Analisis en Prosa: Cuento 'Tristes Querellas en la Vieja Quinta'
Este nalisis en prosa será de un fragmento que corresponde al principio del cuento Tristes querellas en la vieja quinta. Este cuento fue publicado en París en 1974 por el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro y a la vez que otros cuentos forman parte de una recopilación que corresponde a “La palabra del mudo”. El narrador nos relata la llegada de doña Francisca Viuda de morales y las primeras confrontaciones vecinales entre Memo García y Doña Francisca. Este párrafo empieza con una focalización interna que hace hincapié en el estado de ánimo de Memo. Las dos frases siguientes expresan su malestar dándonos acceso a sus pensamientos. («le bastó verla para dar media vuelta»); («permaneció indeciso, poseído por un sentimiento nuevo, acompañado de vagos y puramente teóricos deseos homicidas») En el relato la forma del narrador y la perspectiva narrativa tienen un papel fundamental, al suscitar en el lector o la lectora adhesión, adrenalina o rechazo hacia los personajes, hasta provocarles sentimientos ambiguos e incómodos, semejantes a los que el protagonista, Memo, parece experimentar hacia su nueva vecina Doña Francisca viuda de Morales. El narrador es Heterodiegético, narra los acontecimientos del cuento en tercera persona por lo tanto se encuentra fuera del relato. Este fragmento es narrado en tiempo pasado, puesto que toda la historia está fundado en recuerdos, incluso es constante el uso de verbos en tiempo pasado, utilizando como conjugación el pretérito indefinido, de esta manera el narrador expresa que los hechos fueron puntuales. Poniendo en relieve el cuento, podemos decir que cada suceso que Memo realizaba doña Francisca, ocurrieron una sola vez.
La narración transcurre tanto en espacios cerrados como abiertos. En el distrito de Miraflores donde se encontraban viviendo Memo García i doña Francisca pertenece a un espacio abierto, pero la casa de cada personaje son espacios cerrados. Esta historia se desarrolla en Lima. Estos personajes pertenecen a una clase socioeconómica media-baja ya que la quinta se encontraba en zonas pobres en Miraflores. Podemos decir que Memo y Francisca son los 2 personajes principales debido a que la historia gira en torno a ellos. Ribeyro les concede a sus personajes características específicas para darle un sentido de interés en el que presenta a Memo como un hombre mayor y acostumbrado a realizar una rutina diaria antes que doña Francisca se mudara como lo dice el texto en la siguiente cita: “Y para Memo los proyectos edénicos que se había forjado para su vejez se vieron alterados por la aparición de doña Francisca Morales.” en cuanto a Doña Morales es descrita como una mujer de la tercera edad, de piel morena, corpulenta. ‘… Justo en el momento en que una señora gorda, casi enana, de cutis oscuro, asomaba con un pañuelo amarrado en la cabeza y una jaula vacía en la mano…”
Memo y doña Francisca tenían una relación cercana ya que eran vecinos en una vieja quinta situada en Miraflores, en Lima. Este fragmento se divide en varias etapas. El principio de este fragmento podemos definirlo como una etapa de descubrimiento mutuo que desencadena la molestia y la ira tanto por parte de morales como por parte de doña Francisca. La mudanza inesperada de doña fue como una invasión a la tranquilidad que reinaba en esa quinta. Empezaron a surgir nuevos cambios en la vida de Memo. “Primero fue el ruido de un caño abierto, luego un canturreo, después un abrir y cerrar de cajones lo que le revelaron que había alguien en la pieza vecina, esa pieza desocupada cuyo silencio era uno de los fundamentos de su tranquilidad.” A lo largo del relato el sentimiento de odio aumenta cada vez más dando paso a los conflictos. Como por ejemplo el primer conflicto con la vitrola como se menciona en el texto : “… Apenas Caruso había atacado su área preferida sintió en la pared un ruido seco. ¿Algún descuido de su vecina? Pero al poco rato el ruido se repitió y cuando Memo volvió a poner el disco los golpes se hicieron insistentes. «¿Va a quitar esa música de porquería?» Memo quedó helado. Nadie en la vida lo había interpelado de esa manera.” Podemos ver aquí una intolerancia ante los gustos de estos 2 vecinos. Analizando este texto podemos observar que en la composición del texto hay una estructura de párrafos prolongados en el que una narración descriptiva y detallada de los hechos es permitida. El narrador escribe el texto en prosa utilizando discursos directos para que estos personajes participan y dialogan “Pero la voz de contralto de su vecina se impuso : «Pedazo de malcriado, ¿no se da cuenta de que me molesta con esos chillidos?»” ; “Memo quedó un momento callado y al fin apretando los puños y los dientes gritó : «¡Aguántelos !»” Una siguiente etapa es una minuciosa investigación del personaje oponente que en este caso es Doña Francisca ya que esta le causa incomodidad a Memo y es por esto que este se dedica a espiarla en profundidad como se puede ver en la siguiente cita: “pero luego resolvió que el único partido a tomar era espiar a su vecina. Por intuición sabía que la única manera de derrotar a un enemigo –y esa señora gorda lo era– consistía en conocer escrupulosamente su vida, dominar por el intelecto sus secretos más recónditos y descubrir sus aspectos más vulnerables.” (Línea 17).
En la siguiente y última etapa podemos ver la pelea intensa por algo insignificante. A simple vista se les ve muy conflictivos, y el uso de insultos resulta gracioso en los diálogos. Podemos verlo en un diálogo entre Memo y doña Pancha en la siguiente cita : “«¿Va a quitar esa música de porquería?» Memo quedó helado. Nadie en la vida lo había interpelado de esa manera. No sólo era un insulto pérfido contra su persona sino una ofensa a su cantor favorito. Sin hacer caso continuó escuchando a Caruso. Pero la voz de contralto de su vecina se impuso : «Pedazo de malcriado, ¿no se da cuenta de que me molesta con esos chillidos?»” (línea 35; 40) Aquí se demuestra bien ese la intolerancia mutua, las diferentes personalidades y gustos que tienen cada uno de ellos. Memo sigue peleando, no se deja pisotear ni ganar la batalla. “Une vecina vieja y gorda no iba a mudar su rutina ni a menguar su tranquilidad” Al final de este fragmento vemos que Doña Francisca ya no reacciona.