Cambio Climático En El Siglo XXI
Uno de los problemas que más preocupan a la sociedad del siglo XXI en la actualidad, es el cambio climático. Es indudable la manera en la que ahora está ocupando las agendas de las empresas, los gobiernos y la sociedad en general, debido a un gran número de factores que intervienen y que afectan de una u otra manera el futuro de la especie humana.
Son notorios los impactos que el cambio climático ha generado a nivel mundial, en todas las regiones y en cada uno de los sectores de la sociedad, afectando la salud pública, la agricultura y las actividades económicas, la industria alimenticia, la generación de agua potable, el transporte, las fuentes de energía, los diversos ecosistemas, etc. Y, aunque actualmente, ya representan un peligro constante para el desarrollo sostenible de la humanidad, a futuro las consecuencias van a ser mucho mayores en estos y muchos otros ámbitos.
Las actividades económicas enfocadas en un pensamiento netamente industrializado, dejan en un segundo plano un desarrollo sostenible y con una estructura ecológica, y se han convertido en los principales responsables del deterioro del ecosistema con sus comportamientos y hábitos, que en ocasiones se tornan costumbres arraigadas en las culturas y sociedades, como es el ejemplo de la ganadería intensiva, la minería y la explotación desmedida del subsuelo.
Por esta razón, es de vital importancia que los gobiernos ejerzan el poder de implementar un marco jurídico y social que fomenten prácticas sostenibles y sustentables con el planeta.
A pesar de toda esta problemática ambiental, no todo es negativo. Ante la evidencia de los riesgos para la subsistencia que conlleva el cambio climático, esto también ha generado un gran nivel de conciencia y ha impulsado a la sociedad y a varios sectores económicos a cuestionarse cómo se han hecho las cosas hasta el momento y a replantear nuevas opciones mucho más sostenibles y amigables con el planeta.
Vemos que actualmente las inversiones, nuevas tecnologías e ideas de negocio, van dirigidas a modelos que alcanzan objetivos sostenibles para solucionar los problemas diarios de una manera más ecológica, como ejemplo podemos citar la utilización del papel reciclable, el uso de energías limpias como la solar, la motivación a sus empleados sobre el uso de transportes públicos o la bicicleta, etc.
Adicionalmente, estas compañías sostenibles y responsables ecológicamente han generado mayores adeptos en la actualidad, ganando un estatus importante que las destaca en un mercado tan competitivo, abriéndole las puertas a clientes que tienen una visión ambiental muy similar. Es posible que los productos comercializados por estas compañías tengan un precio mayor, sin embargo, logran fidelizar cada vez más a un mayor número de clientes gracias a la buena imagen que dejan con su comportamiento frente a la problemática ambiental.
Por último, es importante que las empresas implementen dentro de su misión y visión estratégica, una responsabilidad social empresarial con políticas ambientales claras y estructuradas, que le permitan seguir creciendo sosteniblemente y, así mismo, impacten positivamente el entorno interno y externo. Pero no solamente la responsabilidad del cuidado del ecosistema recae en las empresas, cada persona debe ser consciente que, desde su hogar, su trabajo o su lugar de estudio puede aportar a la restauración del medio ambiente.
