Crecimiento Económico en Perú y Utilización de Recursos Naturales
La economía peruana ha tenido un crecimiento destacado durante los últimos años, lo cual ha permitido aliviar sustantivamente las condiciones de vida de millones de personas., el crecimiento se ha sustentado fundamentalmente en una expansión de la inversión privada en un entorno macroeconómico estable, con tasas de inflación reducidas, que ha permitido acceder a fuentes de financiamiento externo en condiciones favorables. El contexto de esta expansión también se ha caracterizado por una mejora en los términos de intercambio, gracias al aumento de los precios internacionales de los principales productos de exportación. La mayor disponibilidad de divisas ha hecho posible que otros sectores con mayor impacto en el empleo, como la construcción y los servicios, pueden expandirse sin provocar desequilibrio en la balanza de pagos.
Sin embargo, la recuperación de la economía peruana no ha logrado aún las condiciones requeridas para alcanzar un crecimiento dinámico sostenido que la coloque en una trayectoria de convergencia con los niveles de bienestar alcanzados por los países desarrollados. Si consideramos el progreso logrado en varios países de la región, la economía peruana se encuentra aun comparativamente rezagada en varias dimensiones críticas, especialmente en el acceso a servicios de calidad, sobre todo en educación, salud, seguridad y en el desarrollo de sus capacidades de innovación y progreso tecnológico. (Sagasti, 2006)
Esto se expresa en la escasa participación del Perú en el comercio mundial de manufacturas. En términos de equidad, puede advertirse que el crecimiento económico no ha beneficiado aun a la mayoría de peruanos. Los ingresos de los trabajadores se han mantenido estancados o han crecido a un ritmo aún menor y más de la mitad de la población rural sobrevive por debajo de la línea de pobreza. Esto ha limitado la expansión del mercado interno y el incremento del bienestar general. En realidad, el crecimiento económico no ha generado suficientes fuentes de empleo de calidad, de hecho, el desempleo abierto y el sub empleo se mantienen aún a niveles elevados. (Villavicencio, 2010)
La recuperación de la economía peruana se explica, en buena medida, por la explotación de recursos no renovables en especial la minería y es por eso que no puede sostenerse indefinidamente en el tiempo. Es probable que los nuevos patrones de crecimiento a escala global generen una demanda creciente por estos recursos y sostengan sus precios a un nivel elevado, estimulando mayores inversiones en actividades de explotación para identificar y explotar nuevos yacimientos. Sin embargo, también es cierto que la explotación de estos recursos genera tensiones recurrentes al amenazar ecosistemas y afectar otras actividades económicas, especialmente la agricultura, en un contexto caracterizado por una tolerancia cada vez menor sobre todo en las nuevas generaciones frente a las actividades contaminantes.
Además, el impacto de la producción minera en el ingreso nacional ha sido limitado debido a las condiciones excesivamente generosas en que han sido entregadas a las concesiones y a que la mayor parte de la inversión es de origen extranjero, lo que se expresa en flujos significativos de remesas de utilidad al exterior. En este orden de ideas es oportuno destacar que una de las principales restricciones al crecimiento sostenido de la economía peruana ha sido el bajo grado de diversificación de sus exportaciones. (Klinger, 2007)
Esto se explica por la dotación especifica de recursos naturales, por algunas restricciones propias del entorno macroeconómico como la apreciación del tipo de cambio y por la crisis del sistema educativo y los reducidos niveles de inversión en ciencia y tecnología. Pero también es preciso mencionar la ausencia de la política industrial explicita y consistente que oriente la transformación de la economía en una dirección que permita alcanzar mayores niveles de bienestar y calidad de vida para la mayoría de ciudadanos.
El termino política industrial será utilizado en su connotación más amplia, con referencia al proceso de desarrollo productivo en general, el ámbito de las políticas industriales comprende entonces no solo la manufactura, sino todas aquellas actividades que permiten crear valor económico , incluyendo por cierto el procesamiento de recursos naturales así como también un conjunto diversos servicios que antes se clasifican como parte del sector terciario y que hoy representar una proporción significativo del valor generado en las sociedades contemporáneas. La política industrial tiene entonces como propósito orientar el proceso de trasformación y desarrollo de una economía. Su punto de partida es el reconocimiento de que la industrialización es esencial para lograr el desarrollo y de que es posible actuar sobre este proceso a fin de renovar y fortalecer la estructura económica. (Labory, 2006)
Según Carl Marx en su “contribución a la crítica de la economía política” vemos que sostiene que, en la producción social de su vida, los hombres contraen ciertas relaciones independientes de su voluntad, necesarias, determinadas. Estas relaciones de producción corresponden a un cierto grado de desarrollo de sus fuerzas productoras materiales.
Se podría decir que, en total de estas relaciones, la forma de estructura económica de la sociedad, es la base real sobre la que se eleva una superestructura jurídica y política, y a la que respondan formas sociales y determinadas de conciencia. El modo de producción de la vida material determina, de una forma general, el proceso político e intelectual de la vida. No es conciencia del hombre que determina su existencia, sino que su existencia social lo que determina su conciencia. También se logra apreciar como describe que, al llegar a cierto grado de desarrollo, las fuerzas productoras de la sociedad entran en contradicción con la relación de producción que existen entonces, o, en términos jurídicos, con las relaciones de propiedad en el seno de las cuales estas fuerzas productoras se han movido hasta entonces.
Estas relaciones, que constituían anteriormente las formas del desarrollo de las fuerzas productoras devienen obstáculos para estas. Y entonces nace una época de “la revolución social”. Aquí se encuentra el cambio de la base económica que arruina más o menos la superestructura. En consecuencia, de este hecho y conjunto de procesos económicos y sociales, y todo lo que se ha creado en el campo espiritual o en el material son el resultado de la influencia determinante de los factores económicos, como: las fuerzas productivas, modos de producción y de cambio. Ya que todo cambio tanto histórico-social se explica, por ese impulso que da la infraestructura económica de la sociedad, y esta infraestructura es necesariamente, la que determina la formación de la nueva sociedad. (Alberto, 1978)
En relación a nuestro país, dicho proceso de cambios de estructuras, porque el nivel socio-económico que imperaba en el Perú hasta el 3 de octubre de 1968, comenzó a ser roto bajo el impacto de una transferencia progresiva de poder de una clase a otra y un cambio en el sistema de propiedad.
Ciertamente desde un plano reducido el máximo poder de decisión se encontraba lastimosamente fuera de nuestro país en los centros de grandes inversiones norteamericanas.
En un marco más amplio de la realidad nacional, que aun continua hasta nuestros días y se sabe las características de la sociedad peruana eran las siguientes: “una concentración del poder económico en grupos muy pequeños de la sociedad, fenómeno que ocurre en la concentración de poder político, social y cultural, resultante de aquella concentración de poder económico; una marginación social como contrapartida de esa concentración de poder; una dependencia por subordinación del aparato económico nacional a los centros extranjeros de decisiones ; un aumento de la distancia entre los grupos sociales, como resultado de la concentración-marginación y la dependencia de nuestro país. (Jaime, 1974)
Estos hechos, que constituyen una completa inter-relación, se han ido gestando históricamente, y no podían ser superados sino mediante un cambio radical de la estructura del momento por otra en que impere solo la justicia, la solidaridad, la soberanía, la plena libertad y un nuevo humanismo social. Es decir, un nuevo cambio de estructuras que edifique para los peruanos una nueva sociedad, una sociedad en la que los mejores niveles económicos abran a todos el acceso al mundo de la cultura, del espíritu y de los nuevos valores ,una sociedad en el que el estado sirva a todos por igual dentro de nuestra sociedad; una sociedad capaz de superar la raíz profundamente egoísta del individualismo; una sociedad de participación plena, en la cual los sectores sociales tradicionales marginados tengan acceso a los distintos niveles, donde cada mujer y hombre abandone la pasividad y el conformismo y sea capaz de asumir plenamente la responsabilidad de manejar cada una de las esferas de su vida; en fin ,en que la riqueza y el poder no sean un privilegio de nadie ,y ,en consecuencia , el poder de decisión, lejos de constituir un monopolio de los privilegiados o del estado , radique en todos y cada uno de sus integrantes. (Alvares Salas, 1977)
Los recursos naturales han sido un factor estratégico en la dinámica de crecimiento de largo plazo de la economía peruana a lo largo casi dos siglos de vida republicana. Los ciclos de expansión y caída descrito en textos clásicos, en estos análisis las reglas de acceso y control de los recursos naturales, lo que les permite explicar buena parte de los cambios distribuidos en la historia económica del Perú. Durante la segunda mitad del siglo veinte, los sectores económicos que dependían en gran parte de los recursos naturales han representado un poco más de los noventa porcientos del valor de las exportaciones, durante el reciente boom de precios internacionales, recaudando más del cuarenta por ciento del impuesto a la renta.
Cabe anotar que la importancia de los recursos naturales no solo está en el grupo de exportaciones tradicionales, sino que también forman parte y dominan el grupo de exportaciones no tradicionales. A partir de los avances teóricos y metodológicos de la economía en el ambiental, se han realizado sacrificios por acercarse a nuevas cuentas nacionales ambientales, como el señalador del ahorro genuino forjado por el banco mundial a fines de la década de 1990. (Manuel, 1970)
Pese que estas propuestas aún no están siendo tomadas en consideración para la formulación de políticas, su difusión y debate ha permitido introducir en la agenda política la problemática de la correcta medición de la sostenibilidad de una economía, en particular los debates acerca de las diferentes formas de capital son sustituidos o complementarios entre sí. La semejanza entre riqueza natural y crecimiento económico ha ido de la mano con grandes discusiones en el campo de la literatura.
Viéndolo del caso peruano, desde el largo tiempo en que exportamos minerales durante la colonia, pasando por siglos de exportación de guano, salitre, caucho y pesca hasta la gran explosión de las industrias extractivas, representa un buen ejemplo de la llamada “maldición de los recursos” donde no solo tenemos que la economía crece a un ritmo más lento, si no que nuestras riquezas naturales también se asocian a problemas de distribución, volatilidad macroeconómica y al poco dinamismo del mercado interno.
A este gran fenómeno de largo plazo se le suma, en estas últimas décadas, los enormes desafíos que enfrenta la economía para internalizar correctamente los costos sociales de la contaminación, de manera especial desde el nacimiento. Aparte de los instrumentos de política que se hayan utilizado para mitigar los desincentivos inherentes a una economía rica en recursos naturales, así como para controlar la temida contaminación y peligrosa degradación ambiental es incuestionable el manejo de los recursos naturales y la conservación de nuestra propia calidad ambiental, juegan un gran rol vital en el camino de largo plazo de la economía peruana. (Manuel T. G., 2011- 2015)
El Perú es un país multicultural, con diversos pueblos de raíces étnicas distintas, cada región tiene sus propias tradiciones y experiencias acumuladas de desarrollo y especialización productiva, y se observan marcas disparidades en su desempeño económico y en los niveles de bienestar de sus ciudadanos. Las regiones más deprimidas en términos de ingreso per cápita están ubicadas en la costa generalmente registran mayor dinamismo. Por el contrario, es preciso descentralizar la formulación y ejecución de estas políticas atendiendo a la especificad de las regiones y al contenido de los planes elaborados en los últimos años.
La mayor parte de las inversiones se ha dirigido a infraestructura de diverso tipo, principalmente de transporte, educación, saneamiento y agropecuaria. Lamentablemente aún se invierte muy poco en el desarrollo de capacidades, especialmente aquellas requeridas para elevar la calidad de los servicios básicos y las decisiones de inversión y para mejorar l gestión de los gobiernos sub nacionales, debido en parte a las restricciones impuestas al crecimiento económico. (Hector, 1996)
La cooperación entre empresa no siempre brota de manera espontánea, pero resulta fundamental para el desarrollo por ejemplo para obtener las certificaciones , registros de marcas y estándares técnicos requeridos para acceder a los mercados , para invertir en bienes públicos locales y compartir esfuerzos en la innovación y la diseminación de las mejores prácticas , o para organizar de manera más eficiente la provisión de los diversos servicios de desarrollo empresarial que las empresas requieren para ser competitivas .
Si una persona consume una cantidad de un bien el día de hoy, tendrá una cierta utilidad; sin embargo, si solo supiera que le va a consumir mañana, la utilidad tendrá que tener un cierto descuento, y el consumo solo fuese pasado mañana; la utilidad sufriría dos veces este descuento; de esta manera su problema sería hallar una secuencia de consumos que maximice esta suma de utilidades descontadas.
Las trayectorias de consumo están restringidas, pues dado un capital inicial, una parte será destinada a consumo y la otra parte a inversión para producir, y así sucesivamente. Si esto es hecho para periodos de tiempo, el problema es llamado el horizonte T, y si se hiciera sin ninguna restricción en los periodos de tiempo seria llamado horizonte infinito.
El consumó y las inversiones se comportan de manera intuitiva en relación al tiempo de vida del individuo, es decir, si él tiene un stock inicial y supiera que va a vivir un periodo más, deberá reducir su cantidad de consumó y consecuentemente invertir en algo más; esto permite generalizar la existencia de políticas optimas en el horizonte infinito sin importar el valor de descuento. (Leiva, 1996)
La “utilidad inter temporal” (función de valor de horizonte T) define el sistema de precios competitivos heredando las mismas características de utilidad instantánea. Como resultado final podemos mostrar que en una economía descentralizada en donde los individuos maximizan sus utilidades de manera independiente, existe un sistema de precios que lo sustenta de manera óptima, siendo iguales a la utilidad marginal, maximizando beneficios y limpiando el mercado.