Antecedente Historico De Polonia Y Su Evolución
Introducción.
Polonia es el único país de la UE27 en el que el PIB creció en 2009, hasta ahora el peor año de la crisis. Mientras la producción de la UE27 estaba contrayéndose, en promedio, un 4 % (con picos de –13 % en Letonia, –10 % en Estonia, –9 % en Irlanda), Polonia creció casi un 1 %. ¿Por qué fue Polonia diferente? Buscamos una respuesta comparando Polonia con un país que es en muchos aspectos relativamente parecidos: Hungría.
Mientras que Polonia estaba creciendo en medio de la crisis, Hungría se contrajo un 6,5 %, como consecuencia de la brusca caída del consumo de los hogares. El FMI extendió una línea de crédito a ambos países. En todo caso, el crédito que recibió Hungría fue mayor en porcentaje de su PIB (la relación entre el PIB de Polonia y el de Hungría es de 2,5 a 1). El FMI no puede ser la explicación. ¿Puede serlo la diferencia entre las políticas macroeconómicas (tanto la política monetaria como la política fiscal internas)? La respuesta es afirmativa.
Desarrollo.
Polonia respondió a la crisis con una expansión fiscal: en relación con el año en que comenzó la crisis, el déficit presupuestario aumentó 3,4 puntos porcentuales del PIB. El estímulo fiscal consistió en una reducción de los impuestos que permitió que el consumo continuara creciendo. Pero el estímulo fiscal podría no haber dado resultado si el banco central no hubiera acompañado la reducción de los impuestos con una expansión monetaria.
La oferta monetaria se expandió y el tipo de cambio se depreció (un 15 %). La depreciación del tipo de cambio constituyó una parte fundamental del programa de medidas. Al elevar el precio relativo de los bienes importados, desplazó la demanda de las importaciones a los productos interiores. Este desplazamiento fue importante, pues de lo contrario el aumento del consumo inducido por la reducción de los impuestos habría recaído (al menos en parte) en las importaciones sin apenas afectar a la producción interior.
Por tanto, el régimen de tipo de cambio flexible le ha venido bien a Polonia al facilitar el ajuste de la economía a la perturbación externa. Hungría hizo lo contrario: endureció la política fiscal y mantuvo el tipo de cambio relativamente estable. El consumo se hundió y su caída se tradujo en la correspondiente caída de la producción, ya que el tipo de cambio no desplazó la demanda de las importaciones a los bienes producidos en el interior.¿
Conclusiones.
La explicación radica en la situación en que se encontraban los dos países cuando les golpeó la crisis. Como Polonia entró en la crisis con unos fundamentos relativamente sólidos, el gobierno pudo amortiguar la recesión. Hungría, que entró en la crisis con un déficit presupuestario de nada menos que un 9 % del PIB (2 % en Polonia) y un déficit por cuenta corriente de un 8,5 (3 % en Polonia), no tuvo esta opción. Además, los hogares húngaros habían pedido préstamos en euros y no en la moneda nacional (el florín). Si hubiera seguido a Polonia y hubiera dejado que el florín se depreciara en relación con el euro, habría aumentado la carga sobre estos préstamos, lo que habría reducido el consumo.