Drogadicción, Elegir La Muerte Sobre La Vida
Este tema esta encaminado principalmente a tratar el tema de la drogadicción, como una adicción que tiene sus grados de manifestación, que se ha venido presentando a nivel mundial y que en Colombia en especial involucra a todos los estratos sociales.
El estudio al respecto proviene de la preocupación surgida generación tras generación y que toca fondo a medida que sus consecuencias se ven manifiestas en la salud del drogadicto por una parte y por otra, inseguridad, violencia, y una serie de cambios físicos y psicológicos que el adicto no reconoce como tal.
Los padres para educar a sus hijos necesitan de muchas bases morales que los lleve a estar atentos de cada aspecto que se presenta en ellos; que son personas cambiantes, explorativas y llenas de expectativas; la escuela o colegio se involucra en el desarrollo de cada uno junto con la familia como agentes activos de la sociedad y por ende su función es contribuir para el engrandecimiento de la misma.
La familia, los hijos, el colegio y la vida misma es el tema que se encuentra en el contexto diario de la vida, sin excepción. A raíz de lo anterior se abre al interrogante sobre ¿Por qué la drogadicción en algunos niños y niñas se involucra paulatinamente hasta volverlos entes rechazados por la sociedad?
Claramente la falta de comprensión en la familia acarrea serios inconvenientes. La desunión, incomprensión; la madre y padre en ocasiones pasan la vida dándole a sus hijos el estudio, la alimentación, pero les faltaba algo clave: el amor como debía ser; creando al contrario un ambiente hostil, lleno de amarguras; porque ellos no conocen su autovaloración que debe nacer desde el hogar y que nunca ha florecido porque: “el amor es un equipo en el que se debe remar parejo sopena de que el barco pierda su rumbo.” A raíz de ello el hijo en especial más que los adultos caen en el vicio a lo que comúnmente se llama drogadicción.
Evadir la realidad eligiendo la muerte sobre la vida
Alrededor de cada ser humano persiste la tendencia a la unión, es por eso que la conformación social y familiar lleva consigo todo un conglomerado de circunstancias buenas y también malas que dirigen al individuo a replantarse a diario su papel en ella. Un tema que corroe las mentes de los padres cuando se encuentran enfrentados en una situación difícil, como es la drogadicción. Y es que la situación causa alarma porque ya es frecuente ver a nuestro alrededor en cada esquina o vecindad, niños y jóvenes que se encuentran involucrados en un ámbito como este.
La drogadicción como enfermedad característica que lleva al sujeto a ser dependiente de ella es definida como la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones; ésta es una problemática que se está presentando en la sociedad actual que cada vez va creciendo poco a poco hasta llegar a convertirse en algo natural y parte del estilo de vida. Es un flagelo que aumenta con el pasar de los días y que va acabando con la sociedad joven del mundo que se refugia en esta adicción, confundiéndola con ayuda para superar sus problemas. (Aciprensa, 2018)
El uso de las drogas corresponde a un afán de huir de la realidad que lleva el adicto, para ellos es un alivio momentáneo, ya que en esos instantes de “descanso” se olvidan de sus problemas personales, familiares o sociales, los cuales son factores importantes que llevan a los jóvenes a consumir drogas. En los factores sociales encontramos la venta legal de drogas sin fórmula médica como tranquilizantes, somníferos, hipnóticos, entre muchos otras, asimismo el amplio tráfico y distribución de drogas ilegales como la marihuana, el éxtasis, la cocaína, etc.; niños y jóvenes que viven en las calles pueden obtener pegamentos tales como el Bóxer, para inhalar y así olvidarse de sus problemas.
El consumo de drogas ha aumentado de una forma descarada por muchas causas, como lo es la propuesta de la legalización argumentando que no son peligrosas, o explicando que al legalizarla cesará el tráfico ilegal y las mafias que se encargaban de este. De igual forma, existe la presión de grupo, en los que uno de los requisitos para hacer parte de este círculo social es consumir drogas, y por esto muchos jóvenes, para sentirse parte de este círculo, se inician en este problema. En los factores de tipo familiar encontramos a los hijos de padres fumadores, bebedores o toxico dependientes son más propensos a consumir drogas.
Claramente la falta de comprensión en la familia acarrea serios inconvenientes. La desunión, incomprensión; la madre y padre en ocasiones pasan la vida dándole a sus hijos el estudio, la alimentación, pero les faltaba algo clave: el amor como debía ser; creando al contrario un ambiente hostil, lleno de amarguras; porque ellos no conocen su autovaloración que debe nacer desde el hogar y que nunca ha florecido porque: “el amor es un equipo en el que se debe remar parejo sopena de que el barco pierda su rumbo” (González, s.f.). A raíz de ello el hijo en especial más que los adultos caen en el vicio a lo que comúnmente se llama drogadicción.
El Adolescente que se encuentra manifiesto en esta situación, crea su ambiente de vicio, con los grupos de amigos que no son compañías buenas ni que mucho menos le ha de servir como ejemplo; las consecuencias de llevar una vida de estas no son buenas: por lo regular terminan involucrados en robo callejero, huida del hogar y enfrentamientos serios con amigos, madre y padre.
“Este conflicto podría llevar al Adolescente al consumo de drogas (lícitas o ilícitas) de manera circunstancial o permanente, de forma autodestructiva y compulsiva, pudiendo esta conducta tener como fundamento, la búsqueda de estas sustancias como soporte de su incapacidad para hablar de dichos conflictos, soporte de su identificación con otros, soporte de su identidad” (Mecablog, 2015)
“También debemos tener en cuenta a la sociedad, al momento histórico y a la influencia que los medios de comunicación ejercen sobre los sujetos, que propician el “consumismo” y a lo cual estaría respondiendo el adolescente en su contradictoria necesidad de pertenecer y adaptarse a esta sociedad consumista y a la vez, de diferenciarse, rebelarse y constituir su identidad a partir de la oposición a una Ley y a la autoridad” (Varela, 2006, citado en Misiones online)
