Experimentos Sobre los Animales en Investigación
La investigación animal ha contribuido a muchas curas y tratamientos que salvan vidas. La investigación animal es cruel e inhumana. No existe una alternativa adecuada a las pruebas en un ser vivo, un sistema de cuerpo entero. (el estudio de las células)
Ahora existen métodos de prueba alternativos que pueden reemplazar la necesidad de animales, es un “con” ya que tiene limitaciones en los tipos de estudios que pueden ser realizados. Los animales son sujetos de investigación apropiados porque son similares a los seres humanos en varios aspectos. Aunque las diferencias anatómicas, metabólicas y celulares hacen que los animales sean modelos pobres para los humanos, siendo demostrado que el 96% de los estudios que tienen éxito en los animales, fallan en los humanos. Humanos y los mismos animales se benefician de los resultados de estas pruebas, ya que sin las curas de enfermedades miles de animales y personas hubieran muerto con enfermedades pasadas.
Las drogas en las pruebas animales no son necesariamente seguras, ya que pueden ser dañinos para los animales y puede causar sesgos en los investigadores, ignorando curas y tratamientos potenciales. La investigación animal está cada vez más regulada, con leyes para proteger a los animales del maltrato.Las pruebas con animales son más caras que los métodos alternativos. Los investigadores intentan tratar a los animales con humanidad, tanto por el bien de los animales como para garantizar resultados de prueba confiables. Los animales pueden sufrir como los humanos, por lo que es hipócrita experimentar con ellos mientras nos abstenemos de hacer estos experimentos con humanos, solo porque los animales no tienen la habilidad cognitiva del lenguaje o juicio moral.
La experimentación animal se ha convertido en un tema complejo en la sociedad moderna. Millones de animales se utilizan todos los días en procedimientos extremadamente dolorosos para desarrollar o refinar nuevos medicamentos, medicamentos o técnicas quirúrgicas. La legislación para regular el uso de animales para experimentos científicos se remonta a la Ley de crueldad hacia los animales, la cual refleja los esfuerzos tanto en investigación como en legislación para establecer parámetros para el uso de animales en la ciencia. Las regulaciones son: las 3 R (reemplazar, reducir y refinar) deben aplicarse siempre que sea posible; los experimentos deben ser indispensables; el dolor, el sufrimiento y la muerte deben ser justificables; todo el proceso debe regularse mediante sistemas de control y autorización. A pesar de todo esto y del hecho de que la ciencia médica ha adquirido un valioso conocimiento de los experimentos con animales, la experimentación con animales se ha convertido en una realidad cruel.
A la luz de esta realidad, muchas organizaciones de bienestar animal han decidido participar en cualquier esfuerzo que pueda contribuir a disminuir el sufrimiento de los animales en los laboratorios. Esto no debe entenderse como abandonar la visión de abolir todos los experimentos con animales, sino tomarse como una primera medida de recurso.
La oposición al uso de animales con fines de investigación la comenzaron a pensar algunos fisiólogos. Solo más tarde el público en general se involucró apasionadamente. La oposición profesional se basó en una objeción moral a la crueldad, porque como mencionamos antes, la anestesia eficiente no estuvo disponible hasta mediados del siglo XIX.
Las críticas a la experimentación con animales siguen siendo un tema muy discutible que parece no tener solución. La única respuesta proviene de William Russell y Rex Burch en su publicación, The Principles of Humane Experimental Technique (1959), enfatizando la necesidad de que los científicos evalúen su trabajo basado en el principio de las ‘tres R’. Recomendaron que los esfuerzos de investigación se dirijan hacia el reemplazo final de animales sensibles en experimentos con alternativas no sensibles o no vivas en cada oportunidad. Este es el ideal hacia el que cualquier investigador debería esforzarse.
Esta revisión tiene el propósito principal de presentar la necesidad de consideraciones morales en todos los experimentos que involucran animales. A pesar de los exhaustivos intentos de definir un modelo ético único para la experimentación con animales, ninguno ha resultado ser exhaustivo. El problema cuando se trata de evaluar si un experimento con animales es justificable o no es que no hay un estándar mínimo para fines que se consideren éticos o poco éticos.
