Definir La Libertad Es Privarse De La Libertad Misma

Si tengo que elegir una definición de la libertad, adopto esta que dice que “es la capacidad que tengo de decidir entre dos o más opciones”, pues en ella se encierra todas mis potencialidades que tengo como ser humano: lo racional, lo sensible, lo social y la voluntad que es la que determina mi firme convicción de alcanzar aquello que he elegido. Pues lo importante de la decisión no es lo elegido, sino lo que he renunciado, ya que el ser humano no elige entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor, y si he elegido lo mejor, no tengo por qué pensar en lo que no me sirve, pues sería un obstáculo de mi propia decisión.

Al hablar de la libertad como una capacidad inherente a mi propio ser, es afirmar que el hombre es libre por naturaleza y por lo tanto es el principio donde se fundamenta la ética, ya que en ella se fundamentan los principios que rigen mi conducta humana, por lo tanto, la libertad no es una búsqueda sino el principio de esa búsqueda.

Ahora bien, ¿cómo opera en cada ser esta concepción de libertad? La vida no es estática, la vida es un continuo movimiento, y con base en las decisiones tomadas, adquirimos una obligación de salir de la propia comodidad que nos ofrece una vida sin compromisos, “liberarnos” de ella, alcanzar lo que hemos decidido y una vez logrado buscar nuevas formas para mantener la decisión con firmeza.

Se debe de tener en claro, que toda decisión lleva riesgos, pues algunas veces nos puede crear confusiones del cómo o con qué decido, ya que puedo decidir desde las emociones considerando que es lo mejor, haciendo a un lado lo social, es decir, no me importa lo que digan o piensen la sociedad en lo que estoy inmerso; o desde lo social sin tomar en cuenta mis emociones, y entonces hago las cosas por obligación, lo que me priva totalmente de la libertad.

Para el autor la libertad conlleva ciertos riesgos; es claro que la libertad es el cuidado de sí mismo, si se da esta exageración de cuidar demasiado de mi ser, nos puede ocasionar cierto egoísmo al no importarme las necesidades de los demás, lo que en automático me convierte en esclavo de mi propio ser; por otro lado, el cuidado de sí mismo, implica conducirme en relación con los demás, lo que podría ocasionar el olvidarme de sí mismo.

De modo que, la libertad que el cuidado de sí mismo, debe de ser equilibrado a partir mi ser en función de los demás.

Entendiendo a la bioética en su sentido etimológico, como la ética de la vida, y yo como parte de esta vida, tengo una gran responsabilidad, pues debo de cuidar de todo lo que me rodea, principalmente de los seres vivos, porque todo tiene una razón de ser.

Partiendo de este fundamento de que todo tiene una razón de ser, digo que la única especie que está en peligro de extinción soy yo, pues después de mí no habrá nadie como yo, quizás seres parecidos o semejantes, pero no serían yo.

Y dado que el cuidado de sí implica mi relación con el cuidado de los demás, es mi obligación ética preservar la vida, y no solo la mía, sino aquella vida que implica el cuidado de mi vida, los vegetales y animales, pues yo soy parte de todo este tiempo terrenal llamado vida.

Y hablando en sentido científico de la bioética que consiste en promulgar los principios que rigen la conducta en el campo médico que implica preservar y cuidado de la vida con base en la autonomía, beneficencia, justicia y no maleficencia.

La autonomía me permite como individuo el respeto a mi propia persona que me hace dueño de tomar mis decisiones, y que por consecuencia me obliga a actuar con responsabilidad con base en la enfermedad que estoy padeciendo, en miras de preservar una calidad de vida.

La beneficencia implica promover la aceptación de que soy un paciente y que debo de interesarme por mi propia salud y aceptar las recomendaciones de la ciencia por el bien de mi vida.

La justicia me lleva a aceptar a los demás pacientes y compañeros de dolor, a tratarlos como debe de ser, sin diferencias o preferencias a mi persona.

La maleficencia me indica que debo de abstenerme de realizar acciones que me causen daño o perjudicar al otro.

De acuerdo a estos principios la bioética tiene una gran importancia para el cuidado de sí, pues si yo no tengo interés en mí, nadie se interesará por mí, pues el único responsable de mi vida soy yo.

Estos temas son de suma importancia para quien se acepta como auténtico docente, si no se reflexiona sobre estos puntos, entonces no se hace la labor de docente, sino en un profesionista de la información, que no necesariamente motiva a que el alumno cuide de sí mismo y por consecuencia el cuidado de los demás, y por supuesto el interés por cuidar todo lo que está vivo.

21 May 2021
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