Teoría de Conducta y Perfilación Criminal
Introducción
La violencia se muestra a nivel mundial como una gran problemática que se presenta en todos los ámbitos, entre estos en los entornos familiares, escolares, laborales, sociales, entre otros, por ende, legalmente se debe identificar al participante de estas conductas delictivas o criminales, para así privarlo de su libertad, ya que, se concibe como un peligro para los demás.
Desarrollo
La conducta criminal sería ese proceder que arremete contra el bienestar común, destrozando los valores esenciales que benefician la buena convivencia. Así mismo, las conductas criminales se pueden considerar como aquellos comportamientos donde se utiliza la fuerza, provocando un perjuicio físico, social o psicológico en una o más personas.
Rodríguez plantea que, desde su ley de saturación criminal, concibió al crimen como un fenómeno social. Es así que afirma que en un ámbito social específico, con condiciones particulares, se ejecutarán inexorablemente un número de delitos exacto. Por consiguiente, el criminal es considerado como un rival de la sociedad, ya que, de una u otra forma siempre termina haciéndole daño. Por otra parte, esta conducta es explicada a partir de diferentes teorías entre estas la estática.
Donde se menciona que estas asumen que los elementos causales principales de la conducta delictiva y de sus cambios a lo largo del tiempo, esencialmente, dependen de las características y aptitudes individuales, las cuales se establecerían relativamente pronto en el curso de la vida, tornándose estables. Si en caso hubiera un cambio, sería esencialmente el resultado de la evolución madurativa individual, es decir, ajustes típicos y esperables en el comportamiento.
Conclusión
Por consiguiente, a la hora de estudiar la raíz del comportamiento criminal es de gran importancia analizar los procesos madurativos, ya que, así como las personas van experimentando cambios, así mismo le he de ocurrir a esos factores que actúan en la conducta, por ello es esencial estudiar las diferentes etapas de la vida del individuo la niñez, la adolescencia y la adultez, con el fin de analizar las condiciones personales, emocionales, familiares y sociales de cada etapa, puesto que las malas experiencias o experiencias traumáticas más que todo en las primeras etapas pueden demarcar una posible conducta criminal, en la adolescencia o más que todo en la adultez, sin embargo, las diferencias individuales, aspectos intrínsecos y el contexto en el que se desenvuelva son los que podrían dar respuesta al desarrollo de la conducta criminal.