Choque De Civilizaciones: Artículo De Samuel Huntington

La conclusión a la que ha llegado el profesor Samuel Huntington con este artículo publicado en 1993, no es otra que ahora más que nunca se observa una manifestación de los movimientos internacionales de resistencia y reivindicación étnica y cultural acaparando todo el planeta con el objetivo de cobrar con creces todo lo que otrora fue arrebatado. Esta apreciación, un tanto precipitada y superficial de la realidad internacional podría inmediatamente conllevar a considerar que estamos en los albores de una confrontación étnica y cultural sin precedentes en la historia de la humanidad.

‘la principal fuente de conflicto en un nuevo mundo no será fundamentalmente ideológica ni económica, el carácter tanto de las grandes divisiones de la humanidad como de la fuente dominante de conflicto será cultural’

El análisis de Huntington conlleva a prestar un particular interés al conflicto o mejor aun al razonamiento teórico de una confrontación venidera, que de suceder sería según el aturo entre civilizaciones y sus conexiones más que entre Estados. Esta percepción de las relaciones internacionales puede mantener similitud al realismo político, ya que están basadas en el conflicto como componente esencial, no obstante Samuel Huntington señala este conflicto como resultado de la interacción entre las diferentes culturas en el mundo y no como un aspecto fundamental en el desarrollo internacional.

Es necesario tener en cuenta que confrontaciones de origen étnico-culturales han sido registradas a lo largo de la historia de la humanidad, desde el inicio de las primeras civilizaciones, y siempre han sido aspectos notables en las conflagraciones que conocemos. Indudablemente los elemtos étnicos-culturales cuentan con un peso relevante en las relaciones de los seres humanos. La cultura viene a definir y precisar la concepción que se tiene de la realidad y de los patrones de comportamiento generalmente, por lo que siempre han sido fundamentales en las relaciones de poder en la humanidad. No se puede questionar la importancia de los aspectos culturales en las relaciones entre una u otra sociedad, pero son otros elementos los que bien han causado y posiblemente causarán los conflictos. Samuel Huntington en su artículo ignora, o bien parece omitir las causas reales de los conflictos a los que hace alusión en su escrito. De la misma forma pasa por alto los factores históricos que habrán de generarlos. 

Sus argumentos principales son los conflictos desatados en los últimos tiempos, donde el rasgo cultural está siendo usado como bandera de lucha. Independientemente de que la bandera de la reivindicación cultural esta cada vez siendo mas usada, esta no es la principal responsable del derramamiento de la sangre a nivel mundial. Hasta este momento uno de los conflictos que mas podríamos vislumbrar como conflicto propiamente cultural y/o religioso podría ser Las Cruzadas, cuando Europa le declaró la Guerra Santa a los ‘infieles’ sino bien en términos de motivos, si bien de naturaleza.Las cruzadas tenían como motor principal la reconquista de la Tierra Santa, enclave occidental, que ha servido a los intereses occidentales en las tierras rodeadas por el pueblo Musulmán. 

Las Cruzadas eran guerras santas, convocadas bajo la bandera de la cultura, sin embargo eran verdaderas empresas económicas imperialistas que estaban motivadas esencialmente al saqueo, conquista y captación de esclavos, asi como enriquecimiento de la ‘Santa Madre Iglesia. Semejante empeño hizo que Urbano II, su ‘Santidad’ convocara un ejercito civil de mujeres, niños, de casi un millon de personas en 1095, de los que pocos sobrevivieron.

Con este claro ejemplo se puede constatar que son las luchas materiales y no las diferencias (aunque juegan un papel predominante) las que impulsan a los pueblos del mundo a movilizarse, y son las que impulsan el fundamentalismo islámico, o los movimientos separatistas o las guerrillas indígenas, o la resistencia iraquí en irak, o la Intifada, o simplemente lo que motivó a los Boxers, o a los gavilleros a luchar.

No se puede negar la realidad, las diferencias étnicas culturales y/o étnicas son pilares fundamentales de las sociedades, y existe la posibilidad de que puedan esgrimirse en una lucha o conflicto, sin embargo estas ‘diferencias’ no son capaces de originar conflictos bélicos considerables en la mayoría de los casos.

Choque de las Civilizaciones establece una alternativa a la configuración internacional tras la Guerra Fría, ante un panorama de potencial hegemonía de Estados Unidos. Samuel Huntington propone una teoría alternativa donde expone que las entidades más altas serán las civilizaciones, como máxima expresión de la identidad de los Estados. Estas civilizaciones se encontrarán identificadas por la cultura como elemento fundamental frente al resto de civilizaciones que se identifican. Al haber una mayor intercomunicación a nivel mundial, las diferencias culturales se acentuarán, lo que provoca una reivindicación de lo propio frente a la cultura extranjera.

Bajo esta premisa el mundo se comprenderá como un conjunto de civilizaciones, que por regla general tendrán un Estado central que será el núcleo duro que representa lo común de cada civilización, es decir, un Estado fuerte económica y militarmente que, además, abandere las ideas y costumbres de esa civilización. A su alrededor se encontrarán el resto de Estados que probablemente sigan la estela del central. De esta manera la percepción que se adquiere es de unos círculos concéntricos donde el Estado fuerte domina el centro y los demás generan una actividad alrededor de éste.

Las civilizaciones contarán con una relación plagada de rivalidades y luchas. Estos conflictos serán a raíz de la decadencia en la influencia de Occidente y el auge de otras. Ese auge será en determinadas materias según cada civilización, los musulmanes por un gran crecimiento demográfico e inmigración o Asia (China en particular) por su crecimiento económico. Con esa tendencia y el desgaste occidental, los conflictos se incrementarán por la lucha de poder.

El autor señala en su artículo quer una de las bases fundamentales del conflicto proviene por la parte cultural, en el caso del resto de civilizaciones, no tienen por qué aceptar los conceptos Occidentales respecto a la visualización del mundo, esto es, los Derechos Humanos, el individualismo, etc. Esto acarreará consigo que el resto de civilizaciones tratará de reivindicar sus raíces culturales pero compaginándolas con la modernidad. Sienda esta a su vez uno de los elementos clave debido a que Occidente daba por hecho que la modernidad más los valores e ideas serían iguales para los demás países, pero Huntington presenta una perspectiva donde los países captan lo mejor de cada civilización y lo adaptan a su idiosincrasia. Esto, sin lugar a dudas quiere decir que de Occidente se tomarán los avances tecnológicos e industriales, pero se desecharan los valores culturales.

La religión aparece entonces como uno de esos pilares fundamentales, en este caso el objetivo gira en torno al mundo musulmán, aunque se hable de Asia y la India, los musulmanes están en el punto de mira del movimiento religioso porque allí, según el autor, la religión ha tomado un papel importante en asuntos sociales que los Estados no actuaban de forma eficiente. Luego es otra fractura para la conflictividad histórica con Occidente.

Cabe señalar que prácticamente todo el conflicto civilizatorio va contra Occidente y más concretamente contra Estados Unidos. Aun así, se pronostica que todavía quedan unas décadas de dominio Occidental, sobre todo en lo relativo al poder militar y económico.

Desde un primer momento tras la publicación del artículo, la polémica siempre ha girado en torno a esta perspectiva civilizatoria de Huntington. Algunos apartados como “las sangrientas fronteras del islam” pueden ser más llamativos dentro de toda la obra y otros simplemente exponen una verdad a medias, como poner a Estados Unidos en el centro del desarrollo cultural de Occidente. Por lo pronto, el propio título de su obra El choque de civilizaciones transmite a priori una idea bastante apocalíptica, y sobre todo una vez que la obra salga de los círculos intelectuales y pase al resto de la sociedad, donde los periodistas pueden dan un enfoque más oscuro todavía.

A pesar de lo polémico que resulta el artículo, es necesario tener en cuenta que esta óptica nos presenta un mundo nuevo tras la Guerra Fría, dejando atrás dos grandes bloques, se avanza en una forma de análisis plural. Sin ser tan complejo como un estudio individual de cada país, pero sin ser tan simple como dos bloques, la civilización tal y como es planteada ofrece la oportunidad de aglutinar diversos países en una entidad superior a ellos que de alguna forma cobra una importancia determinada en la interacción con el resto de civilizaciones.

Pero acaso un individuo ¿no se siente más identificado con sus países vecinos que con otros “extraños? En esa línea se contempla el análisis de Huntington de manera práctica, aunque también es cierto que las TIC están creando un mundo más dinámico e interconectado, la percepción del individuo genera mayor simpatía y afecto al cercano, ejemplos como el terrorismo, donde los recientes ataques a Francia (noviembre 2015) y a Bélgica (marzo 2016) conmocionaron a la ciudadanía europea, tanto por las víctimas como por la proximidad de cada atentado. Realizados en París y Bruselas, fueron dos ataques en importantes ciudades de Europa donde la repercusión que adquieren es mayor. Sin embargo, el terrorismo tiene sus actuaciones sobre todo en países como Siria, donde afecta a la ciudadanía de la región y de hecho, no como casos puntuales sino como una situación continuada en el tiempo. Pero ese terrorismo en lo que consideraríamos la periferia de Occidente apenas tiene relevancia para los ciudadanos de Estados Unidos o Europa.

Es peobable que el choque civilizatorio no sea viable a un nivel macro porque la cultura no es el único elemento del conflicto entre diversos países, de ser así el análisis de las relaciones internacionales sería muy simple. Por el contrario los intereses de los Estados se expanden más allá de elementos culturales, siendo tal vez la diferencia en los valores o las culturas una excusa.

Una vez superada la confrontación ideológica de la Guerra Fría, la cultura y el proceso de emancipación del poder Occidental, no se pueden convertir en el fin de la historia. La humanidad se encuentra ante procesos de enormes magnitudes abiertos a cualquier desarrollo. La anexión de Crimea por parte de Rusia son respuestas a alguna clase de conflicto más allá de diferencias culturales, y aun así hay quien podría analizarlo desde esa perspectiva.

Como siempre el balance de poder de las civilizaciones ha sido desde hace mucho tiempo el dominio de la clase dominante occidental, y de los valores, principios, conductas, occidental. Evidentemente tal larga supremacía es cada vez menos poderosa por el gran movimiento de resistencia que se esta gestando y los cambios en el poder económicos y políticos que podrían producirse en el futuro. Aunque es importante recalcar el avance de la ‘Globalización Occidental de la Producción y la Miseria’ que esta imponiendo modelos netamente occidentales, sin embargo a mayor acción, mayor reacción.

En la actualidad los conflictos entre Estados se mantendrán, y es cierto que la conflictividad entre unos y otros es más latente que entre otros. Por ejemplo entre Estados Unidos y Europa puede haber diferencias, pero no una conflictividad tan grande como Estados Unidos podría tener con países de Oriente Medio. Hay una jerarquía en la escena internacional donde cada país tiene un peso determinado que a su vez tendrá otros rivales o aliados en su misma posición, sin embargo un país de los estratos superiores (A1) podría llegar a influir de alguna manera en otro Estado “inferior” solamente para que esa acción afectara a su Estado rival (A2). Ese conflicto hipotético no ha sido motivado por una diferencia cultural, aunque tal vez su justificación podría haber sido esa.

Las relaciones de poder existentes entre las civilizaciones y la posibilidad de resistencia a ese dominio, podrían ser la causa fundamental para nuevos conflictos y obstáculo principal para la convivencia pacifica de las civilizaciones, y no simplemente las múltiples diferencias entre las civilizaciones, que son a la postre quizá el mayor patrimonio de la humanidad.

En los momentos actuales los únicos factores que podrían obstaculizar las relaciones entre las civilizaciones (que cada vez se estrechan) serían las relaciones de dominación existente dentro del sistema mundo actual, donde la información es cada vez mas accesible a las mayorías y existe un gran sistema de telecomunicaciones que favorecen el intercambio diario de diferentes culturas y a una cada vez mayor conciencia de el mundo global.

En todo caso, la teoría levantó un gran revuelo en su momento. Sin embargo no se recogen los intereses de cada Estado, todo está enfocado a las premisas de la civilización y lo que ello conlleva. Siendo un sistema inventado, es decir, que la creación de las civilizaciones de la manera que el autor lo hace, es forzado para conseguir sostener la teoría, Amartya Sen en una aclaración dice “como ocurre en el universo imaginario de Huntington”haciendo alusión a la forma de encajar las piezas del puzle para crear un conflicto entre civilizaciones. 

22 October 2021
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