“Baco” De Michel Ángel Caravaggio

La pintura de Óleo sobre lienzo denominada “Baco”; la cual trata un tema mitológico, en la escena se observa al dios Baco o Dionisio representado en un momento en el que está bebiendo con un frutero delante, lo que se denomina Bodegón. El autor está haciendo un alarde de técnica, principalmente con el transparente del cristal de la copa y con el blanco (uno de los colores más difíciles en pintura) de la sábana que envuelve al Dios. Este cuadro incorpora particularidades que nunca se habían hecho hasta el siglo XV o XVI; por ejemplo, la luz, la cual no es diáfana ni homogénea, sino que es una luz teatral con zonas del cuadro muy iluminadas y otras muy oscuras. Es un dibujo de gran realismo, para la sensualidad y para el bodegón o , por ejemplo, la copa de Vino

Otra característica del cuadro y que es propia también del Barroco es el reflejo de la realidad tal y como es; es decir, ya no se busca la belleza , de modo que se fijan en los aspectos más cuadros y morbosos (vejez, enfermedades , torturas). Esto es debido principalmente por dos razones: en primer lugar, para impresionar al espectador y segundo, porque el siglo XVII es un siglo depresivo, con muchas guerras y pestes; además el tema de la brevedad de la vida está siempre muy presente y de ahí que se representen bodegones con comida podrida, representando así una vida terrenal que tiene poco valor (esto es denominado “naturalismo”). En el cuadro va a destacar también la teatralidad, en concreto en la mirada del Dios, que nos mira e implica directamente. Por último, el cuadro no tiene mucho movimiento.

El Barroco en Italia y la pintura durante el siglo XVII

Italia se convirtió en el siglo XVII otra vez en un foco artístico de primera importancia que influyó en el resto de Europa (aunque algo menos que en el Renacimiento).

En la primera mitad del siglo XVII, los Papas Urbano VIII y Alejandro VII transforman a Roma en el epicentro de la Contrarreforma. El Arte Barroco se va a convertir de esta manera en el arma política y espiritual que la institución va a utilizar como medio de propaganda de sus pretensiones. De ahí que Roma tenga la necesidad de ser la capital barroca por antonomasia. Otras ciudades italianas destacadas de esta etapa van a ser Bolonia, Nápoles o Turín. En esa Italia del siglo XVII van a destacar tres corrientes con estilos diferentes en lo que a la pintura se refiere: clasicista, naturalista y decorativa. Sin embargo, todas tendrán alguna característica en común que se apreciará en las diferentes obras de cada corriente.

Materiales y técnicas

 va a predominar la técnica del óleo y del fresco y, principalmente por influencia de la Escuela Veneciana, se van a utilizar pastas de material grueso lo que va a facilitar que los colores estén muy saturados. Los pintores barrocos conocían técnicas muy complejas como la caja oscura lo cual incide en la sensación de realismo de sus cuadros. En ocasiones los cuadros barrocos dan una sensación equívoca, pues parece que se han pintado del natural y, sin embargo, la mayor parte de los mismos es obra de taller.

Soporte

se utilizará el lienzo de gran tamaño, además las pinturas de carácter decorativo y los frescos se van a plasmar en bóvedas de iglesias o palacios, y aunque con menos frecuencia, se van a situar en otros lugares como retablos o decorando a una escultura. En este sentido, se va a notar nuevamente la influencia de la escuela veneciana.

Temática

temas fundamentalmente religiosos, especialmente con una tendencia a exaltar la religión católica. El estilo clásico y la tendencia decorativa hacen del tema religioso como algo idealizado donde destacan motivos como el triunfalismo, la apoteosis; con un final muy dramático. El naturalismo, por contra, busca despertar la piedad religiosa a través del sentimiento y para lograrlo muestra temas religiosos que incluyen escenas con una gran verosimilitud que va a lograr un efecto sobre el espectador, el cual sentirá que dicha escena puede ocurrir en algún momento en la realidad, es decir, en su cotidianidad, aunque esta sea muy humilde. La puesta en escena, la iluminación, los modelos, que muchas veces se muestran vulgares; logran ese propósito artístico. Por otro lado, el naturalismo destaca lo humilde, lo vulgar, dándole una expresión de belleza que va a calar ante los ojos del espectador (en contra de lo que expresa el idealismo renacentista). Es importante destacar que no solo los temas religiosos son los favoritos durante el barroco, pues destacan también los temas mitológicos, las alegorías de carácter político o religioso, etc.

Puesto que desde el Renacimiento temas como el paisaje o los bodegones eran ya una constante, durante el Barroco no va ser de menos; sin embargo, se van a incluir otros géneros de la pintura como el paisaje, el bodegón o escenas relacionadas con los géneros (masculino o femenino). En cuanto a artistas, hay una figura de primer orden dentro de la pintura Barroca en Italia, es Miguel Ángel Caravaggio (1571-1610). De vida un tanto pendenciera e inestable, muere antes de cumplir los cuarenta años.

Caravaggio sitúa en el primer plano de su interés el problema de la luz, pero abandona lo conseguido por Leonardo en la gradación de matices entre la luz y la sombra. No le interesa el esfumado. En Caravaggio la luz se proyecta sobre la forma con violencia y su contraste es brusco e intenso. A ello se debe el nombre de Tenebrismo con que se conocen su estilo y el de sus imitadores. Le entusiasmaba el naturalismo. Era poco amigo de la arrogancia con que el Renacimiento gustaba de imaginar sus personajes y él los recreaba de una forma tan natural y real que llegó a recibir airadas protestas por algunos de sus cuadros religiosos. No obstante, algunas veces fue poco natural, como cuando usaba violentos escorzos en muchas de sus composiciones. Entre sus obras más importantes se encuentran: Baco (1595); Vocación de san mateo (1599); Entierro de cristo (1604); Dormición de la virgen (1605); La vocación de San Pablo (1601); Los discípulos de Emaús, Judith y Holofernes, Crucifixión de San Pedro, etc.

El Tenebrismo va a influir de forma muy importante en los más destacados pintores del barroco en España (por ejemplo, en Ribera, Zurbarán, y en Velázquez, primordialmente en su etapa de joven); en Francia (hermanos Le Nain, Georges La Tour), y en los Países Bajos (en Rembrandt); además es considerado como una de las principales contribuciones del Barroco.

La pintura tenebrista de Caravaggio

El tenebrismo es un recurso artístico introducido por Caravaggio que hará fortuna en la primera mitad del XVII. Consiste en colocar a los personajes y los objetos que juntos forman un cuadro que tiene un fondo oscuro donde la luz es el elemento principal que va a destacar a los demás componentes; se trata de una luz intensa y elegante que va iluminar a ciertas partes de las escenas del cuadro, quedando otras a oscuras. Además, llama la atención los objetos y gestos, los cuales están situados en un primer plano a los ojos del espectador. El tenebrismo ignora el paisaje, pero valora la naturaleza muerta, el bodegón. Es una pintura de interior, el propio Caravaggio pintaba en el sótano de su casa con luz artificial y maniquíes (a los imitadores de Caravaggio se les conoce en Italia como los ‘bambochantes’, de ‘bamboccio’ =monigote).

El método tenebrista va a llamar la atención de los grandes pintores europeos de la época, los cuales tendrán una etapa en su carrera profesional dedicada a este estilo (es el caso de artistas como Ribera, Murillo, Van Laert o Velázquez en su época sevillana).

Relación con otras obras

La embriaguez y el éxtasis están asociadas al vino en esta época, así se mostrará en otras obras del mismo periodo como:

  • “El triunfo de Baco” de Velázquez (1628, Madrid, Museo del Prado). El gran pintor español se vuelca con el mismo tema mitológico que hace referencia a Baco. En este cuadro, se observa al Dios rodeado de gente normal y corriente, los cuales están enrojecidos por el vino que han bebido, mientras que el Dios presenta un color más pálido y resplandeciente.
  • ‘Baco enfermo” de Caravaggio: se puede observar al Dios en un estado pálido, con un tono de piel muy verdoso, con ojeras, labios muy blancos que al parecer indican la resaca causada por los excesos del disfrute del vino.
  • Baco” de Rubens (1638): en este cuadro el pintor flamenco personifica al Dios de forma muy carnosa, además entre sus acompañantes destaca el sileno, el cual era su padre adoptivo y uno de los más borrachos de sus seguidores. Por último, tiene su pie derecho apoyado sobre un león, el cual está masticando al parecer una hoja de vino.

 

Sobre la obra literaria

Según la mitología griega, Dionisio es hijo de Zeus y de Semele y forma parte de uno de los dioses olímpicos, en especial del vino y de la fertilidad; de allí que sea descrito como un dios que lleva una piel de zorro, lo que simboliza la viña y la fauna. En la antigua Grecia, se celebraban en su honor grandes fiestas y rituales donde abundaban las orgías (que tenían el significado de vitalidad, naturaleza, alegría y ricas cosechas) y , sobre todo, las mujeres. Algunos historiadores como Heródoto señalaron que el culto a Dionisio llegó antes a otras partes del mundo como Egipto.

En la mitología romana, se le llamaba Baco, que deriva de las Bacanales, las cuales eran fiestas celebradas en secreto por mujeres en el monte Aventino en los siglos II y III a.C. Las fiestas fueron prohibidas en toda Roma cuando desde el Senado se descubrió su celebración y se sospechaba que en ellas se fraguaban diferentes tramas en contra de la República.

Dionisio o Baco, el arte y el vino

Hemos visto que el vino está muy presente en las representaciones mitológicas del Barroco, en especial a través del Dios Baco y sus fiestas; sin embargo, sea de una u otra forma a lo largo de la historia la relación entre vino y arte ha estado muy ligada, apareciendo en diversos periodos de la historia. De esta forma, aparecen ya alusiones al vino en los frescos de las cámaras funerarias de Luxor; también durante el periodo de la antigua Grecia ya se hacía referencia al dios Dionisio y el vino, en obras como “Hermes y el niño Dionisio”; también durante el periodo romano, Baco paso a considerarse también el dios del vino y a él se dedicaban culto a través de las bacanales. En la edad media también se consumía vino como ofrenda en las liturgias que se celebraban; en el renacimiento, el autor Miguel ángel esculpiría a “Baco ebrio” , como muestra del interés de los artistas de ese entonces por la antigüedad clásica.

23 Jun 2021
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