Analisis Literario de la Obra Tartufo
Introducción
Jean Baptiste Poquelín comúnmente conocido como Moliere fue un destacable, dramaturgo, actor y poeta francés considerado uno de los mejores autores de la literatura universal nacido el 15 de enero de 1622 en París, Francia y fallecido a causa de tuberculosis el 17 de febrero de 1673, siendo hijo del tapicero real Jean Poquelin y de Marie Cressé integrantes de la pequeña clase burguesa su inclinación al arte es efecto de la intervención de su abuelo paterno, quien lo conducía a presenciar teatros a las afueras de París, especialmente al Pont- Neuf, es por ello, que direccionó su herencia a la creación de una compañía de teatro, no obstante, sufrió gran fracaso a causa de deudas acumuladas, sin embargo al familiarizarse y tener el apoyo del rey Luis XIV y de su hermano Monseñor logró superar aquel decaimiento.
Desarrollo
El productor de la comedia francesa presenta obras que incluyen comedias, tragicomedias, farsas, comedies ballets, etc., exhibidas en sus primeras obras como: El aturdido, El despecho amoroso, Las preciosas ridículas, La escuela de los maridos, y en definitivo Tartufo, una de sus obras más reconocidas, que por motivo de controversias fue suspendida durante cinco años, por consiguiente, es partícipe de obras destacadas como, Las preciosas ridículas, El doctor enamorado y El médico volador, el contexto histórico del escritor se compone del reinado de Luis XIV, particularmente del periodo llamado clasicismo, caracterizado por grandes cambios en el teatro francés, la interferencia de comediantes italianos, interés por lo clásico, aumento del género tragedia, escenarios estables en el siglo XVI, empleo del verso alejandrino, obras en cinco actos y respeto a las tres unidades.
La obra literaria Tartufo correspondiente al género dramático con subgénero comedia fue publicada luego de cinco años de prohibición en 1669 en Francia, dispuesta en prosa poética, dividida en cinco actos, con: seis, cuatro, siete, ocho e igualmente ocho en el último acto, por consiguiente, la forma expresiva del texto se exhibe en el empleo del diálogo directo, muy utilizado en el teatro, para la comunicación directa entre los personajes, adjuntado al punto de vista teatral, un diálogo en vivo sin la intervención de un narrador, simultáneamente la obtención de un lenguaje cómico se debe a la combinación entre el lenguaje jurídico y devoto, presentado con la mediación del personaje Monsieur Leal.
Las acotaciones definidas en el escrito se basan en él y en la actuación, aquellas que indican movimiento, lenguaje y expresiones escenario corporales de los personajes, definidas mediante un narrador omnisciente, aquel que de forma objetiva e imparcial narra los diversos acontecimientos dados, es así, que el lenguaje en relación con la corriente literaria del autor, el clasicismo, se manifiesta coloquialmente dentro del relato, cimentado en marmota, monsergas molerle a palos en donde nadie os llama no metáis la nariz ¡que se os lleve el diablo a los dos!, etc., además, incluye adjetivación y peyorativos como presumís de discreta, una mosquita muerta, ¿te callaras por fin, serpiente venenosa?, una arpía tenéis vuestro lado, calla peste maldita, te parto la cara y en adición quedas desheredado, granuja.
El estilo literario del autor se complementa con la posesión de figuras literarias aludidas a símil e hipérbole, manifestadas en, esta estupendamente gorda como un cebón fresco, durmió como un tronco, se me irrita la bilis con tanta tontería, Pasó toda la noche sin poder pegar el ojo, se adjunta además los apóstrofes o exclamaciones como: ¡nos hacen temer tanto los rigores del cielo!, ¡ah! ¡Cómo! ¡Hola! ¡Un bastón! ¡Pronto!, etc., incluidos con la finalidad de dar un aspecto realista al escrito.
La hipocresía constituye el tema central del texto, se argumenta en la actitud nefasta e irremediable de un falso devoto e hipócrita, que mediante el disimulo de la corrupción, pretendía afianzarse de la economía y honor de una honorable familia burguesa, es por ello, que se ostenta a Tartufo, un ser que a través de la falsa virtud y buenos valores sociales así como morales supo aprovechar efectivamente el poder de la religión para integrarse a un pequeño linaje de clase acomodad, convirtiéndose en la persona más confiable del jefe de familia llamado Orgón, efectuando así, inestabilidad entre los parientes, mientras que pretendía seducir a la esposa y casarse con la hija, es entonces que su gran debilidad lo envuelve en las graves consecuencias de sus actos.
El motivo que origina los sucesos es el casamiento forzado que pretende realizar Orgón entre su hija Mariana y Tartufo, las acciones son rápidas, debido a que conservan acotaciones y se simplifican con un narrador externo, los momentos retardantes de la obra son pocos, aunque se encuentra el diálogo entre Cleanto y Tartufo en el acto cuatro, escena uno; la participación del señor Leal, en el acto cinco, escena cuarta; y la implicación de Madame Pernelle en la tercera escena del mismo acto, en consecuencia, la tensión dramática ocurre cuando Orgón comprende la hipocresía de Tartufo, la seducción a su esposa Elmira, así como el intento de suprimirlo de su hogar y de todos sus bienes materiales.
La obra transcurre en dos tiempos, la duración externa se ubica en el siglo XVII, en el contexto histórico del absolutismo monárquico de Francia, con Luis XIV, en cambio, el período interno es cronológico lineal, es decir, posee inicio, nudo y desenlace, ocupados para producir un ambiente psicológico, aquel donde el clima emocional es la tensión, porque los actores conviven en constante exaltación, preocupación, conflictos y crítica social, en un espacio cerrado así como real, puesto que se acontece la sala de la casa Orgon, un burgués parisino.
Las figuras situadas en el escrito incumben en: aquellos primarios como el personaje protagonista, plano, y estereotipo, Tartufo, exponente de la hipocresía social, el actor redondo, autoritario, colérico además de obstinado, Orgón; aquellos secundarios referentes a la silueta antagonista, entrometida, hábil, astuta y tipo, Dorina, la criada; adhiriendo a la obediente, indecisa e incluso lánguida Mariana, el endeble Valerio, el justiciero y prudente Cleanto, la sensata Elmira, el apasionado, impulsivo, enamoradizo, Damis, la caprichosa Madame Pernelle, y aquellos terciarios e incidentales como el señor Leal, el alguacil, Flipota la servidora, y aquel criado altivo, Lorenzo.
Conclusión
El aprecio hacia el escrito se demuestra en la extracción de valores acerca de la honestidad, obediencia, solidaridad, lealtad, serenidad, confianza, justicia y generosidad, manifestados por el dramaturgo en la crítica hacia los falsos devotos, aquellos que esconden malos intereses mediante la manipulación de la religión, otorgando, además, un significado moral, al intentar revelar y corregir los vicios de la sociedad, del mismo modo, depone un mensaje basado en las consecuencias de ser una persona codiciosa, alguien quien desea desmedidamente la economía ajena, reprimiéndose disfrutar los aspectos buenos de la vida, autenticidad, el vínculo colectivo y acercamiento a la realidad, al estimularnos la fantasía pretendida.