Deterioro de la Identidad Cultural y Nacional de Colombia

Introducción

En el presente ensayo la pregunta a desarrollar es: ¿qué fenómenos han traído consigo el deterioro, la destrucción y la extinción de algunas de las culturas y tradiciones colombianas? Para comenzar, Colombia siempre ha sido un país de contrastes, cuya diversidad entre cultura, regiones, folclor y tradiciones, han hecho de este un lugar único, en cuanto a patrimonio inmaterial se refiere, sin dejar de lado que con cuarenta y ocho millones de personas, con treinta y dos departamentos distintos y más de setenta lenguas entre indígenas y criollas, hacen parte de la identidad como país.

Desarrollo

Si se hace una retrospectiva en la historia, desde las primeras civilizaciones asentadas, se encuentran manifestaciones culturales de los pueblos Precolombinos (Muisca, en la creación de cerámicas, Quimbaya en la orfebrería y Tayrona con sus poblados), cuya identidad fue alterada, saqueada y reemplazada por las costumbres traídas desde Europa por los colonizadores, a través del largo proceso de mestizaje que creó consigo “nuevas culturas, como los criollos, Wayuu, Koguis, Wiwas, entre otros, que se fortalecieron con la independencia, y las cuales hoy en día se mantienen”. (Zambrano, 2017). En la constitución política del año 1991 se hace un reconocimiento al patrimonio cultural, el cual está inscrito en diversas normas y políticas, pero estos esfuerzos son todavía insuficientes para crear una cultura de reconocimiento y protección, que está siendo desplazada, por los diferentes hábitos de vida que se han adoptado por la globalización y el uso de las nuevas tecnologías.

Queda complicado imaginarse una imagen de la situación inestable de la que depende nuestra cultura por el extranjerismo, donde cada vez somos menos de nosotros mismos. Los tratados de libre comercio, marcas de comida y ropa, las tecnologías, los coloquialismos extranjeros, la música, la religión, entre otros hacen dar a una idea de que Colombia está siendo moldeada para adoptar un estilo de vida y costumbres y no por vivir el propio. Por otro lado, muchos de nuestros problemas en cuanto a identidad se refieren, son producto de una inconciencia social que adopta costumbres ajenas como suyas, entonces ¿en dónde queda lo nuestro?, las nuevas tendencias y la falta de apropiación de nuestras raíces y sentido de pertenecía, están provocando una pérdida en la identidad cultural del país.

Importantes símbolos, tradiciones, artes, se perdieron en el tiempo y aquellos conocimientos y tradiciones fueron destruidos por los aires españoles. “Desde el descubrimiento de América el capital elaboró sus estrategias de acumulación, sin consideraciones éticas. Todo se hizo susceptible a convertirse en riqueza y patrimonio, ya fueran los metales preciosos, los hombres rebeldes, las perlas, las piedras preciosas, los alimentos y las mantas” (Pinzón, 1997).

Para nuestra desdicha, el extenso legado indígena ha ido desapareciendo. La resistencia nativa parece opacarse cada vez más por el desplazamiento forzado causado por la guerra, la discriminación y el abandono del estado a dichas comunidades. Manifestaciones culturales como la música, el folclore, leyendas y gastronomía no son ajenas a esta problemática. Cada vez son menos los exponentes de ritmos como la carranga, el pasillo cundiboyacense, cumbias, entre otros ritmos característicos de nuestro país, por la inclusión de estilos musicales mucho más comerciales provenientes del exterior.

En cuanto a gastronomía, también se ve un proceso de desplazamiento ya que se prefieren los sabores y recetas de platos de cocina internacional, comidas rápidas, alimentos procesados o diversas marcas multinacionales que se han instaurado en nuestro país, cambiando las costumbres en la alimentación de nuestra población y pérdida de ingredientes como las habas, cubios, coles, batatas y recetas de la cocina tradicional.

Sin embargo, hace 16 años la Unesco creo una convención para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial. Esta convención en el art. 2 define por patrimonio cultural inmaterial “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.” (UNESCO, 2003)

Ahora bien, preservar el patrimonio intangible no significa conservar culturas tradicionales, como elementos exóticos del pasado, sino, por el contrario, reconocer la existencia de dinámicas internas propias a cada cultura para integrarlas al mundo contemporáneo. Es por eso que La presente Convención tiene las siguientes finalidades: la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, el respeto del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos de que se trate, la sensibilización en el plano local, nacional e internacional a la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco y la cooperación y asistencia internacionales.

Conclusión

En conclusión, si continua la eliminación de los elementos de identidad de los pueblos y culturas de todo el mundo, generará una gran pérdida de patrimonio volviendo la sociedad un gran monocultivo, de kilómetros y kilómetros de seres humanos iguales, donde no exista más la diversidad, las diferencias y las raíces que nos han identificado siempre. Es por tanto importante velar por la subsistencia y protección de nuestros elementos culturales más profundos, personales y característicos, al mismo tiempo en el que respetamos el resto. “Nada más terrible para los hombres y para los pueblos que no tener rostro, no tener imagen, no tener esa parte tan importante que nos define, que nos caracteriza, que nos permite identificarnos y nos da un sello distintivo ante los demás hombres y los demás pueblos”. (Galindo, 2009). Igualmente, para nuestra nación, perder esas características que la hacen única frente al mundo, ya que a medida que transcurre el tiempo, las costumbres y tradiciones se adaptan a un mundo cada vez más homogéneo. Dentro de las causas más fuertes que han causado sin duda la pérdida de identidad cultural en nuestro país, están el Colonialismo y la globalización, los cuales, en su afán por obtener riqueza y capital, son capaces de pasar por encima de una cultura establecida. Los grandes afectados ante esta situación, son las comunidades indígenas que aún continúan establecidas, por el abandono del estado, la violencia y nuestra indiferencia ante las grandes problemáticas que padecen. Los retos que ofrece el presente y el futuro, son la comprensión de la riqueza de nuestra diversidad, y de saber afrontar nuestras diferencias, incomprensión e intolerancia que viene desde el sistema colonial. Por siglos se nos han inculcado valores y creencias ajenas a nuestra cultura, se han vulnerado nuestros derechos y desplazando nuestra identidad. Es cierto que somos una sociedad de constantes cambios, pero la indiscriminada forma de explotación de los recursos desdibuja nuestro legado 

27 April 2022
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