Como Afecta El Divorcio A Mi Hijas
Introducción
Desde hace 10 meses me separé de mi pareja. Uno puede comprender y aceptar muchas cosas por los hijos, pero también es cierto que se necesita tener una salud mental, no solo para uno, sino para estar en las mejores condiciones para ellos. Una de las cosas que más me preocupa es como toman mis hijas esta separación, ellas tienen 5 y 3 años respectivamente. Han sido unas hijas espectaculares y su apego conmigo ha sido tan especial, que aún no me acostumbro a no tenerlas todos los días a mi lado. De hecho, es ese día a día que vivía con ellas, lo que más extraño desde la separación con su madre.
Desarrollo
Ahora para completar, ya entramos en la etapa donde luego de los acuerdos para el disfrute de las niñas, de repente,sin ningún motivo de fuerza mayor, me cambian mis fines de semana con ellas. Llegó ese momento, donde parece que ahora tratar de hacerme quedar mal con mis hijas es el objetivo.
Ante esta situación que estoy viviendo, me toco la tarea de leer sobre situaciones similares y por su puesto, saber la opinión de los expertos. Es impresionante encontrarse con estadísticas como estas: Las cifras del divorcio son muy importantes. En España crece y va hacia el 30% sobre matrimonios celebrados. En EE. UU. está por encima del 40% bajando algo los últimos años. Es un fenómeno que se está dando, al menos, en el mundo occidental.
De la misma fuente electrónica encontramos que:
Otros datos indican que en España más del 90% afirman estar satisfechos con sus relaciones familiares ¿Cómo se casan estas afirmaciones de satisfacción con las cifras crecientes de separaciones que en España llegan al 30% de los que se casan anualmente? Primeramente porque en la familia no solamente está la pareja, sino también los hijos, que son un factor importante en la felicidad. Los hijos son una razón poderosa para estar bien en familia y para no separarse. Por otra parte, es posible que el 10% no satisfecho sea quienes dan el 30% de los divorcios.
Descubro que no seré la única y la última persona que mantuvo su matrimonio por la razón de mantener a la familia. A veces los sacrificios valen la pena y serán nuestros hijos cuando tengan razón de lo que los rodea, quienes al final agradecerán lo que se hizo por y para ellos.
Me inquietaba saber que dicen los expertos sobre lo que pasa por la mente de los niños según sus edades, ante una situación de separación de sus padres:
De tres a cinco años:
- Esperan que sus padres se reconcilien durante el tiempo y en ocasiones pueden creerse culpables de la separación de sus padres.
- Sienten que el padre que se fue, lo hizo por algo que hicieron.
- Miedo a situaciones que antes no temían. Miedo a estar solos
- Miedo al rechazo.
- Imaginar que el padre que no esta no lo verá más.
- Situaciones de la imaginación propias de su edad para no enfrentar la situación real.
- Enojo y Rabia no propia de sus comportamientos
- Situaciones de comportamiento regresivo ya superadas para su edad, como orinarse en la cama, hablar con voz más infantil a la de su edad y portarse mal.
He vivido con mis hijas estas características en estos pocos meses que han pasado, incluso la pequeña lo demuestra con tanta tristeza como su hermana. Uno siente derrumbarse, siempre soñaste que te casabas una sola vez para tener tu familia toda la vida, pero estamos en una sociedad, donde ahora parece una moda todo este tipo de cosas que atentan la estabilidad familiar en todas sus formas. Queda pensar si es que las nuevas parejas toman la decisión equivocada de casarse o vivir con alguien, sin estar totalmente preparados para eso.
Para esta etapa que estoy viviendo con mis hijas, las recomendaciones son:
Demostrar a los hijos con hechos y palabras que se les quieren y aman.
Compromiso de parte del padre ausente, de verlos con regularidad, Hacerles ver que ellos no son los culpables de la separación. Que tanto mamá y papá hicieron lo mejor para que eso no pasará. No hablar mal del otro padre en presencia de ellos. Escucha activa con los hijos ante todo lo que dicen. Necesitan sentirse escuchados y que se les presta atención. No usarlos para saber que hace el otro padre. No usarlos como excusas para generar peleas y que ellos vean y sientan tal situación
Conclusión
Explicar las ventajas de la situación. Ahora dos casas, estar de visita con el padre que no está en la casa, salida con los padres juntos cuando se pueda y separados en la mayoría de las veces. Quizás allí cada padre se esforzara en dar un mejor trato a los hijos, y se crea una competencia sana, en beneficio de los hijos.
Sé que apenas esto es el principio, pero afrontar los cambios que puedan experimentar mis hijas en este largo proceso de separación, debe ser mi principal motivación. Documentar la experiencia en esta maravillosa red, de manera de ayudar a otros a entender lo que pasa a nuestros hijos, ya que ellos serán los eternos afectados de que sus padres ya no estén juntos.