; por otra parte, también es evidente el uso de la memorización y con esto, un discurso robotizado sin una síntesis adecuada y sin resaltar las ideas centrales.
En conclusión, normalmente manejamos un vocabulario cotidiano, como el que implementamos a la hora de dialogar con amigos y a la hora de presentar un discurso seguimos el mismo formato tradicional.