Don Quijote dela Mancha: Locura del Ingenioso Hidalgo
En este documento “Don Quijote dela Mancha Ensayo Sobre la Locura del Ingenioso Hidalgo” estaremos hablando sobre la historia de… ¿Un enloquecido? ¿Un esquizofrénico? ¿Algún psicótico? O tal vez, echando por la barda todas aquellas bazofias de títulos que algunos le dieron… solo discutiremos de don Quijote de la Mancha, el más grandísimo e ilustre caballero andante simplemente no tenía el entendimiento de los demás, solo podía contar con el de su único y fiel escudero caballero Sancho Panza. Muchas son las pláticas que se corren por el mundo sobre si en realidad Don Quijote estaba sin razón, si esta actuación suya solo era una burla a la que el profesaba como su oficio o si en verdad todas sus hazañas fueron de mecer tanta alabanza universal.
Definitivamente, a través de los años, este queridísimo personaje ha sido merecedor de elogios por su alocada personalidad y la intrincada que se vuelve su historia. Pero no quedan atrás todos los temas de interés y relevancia que nos regala su lectura. Ya como es la libertad absoluta, la locura descomunal, el amor cortés y una exquisita sátira a la caballería. Temas de los cuales me encargaré que veamos más adelante. Son bastos los elementos que conforman la historia de Don Quijote de la Mancha, pero me parecen de mayor relevancia los que mencioné hace algunos renglones ya que todos tienen una relación directa con el personaje en sí.
Empecemoseste ensayo de Don Quijote por donde se debe, que es el inicio de toda esta aventura, la (posible o no) locura de Alfonso Quijano, o Don Quijote de la Mancha que es por como se le conoce mejor. Muchos son los puntos que abarcan la locura de Don Quijote, su falta de juicio lo lleva a imaginar las cosas desde otro mundo creando tantas aventuras y sucesos como le plazca. Dentro de esto, podemos contar el amor cortes que le crea hacia la persona de Dulcinea del Toboso.
Miguel de Cervantes nos da una muy buena prueba de lo que conocemos con el amor cortés de la Edad Media, esto a través del extraño “romance” entre nuestro caballero y la señora Dulcinea, que en realidad se llama Aldonza Lorenzo. Dentro de las características que los lleva a tener parecido encontramos como es que Don Quijote idealiza a la dama, eleva a una simple campesina a una reina o princesa; como le rinde una fidelidad absoluta, sin querer entregarse ni en cuerpo ni alma a otra; se siente desvanecer siente desvanecer por ella, mostrando cualquier oportunidad para no dormir o comer por su culpa, sin saber si es real o irreal el amor que siente por ella.
En relación con lo anterior, lo real e irreal también es parte del enloquecimiento del personaje principal. Cervantes nos proporciona personajes que figuran las necesidades, ilusiones, creencias e inseguridades que se presentan en la edad Barroca de España ya que en estos tiempos, la sociedad se dividía entre seguir de manera tradicional o empezar con el moldeamiento de una nueva sociedad. Este tipo de transformación está representada en el Quijote, que sufre transmuta su realidad hacia algo “mejor”, viviendo en la delgada línea de lo ideal e irreal.
Cuando el protagonista de estos sucesos toma como suya aquella locura y en verdad piensa que ese debe ser su destino y que no es tontería el armarse y salir a buscar aquellas aventuras: “En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo … hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras” (Cervantes, 2003, p. 38).
El enloquecimiento que invade a nuestro caballero es incluso de comparación con la locura del famoso Hamlet, que saliendo casi a la par que el libro de Don Quijote, nos refleja la historia de un noble hijo que finge tal locura: “Seré muy breve. Vuestro noble hijo está loco; y le llamo loco, porque (si en rigor se examina) ¿qué otra cosa es la locura, sino estar uno enteramente loco? Pero, dejando esto aparte…” (Shakespear, 2001). Aun cuando a simple vista parece que ninguno tiene parecido, son muchos las similitudes que viven los dos caballeros. Como el que los dos abrazasen la locura como una amiga o que a los dos se les perdonase alguna que otra majadería que hicieran.
Sin embargo, hay algo que diferencia el enloquecimiento de El Caballero de la Figura Triste de cualquier otra locura que se presente en otras novelas. Y es que, el mismo Don Quijote puede servirnos de muestra de los deseos del ser humano a soñar. El caballero nos muestra con ahínco que tiene la satisfacción de salir a buscar aventuras y a luchar a espadazos por sus ideales, sin importar quien se le ponga por enfrente. E incluso se podría decir que utilizó su “locura para poder dejar de lado toda la presión de la sociedad y ser él mismo. Porque, ¿Quién puede ser el que determine que alguien es cuerdo o no? ¿Qué puede venir siendo entonces, una persona loca?
Así que, puede ser que en verdad Don Quijote tuviera un desorden psicológico, tal vez nunca se pueda comprender la locura del mismo por la compleja intrincada que es la lectura de Cervantes, pero no podemos dejar que eso no opaque la idea de que su locura funciona como una representación de los deseos de la humanidad, el cómo es que todos queremos llegar a ser libres.
Esto me abre paso al siguiente punto que me gustaría remarcar en este ensayo del Quijote dela Mancha, como es que la libertad está impregnada en la obra. La libertad desde mi punto de vista es uno de los conceptos más importantes que se tocan en El Quijote. Sin embargo nos saldremos un poco de la historia, que aunque tiene ejemplos de libertad, donde también la vemos es en la forma en que Cervantes. Ya que, para las épocas en que salió, fue un gran salto el que su creador hizo para mostrar su libertad y eso es lo que lo hace interesante
Desde el inicio, vemos que la obra realmente carece de una narración estable, ya que nos muestra diferentes historias a diferentes momentos, un rato estamos con Don Quijote y Sancho, para el siguiente estar con la historia de algún joven muerto o perdido. Se puede notar como Cervantes no le puso un límite a su imaginación y de manera cambiante y caprichosa concibe con total libertad su historia. También, vemos como apela a la libertad artística: en donde se esconde y dice no ser el autor de la novela: “Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de Don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso…” (Cervantes, 2003).
La excusa que se nos presenta es que él es solo un lector de una traducción hecha por un morisco: “… el arábigo en castellano, dijo que decía: Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete enengeli, historiador arábico.” (Cervantes, 2003). El autor solamente se nos presenta como autor secundario, este es un juego que parece agradarle bastante ya que lo vemos en los escritores, narradores, personajes, traductores y lectores, todo esto produce una enorme libertad de creatividad que hasta el momento no había podido disfrutar.
Por otra parte, junto con esta libertad podemos apreciar las burlas que Cervantes implantó dentro de la obra. Hay diversos tipos de burlas a través de la primera parte de la novela, como lo son las burlas literarias hacia los caballeros. Las burlas de esta índole se encuentran en todas partes, desde el primer capítulo hasta el último capítulo de la primera parte.
Empecemos considerando cómo es que se nombra caballero Don Quijote. En su primera salida llega a una venta, que según él castillo de la más alta clase es, y ahí decide que hará la ceremonia para convertirse en caballero. Sin embargo, es conocimiento general que todo aquel que caballero quiera ser deberá ser primero escudero de algún otro caballero noble, no es tan simple como desearlo e ir al primer castillo para serlo. Desde ahí se nota como es que Cervantes le tiene poca importancia a las costumbres de la antigua caballería.
Otra burla es el mismísimo personaje de Sancho Panza, uno pensaría que no tiene nada de malo, pero siendo un labrador de alta edad, que tienen una esposa e hijos no es nada parecido al estándar de escuderos que solía tener algún caballero. Además, lo vemos de nuevo al momento de que los amigos, sobrina y ama de casa queman los libros de caballería que pertenecían a don Quijote. Eso muestra que dentro de la obra, se considera que estos libros en específicos son objetos malditos. La dura burla sobre cómo es que éstos lo volvieron loco puede dar a entender que quería que los lectores los juzgaran por la pobre de su víctima don Quijote.
Para concluir este ensayo literario de Don Quijote dela Mancha diré que estoy casi segura de que la mayoría de nosotros pensamos que don Quijote es un libro que cuenta con bastantes enseñanzas y aprendizajes. Solo ha sido a primera parte la que he tenido el gusto de leer y poco puedo decir que no haya dicho otra persona. Pero me alegro de haberle leído ya que mi opinión de él ha cambiado, lo tenía como un libro pesado, muy complicado de leer y había estado evitándolo, pero me arrepiento ahora de mi pensamiento. Su divertida historia, cambios de narrados, poemas y cartas incorporadas, intricados personajes y ambientación interesante deja en claro el por qué se le considera un libro con tanta originalidad y universalidad.
Referencias
- Cervantes, M. (2003). Don Quijote de la Mancha. Barcelona: EDITORIAL JUVENTUD.
- Shakespeare, W. Hamlet. Ediciones Cátedra. Madrid: Fuenlabrada. 1992, 2003. 719p. ISBN: 84-376-1097-4.