Bienestar Animal: Legislación y Estructuras Responsables
Bienestar Animal
La protección animal es un acto del ser humano mientras que el bienestar animal es una cualidad que varía en cualquier animal viviente. El entorno de una animal es adecuado si le permite satisfacer sus necesidades. Los animales tienen variedad de sistemas funcionales que controlan la temperatura corporal, el estado nutricional, las interacciones sociales, etc. A la vez, estos permiten al individuo controlar sus interacciones con el entorno y por lo tanto mantener cada aspecto de su estado dentro de un campo aceptable.
Cuando un animal esta posible o realmente desequilibrado, homeostáticamente hablando, o cuando actúa de una forma determinada causa de una situación medio ambiental, decimos que tiene una necesidad. Una necesidad puede ser definida como un requisito, que es parte de la biología básica de un animal, para obtener un recurso particular o responder a un entorno en concreto o a un estímulo corporal.
Hay necesidades debidas a causas concretas como la falta de agua o el calor, pero los sistemas de control han evolucionado en los animales de tal forma que los medios para obtener un objetivo concreto se han vuelto importantes para el animal a nivel individual. Por ejemplo, los cerdos necesitan hozar en el suelo o sustrato similar, las gallinas darse baños de polvo y ambas especies necesitan construir nidos antes de parir o poner huevos. En estos ejemplos distintos, la necesidad en si misma está en el cerebro y no es fisiológica o conductual pero pueden satisfacerse sólo cuando se evitan o rectifican los desequilibrios fisiológicos o cuando se expresa algún comportamiento concreto.
Los efectos de la legislación del bienestar animal.
La legislación tiene efectos de cómo la gente se encarga de los animales. Generalmente se inicia por presión de los votantes en los políticos electos. En esa área científica, los políticos necesitan saber el verdadero estado del conocimiento científico sobre el tema. La información en estos temas han formado la base de la legislación y los códigos de conducta en muchos países.
A escala mundial, la Organisation Internationale des Epizooties (OIE) u Organización Mundial para la Salud Animal esta ahora estableciendo bloques de recomendaciones que probablemente serán leyes en la mayoría de naciones del mundo, a la par que se respeten las recomendaciones de la OIE sobre las enfermedades de los animales. El efecto real de la legislación sobre el bienestar de los animales depende de las respuestas de aquellos que se encargan de los mismos. Esta respuesta, a su vez, depende de la naturaleza de cualquier aplicación. Algunos sistemas para la producción de animales de granja no continuara si se ilegalizan porque dependen de grandes productores que se ven obligados a cambiar a un sistema legal.
Otros aspectos d la legislación pueden aplicarse sólo con las inspecciones realizadas en las granjas, en los vehículos de transporte, en los mercados, en los mataderos, etc., y la medida de infringimientos de la ley se ve afectada significativamente según la frecuencia y calidad de las inspecciones. En muchos casos hay que realizar inspecciones sin previo aviso para descubrir las infracciones. Existen diferencias regionales y naciones respecto a la seriedad con la que aquellos implicados en el negocio de la producción de animales contemplan la legislación.
Obligaciones hacia los animales: ¿tienen derechos los animales?
Los actos morales estas dirigidas más hacia aquellos que identificamos como que hacia aquellos que consideramos. En países que son relativamente pobres pero con buena educación, el interesen el bienestar animal puede ser tal que la gente está dispuesta a incurrir en algún grado de pérdida económica antes que en una mala calidad de vida de los animales.
Todos los comportamientos humanos y las leyes deberían basarse en la obligación de cada persona de actuar de manera adecuada hacia cada persona y cada animal mal utilizado. Es mejor basar estrategias de vida en nuestras obligaciones que mezclar el concepto de derechos: muchos los llamados derechos pueden dañar a otros. La obligación más aceptada hacia nuestros animales está relacionada con evitar una mala calidad de vida, por lo que el aprendizaje del bienestar animal y su base científica es muy importante para todos aquellos que tienen contacto frecuentemente con animales.
El interés en el bienestar animal.
Los animales de granja se ven afectados por todo su entorno, como las prácticas de manejo, los limites físicos, los factores de enriquecimiento, la ventilación, la temperatura, la interacción social con otros animales y los programas de reproducción dirigidos a selecciona características de producción tales como el crecimiento más rápido, una mayor producción de leche, huevos, etc. Esta técnica de cría ha tenido éxito desde un punto de vista de la producción pero su efecto negativo es un aumento de enfermedades relacionadas con la producción. Puede que estos problemas sean más evidentes si se da a los animales una sustancia que incremente su capacidad productora. Un ejemplo es el uso de BST en las vacas lecheras que fue prohibido en Estados Unidos según las recomendaciones del Comité Científico sobre la Salud y Bienestar Animal (1999).
Cuando las necesidades de un animal no se satisfagan, su bienestar será peor que cuando sus necesidades estén satisfechas. La desnutrición, las lesiones y las enfermedades son signos evidentes de deficiencia en el bienestar, otros indicadores incluyen comportamiento anormal como las estereotipias. Los dos factores de los sistemas de cría intensiva que han dado lugar a la mayoría de las críticas son seguramente el espacio reducido y el entorno estéril que se les proporciona a los animales. Estos terrenos privan a los animales de realizar al menos algunos de sus patrones naturales de comportamiento. El espacio reducido limita la posibilidad de movimiento y actividad y puede interferir con las interacciones sociales normales que incluyen la posibilidad de apararse de otros animales. Todos los animales incluyendo, humanos necesitan la posibilidad de guardar distancia mínima de los otros cuando lo deseen. El consejo Británico para el Bienestar de los Animales de Granja llevó a cabo esta tarea y formuló los siguientes cinco libertades:
- No padecer hambre, desnutrición o sed: los animales tienen que tener acceso a agua limpia y una dieta equilibrada.
- No padecer incomodidad y malestar: proporcionar un entorno que incluya sombras y áreas de descanso adecuadas.
- Establecer medidas que minimicen el dolor, las lesiones y enfermedades: garantizar la prevención y el rápido tratamiento.
- Poder manifestar el comportamiento natural: proporcionar el suficiente espacio y las instalaciones adecuadas para que los animales puedan establecer relaciones sociales con otros miembros del grupo.
- Protegerles del temor y del estrés: asegurar condiciones y tratamientos que eviten el sufrimiento mental de los animales.
Las cinco libertades deben ser consideradas como un conjunto de principios para todos aquellos que están implicados de una u otra forma en el bienestar de los animales de granja como son los ganaderos, los asesores agrícolas, los veterinarios, los consumidores, las organizaciones para el bienestar, los políticos, etc.
Experimentación animal
La experimentación animal es un tema único cuando analizamos la relación entre seres humanos y los animales. En los experimentos con animales, el dolor, el sufrimiento y la angustia se infligen de forma deliberada en los animales mientras que esto se consideraría maltrato ilegal en otros campos. Pero incluso cuando admitimos que los experimentos con animales pueden proporcionar resultados que nos den conocimiento valioso y contribuyan a la investigación biomédica o a las toxicológicas, desde una perspectiva ética no parece aceptable que nosotros, como seres humanos, pongamos a seres sensibles en estados de sufrimiento que nunca aceptaríamos para nosotros mismo. A pesar de todo esto, la experimentación animal se ha convertido en una realidad cruel en el mundo actual.
Estructuras responsables de la protección animal
El ministerio de Agricultura es responsable de todos los problemas vinculados con la protección animal mientras que el Ministerio del Medio Ambiente se ocupa de la protección de las especies. Ejerce sus poderes de supervisión tanto a través de inspecciones regulares, que siguen un programa establecido a nivel nacional, o a través de investigaciones dirigidas, a petición de las autoridades centrales, que persiguen objetivos específicos: comprobando las condiciones en la que los animales son transportados:
- inspecciones en las tiendas simples de animales
- inspeccionando las condiciones que son llevados los animales al matadero y como son sacrificados
- inspecciones de establecimientos que proporcionan animales con fines experimentales
- inspecciones en las condiciones de cría de cerdos, los terneros, las gallinas ponedoras, etc.
También son responsables de las inspecciones de conformidad con las autorizaciones (institutos de experimentación animal, transportista de ganado atribuyendo certificación adecuada, etc.) y tienen como responsabilidad el control total de enfermedades contagiosas.