Conociendo La Historia De Rosie La Remachadora
Introducción.
Naomi Parker Fraley nació el 26 de agosto de 1921, en Tulsa, Oklahoma, fue la tercera hija de Joseph Parker, quien trabajaba como ingeniero minero, y fue formada por Esther Leis, estableciéndose como ama de casa. La familia se movía a donde sea que el trabajo del señor Parker los llevara, vivieron en Nueva York, Missouri, Texas, Washington, Utah y California, dónde se establecieron en Alameda, cerca de San Francisco.
Fue una camarera, puesto que su matrimonio con su primer esposo presento dificultades encontrándose en la obligación de realizar varios trabajos por hora y a consecuencia del conflicto más catastrófico de la historia de la humanidad dado entre 1939 y 1945, conocidos como la Segunda Guerra Mundial, en donde se enfrentaron sinnúmero de países, se dio el desarrollo tecnológico y la industria armamentística por lo que Naomi Parker se convirtió en una obrera estadounidense para la fabricación de armas y equipos militares necesarios en la Estación Aérea Naval de Alameda.
Desarrollo.
Por efecto de la Segunda Guerra Mundial, la producción de Estados Unidos se mantuvo con poco progreso y el 7 de diciembre de 1941 ocurre el ataque japonés a la base naval norteamericana de Pearl Harbor en la isla de Hawái. Estados Unidos había permanecido como una potencia imparcial hasta que la Segunda Guerra Mundial detonó. Sin embargo, el ataque a Pearl Harbor actuó como motivo suficiente para que iniciara la guerra, los soldados fueron llamados y como en otros países, millones de mujeres tuvieron que llenar los puestos de los hombres en las fábricas. La producción acostumbrada no fue todo lo que ellas tuvieron que tomar cargo sino también la producción armamentista.
Todos los esfuerzos que hacían los hombres, construir aviones, tanques, bombas, armas y balas tenían que ser realizados por la mano de obra de las mujeres la cual fue esencial para que se conviertan en la nueva fuerza económica que sacara adelante a los Estados Unidos.
Pamela Dell cita; Antes de la guerra, solo el uno por ciento de los trabajadores de la industria de la aviación eran mujeres. Para 1943, ese número había aumentado a 65 por ciento, o 310000 trabajadoras. Pero las mujeres eran necesarias en todas partes. Cumplieron la llamada y aceptaron el desafío. En 1940, el 27 por ciento de las mujeres estadounidenses trabajaban fuera del hogar. Para 1945, otro 10 por ciento se había unido a la fuerza laboral. Casi una cuarta parte de todas las mujeres casadas ahora se llevaban a casa un salario.
Al iniciar el proceso, muchas de las mujeres no habían trabajado fuera de sus casas por lo que el objetivo principal era contratar a mujeres blancas casadas pertenecientes a la clase media o clase alta, ya que la mayoría de las mujeres que ya tenían trabajos eran de la clase trabajadora blanca y mujeres africanas-americanas quienes eran fáciles de contratar, pero el repentino momento de la guerra necesito de más mujeres trabajadoras y la clase media de mujeres blancas casadas necesitaban cambiar su mentalidad de que trabajar fuera de sus casas era “una desgracia”.
Conjuntamente, Estados Unidos estaba recién emergiendo de la etapa de la Gran Depresión (1929-1939) por lo que la guerra se consideró como una oportunidad para el crecimiento económico del país y el final de la Gran Depresión, ya que surgió la necesidad de obtener trabajos para tener ingresos que no solo beneficiaron al país sino también a cada uno de los ciudadanos, además del aumento de salarios para las mujeres trabajadoras.
Las grandes industrias estaban aceptando la llegada de mujeres para realizar el trabajo que los hombres habían dejado dando como consecuencia a que el gobierno necesitara reclutar a más mujeres para la acción de todo tipo de trabajo esencial pese a que tendrían que ser trabajos duros, peligrosos y mugrientos, el sentimiento de patriotismo en las mujeres tenía que ser impulsado.
Naomi Parker Fraley y su hermana Ada fueron las primeras mujeres en asistir a la estación naval aérea Alameda en 1942 para conseguir trabajo en el taller de máquinas y fueron situadas de manera inmediata a pesar de que serían pagadas con un salario de 50 centavos por hora. Tuvieron que aprender rápidamente a soldar, ceder y remachar para poder arreglar el avión dañado por el combate de la Marina.
Conclusiones.
El gobierno creó una infinidad de propaganda para incentivar a las mujeres, pero el que más resonó en toda la nación fue la de “Rosie la remachadora” la cual se convirtió en un símbolo icónico de fuerza para representar a las mujeres trabajadoras de los Estados Unidos. Gracias a la imagen de Rosie, el número de obreras aumentó.