Puntos de Vista Musulmán y Cristiano a La Batalla de Covadonga
Los textos presentan dos puntos de vista a la Batalla de Covadonga. En resumen, hablaré sobre el punto de vista musulmán y otro cristiano, de los sucesos que desencadenan la supuesta victoria determinante del reino astur con don Pelayo (rey Belay) en torno al 722. Las fuentes narran que tras la penetración de los ejércitos musulmanes, ayudados por la nobleza goda, y la derrota de don Rodrigo en la balla de Guadalete, conquistan el territorio peninsular en un breve espacio de tiempo; exceptuando la franja del norte peninsular, insumisa al control musulmán. Es en esta franja donde aparece el personaje de don Pelayo como precursor de la “reconquista” de Al-Ándalus y el inicio del declive musulmán en la Península Ibérica.
Sin embargo, algunos historiadores cuestionan la verosimilitud de esta batalla, considerándola una invención cristiana. Los cronistas musulmanes no niegan la existencia de dicha batalla, pero minimizan su relevancia a una escaramuza más entre cristianos y musulmanes; como se ve en el primer texto. En éste, se habla de una conquista total del norte peninsular, exceptuando la sierra en la que don Pelayo y unos trescientos hombres se refugian aprovechando la compleja orografía norteña. Allí son asediados hasta quedar reducidos a treinta hombres, ello provoca que los musulmanes los infravaloren y dejen allí.
El siguiente texto, en cambio, nos habla de una batalla épica y heroica en la que don Pelayo y su gente salen victoriosos. Pelayo se refugia en el monte Auseva (Picos de Europa, Asturias), donde es acorralado por los musulmanes y frente a su negativa de rendirse, el ejército invasor ataca con sus catapultas. Pero, según el relato, estas piedras al golpear la cueva recaían sobre los propios musulmanes, considerándose una auténtica matanza y dejando una supuesta cifra de 124.000 muertos del bando musulmán. Además, en el texto, se apela a la gracia de dios como un factor fundamental en la victoria.
Por tanto, tenemos dos fragmentos de texto de diferente origen con una visión e intencionalidad completamente distinta. Mientras que el primer texto se narra desde una visión despectiva, el segundo opta por una visión heroica y épica cristiana. Posiblemente, el segundo texto, tuvo la intención de fortalecer la figura de don Pelayo y, con él, el espíritu vencer de la “reconquista” frente a aquellos que le habían quitado sus privilegios, los musulmanes.
¿Realmente fue tan épica y crucial la batalla de Covadonga como narran los cristianos? ¿O fue un simple embate más entre cristianos y musulmanes como apuntan las fuentes árabes? Para algunos, sin Pelayo ni la victoria de Covadonga no seríamos quienes somos. Para otros es un mito fundacional para legitimar el episodio de la “reconquista”, siglos después de su inicio.
