Beneficios De Los Videojuegos En Las Capacidades Humanas
Los videojuegos no son más que juegos, como indica su nombre, que se juegan mediante un aparato electrónico. Nacen en la década de los 50 mediante computadoras diseñadas para tareas de carácter lúdico, se popularizan en los 70 mediante las máquinas recreativas, y, ya cerca de la década de los 80, mediante las primeras consolas de videojuegos comerciales.
Hoy en día, están más presentes que nunca. Los encontramos en todos lados, desde nuestros teléfonos móviles, hasta consolas de videojuegos y computadoras especializadas para esta actividad. A menudo se ha criticado su uso desmedido y las diversas conductas que genera en la población escolar y escolar media, sin embargo, me gustaría aprovechar esta instancia para mostrar otra cara de esta afición, la cual es los posibles efectos beneficiosos.
Cuando me refiero a los videojuegos, es importante destacar que es un espectro muy amplio. A lo que me refiero con esto es que, en los videojuegos, existen diversos géneros jugables, narrativos o visuales, donde estos pueden incluso mezclarse para ofrecer mejores experiencias jugables. Por poner un ejemplo, existe el género de acción, nos encontraremos generalmente con situaciones donde tendremos que deliberar, decidir y actuar rápido. Por otro lado, en el género de estrategia, nos podremos tomar un tiempo más largo en deliberar, decidir y actuar. Lo anterior sirve para dar a entender que necesitaremos formas de videojuegos específicas, para generar beneficios específicos.
Uno de los beneficios que conlleva jugar videojuegos, es la clara mejora en la atención espacial (Green, Bavelier & Shawn, 2012), mediante el uso del género de acción. Estos mejoran la capacidad del jugador, cuando la tarea se trata de localizar rápidamente nuevos estímulos mientras que existan factores de distracción. Algunas de las actividades diarias que se pueden ver beneficiadas por esta acción son, por ejemplo, conducir un auto o guiarse mejor en ambientes ruidosos donde todo se mueve rápido.
También, mediante los mismos videojuegos de acción, se puede desarrollar una disminución de la impulsividad (Green, Bavelier & Shawn, 2009). Estos juegos logran mejorar la capacidad de distinguir estímulos innecesarios, par así ignorarlos rápidamente, cuando nos encontramos en una situación rápida que lo requiera. Este beneficio se ve potenciado por el anterior y pueden trabajar en conjunto para actuar de manera efectiva en situaciones rápidas y de estrés, como, por ejemplo, una sala de emergencias de un hospital.
Nuevamente, el género de acción, logra mejorar la capacidad del “tracking” (Trick, 2005) es decir, de seguir el rastreo de objetos en movimiento mientras existan factores de distracción, siendo el objeto en movimiento visualmente idéntico a los otros que se logran ver. Este estudio fue aplicado a niños y adultos y, ambos grupos, se vieron beneficiados de esta actividad. Por supuesto, los beneficios son múltiples, y, por ejemplo, en cualquier actividad que requiera identificar múltiples herramientas o estructuras y un trabajo rápido, aquel beneficiado podrá distinguir más fácil y rápidamente entre que herramienta elegir. En la medicina, por ejemplo, un cirujano podría ser capaz de deliberar de una manera más eficaz, que acciones tomar frente a una cirugía de emergencia. Asimismo, esta actividad se podría enlazar con las anteriormente mencionadas para mejorar aún más lo que respecta a acciones espaciales.
Podemos observar también, Por último, y de manera más específica, se ha observado que cirujanos jóvenes e inexpertos que son jugadores de videojuegos, poseen mejoras de rendimiento respecto a un grupo control que no lo hacía, cuando se trata de realizar una cirugía laparoscopia (Schlickum, 2009). Esto sin duda representa un antes y un después en el avance de la técnica médica, pues es de sabido conocimiento que cada vez se implementan más herramientas tecnológicas para que los médicos novatos practiquen.