Bulimia Como Factor Alimenticio
La bulimia, como factor alimenticio, se ha convertido en un gran problema de salud pública a nivel mundial impactando aún más en la población occidental, afectando principalmente a personas del sexo femenino (en promedio 92,5% de los casos), generalmente en la adolescencia en edades entre los 12 y los 25 años (1).
El auge de un tiempo para acá respecto a la belleza y apariencia física, ha afectado a diversas poblaciones de las cuales un porcentaje al sufrir de bulimia y al notar que no “encajan” en dichos estándares, tienden a bajar enormemente su autoestima y a tener problemas para relacionarse con la sociedad. “Está demostrado que al saciar su apetito no experimentan gusto, sino culpa, por eso existen trastornos alimenticios como la bulimia”(2). En un estudio realizado en Reino Unido, se logró identificar que a medida que pasan los años las cifras de bulimia han ido incrementando, del mismo modo se identificó que la razón mujeres-hombres para la bulimia en adolescentes fue de (10:01), ocho veces inferior a la registrada en la población en general (3).
En Colombia, se encuentra el acuerdo número 031 del 3 de mayo de 2012 plasmado en la comisión de regulación en salud para la atención de los trastornos alimentarios como la bulimia, en la cual se cubren procedimientos, evaluaciones, atención, entre otras cosas (4).
Una investigación realizada en dos etapas en Gran Canaria, España, en la cual se incluyeron 1342 participantes elegidos al azar, se encontró en su primera etapa una prevalencia de riesgo de 27,42% del cual el 33% son mujeres y el 20% hombres; en la segunda etapa fueron evaluados 538 participantes a través de una entrevista clínica, un total de 285 se hallaban en riesgo, esta segunda etapa reveló en sus resultados una prevalencia global de 4,11% en los TCA, con un porcentaje de 5,46% para las mujeres y un 2,55% para los hombres. Como resultado se encontró que la prevalencia de la anorexia nerviosa fue de un 0,19%, para la bulimia nerviosa un 0,57% y para el TCA no especificado un 3,34% (5).
Otro estudio, determinó que la prevalencia de TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) en países desarrollados es de 0,8% a 14%, entre los cuales, la prevalencia de la bulimia se encuentra entre 1,2% a 4,2% (6). Por otro lado, una problemática que existe en relación a este trastorno alimenticio y psicológico, son las redes sociales, las cuales influyen de manera exorbitante en la misma. Algunos estudios realizados en diferentes fundaciones en EEUU indican que actualmente hay múltiples sitios web, los cuales tienen como objetivo apoyar y expandir prácticas poco saludables y a elevar la cantidad de personas con trastornos alimenticios como bulimia y anorexia (7), lo cual cada vez incrementa más y más el número de personas con estos trastornos, lo que conlleva a otro tipo de desencadenantes desde el punto de vista psicológico mucho más graves, como lo son los cuadros de depresión, ideación suicida y alteración de la personalidad (8). Estas personas también suelen “auto-castigarse” al verse de esa manera, con actos tales como la auto-lesión y la auto-mutilación (9). Como se observa, los trastornos alimenticios pueden desencadenar otras patologías y trastornos aún más severos que pueden afectar a estas personas como individuos y a su entorno social y familiar.
Las investigaciones clínicas y epidemiológicas han demostrado un gran incremento de estas personas afectadas con trastornos alimentarios a partir de los años 79 en países occidentales, lo que produce un notable incremento de su morbilidad (10).
Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la universidad Miami y la Universidad de Florida indicó que debido al mal uso que muchos jóvenes (en especial mujeres) le dan a Facebook y a otras redes sociales, gran parte termina encontrándose insatisfechos con sus propios cuerpos entre más prevalecen es estos sitios web; debido a este descontento corporal los síntomas bulímicos y auto-lesiones aumentan constantemente en los consumidores de estas redes (11).
Otro estudio publicado por “The Academy of Nutrition and Dietetics” también ha encontrado que redes sociales tales como: Snapchat, Twitter, Facebook, Instagram, Pinterest, Tumblr, y muchas otras además de prestarse como medio de comunicación para muchos jóvenes (12), sin embargo, en estas mismas plataformas se refuerza y se normaliza las auto-lesiones o los trastornos alimenticios debido a que se pueden encontrar diversas publicaciones pro-anorexia, pro-bulimia o comentarios de “body shaming” hacía los demás ya que no cumplen con “el prototipo de cuerpo ideal” ; esto ha llegado a tal punto que algunas redes como Instagram han censurado ciertas palabras de sus buscadores y cuando un usuario la busca, la plataforma le ofrece un servicio de ayuda por donde puede contactar profesional dispuesto a apoyarlo si es que lo quiere o necesita (13).
En general, los TCA se han convertido en la tercera enfermedad crónica entre las mujeres, adolescentes y niñas alrededor del mundo, aunque principalmente en las sociedades consideradas como desarrolladas y occidentales.