Eficiencia Energética Y Energías Renovables
Según los nuevos datos publicados por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en el presente año, la tendencia de una década de fuerte crecimiento de la capacidad de energía renovable continuó en 2018 con adiciones globales de 171 gigavatios (GW). El incremento anual del 7,9 % se vio reforzado por las nuevas incorporaciones de la energía solar y eólica, que representaron el 84 % del crecimiento. La tercera parte de la capacidad energética mundial se basa ahora en energías renovables. Así, es de suma importancia prestarle atención al uso de las energías tanto renovables como las no renovables empleadas hoy en día, ya que este último tipo de energía puede generar el agotamiento de los combustibles fósiles y a la vez producir daños severos al planeta Tierra que se tardarían años en reparar, mientras que las renovables colaboran con el medioambiente. A continuación, se dará a conocer sobre la energía, la electricidad y la energía renovable solar térmica.
La energía es la capacidad que tienen los cuerpos para realizar trabajo, el resultado puede ser el de generar movimiento, calor, electricidad o luz. Para el Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. (2008), la energía se puede clasificar en dos grandes grupos: renovables y no renovables. Por un lado, las energías renovables son las que son inagotables, ya que provienen de la radiación solar o de la atracción gravitatoria de la Luna. Las energías más resaltantes de este tipo son la eólica, hidráulica, solar y la de biomasa. Por otro lado, las energías no renovables son las que dependen de la materia existente en la Tierra y se encuentran en una cantidad limitada, principalmente se reconocen al petróleo, carbón, gas natural y al uranio como unos de los recursos más recurridos en este tipo de energía. Asimismo, el autor menciona que en la actualidad la mayor parte de la energía producida depende del gas, carbón y el petróleo. La quema de estos combustibles fósiles conlleva a una serie de efectos negativos que van desde el agotamiento de dichos combustibles hasta la generación de lluvias ácidas. Primeramente, la humanidad consume en un año lo que la naturaleza tarda un millón de años en producir, esto hace que sea posible el agotamiento de los combustibles fósiles. Aparte de ello, se ha producido en la atmósfera un sensible incremento de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en los últimos decenios. Alrededor de las tres cuartas partes de las emisiones de CO₂ son antropogénicas y se deben a la quema de estos combustibles. Además, esta quema libera una gran cantidad de óxidos tanto de azufre como de nitrógeno, que al reaccionar con la atmósfera se convierten en ácidos. Esto genera que las lluvias sean ácidas, y cuando esta llega a la superficie terrestre provoca que los suelos pierdan sus nutrientes y el agua de los ríos sea tóxico para los peces.
Las fuentes de energía se clasifican en dos grandes grupos: renovables y no renovables, cada una de ellas engloba una serie de centrales que generan electricidad. Por un lado, dentro de las energías renovables se encuentran centrales que van desde las que son solares fotovoltaicos hasta las eólicas. En primer lugar, para el Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. (2008), las centrales solares fotovoltaicas son las que están constituidas por paneles solares que transforman la radiación solar directamente en electricidad. En segundo lugar, las centrales solares del tipo térmicas, que utilizan la radiación solar para calentar un fluido que posteriormente producirá vapor y moverá un generador que produce electricidad. Luego, las centrales marinas que aprovechan de los cambios de altura de las mareas y de las olas que sirven para mover turbinas para así poder generar electricidad. Asimismo, una central hidroeléctrica genera electricidad que mediante el aprovechamiento de la energía potencial del agua embalsada en una presa acciona un generador que produce electricidad. Luego, la energía geotérmica es la que procede del calor interno de la Tierra. Esta se tiende a escapar de forma natural, pero también se puede extraer. Por último, las centrales eólicas que son un conjunto de aerogeneradores que actualmente son consideradas una “energía limpia”, ya que no requiere combustión que produzca residuos contaminantes. En cambio, las energías no renovables dependen de la materia existente en la Tierra entre ellas se tienen las térmicas y las nucleares. Primeramente, las centrales del tipo térmicas son las que convierten la energía química de un combustible en energía eléctrica, constan principalmente de una caldera y una turbina y los combustibles más empleados son el carbón, petróleo y el gas. Después, las centrales nucleares emplean elementos químicos pesados para la obtención de energía eléctrica, el uranio o el plutonio son los más utilizados, ya que proporcionan calor, ese calor se emplea para producir vapor y desde ese punto se aplican los procesos de una central térmica.
Las energías renovables son aquellas que se producen de forma continua, son inagotables y se renuevan continuamente. Una de ellas es la energía solar térmica que aprovecha la radiación solar. La energía solar térmica es la que aprovecha la radiación del sol y durante siglos se ha utilizado en actividades de agricultura, arquitectura, industria, etc. El origen de esta energía se dio gracias a la radiación que llegaba a la Tierra y a su respectivo almacenamiento en receptores solares especiales. En primer lugar, la energía del sol se desplaza en forma de radiación electromagnética y solo la mitad llega a la superficie terrestre. Posteriormente, para el almacenamiento de la radiación solar se usa un captador solar o colector que consta de una cubierta frontal de vidrio, una superficie absorbente, un aislamiento térmico y una carcasa externa para su protección. Finalmente, el uso de la energía solar térmica hace posible la idea de generar electricidad para así poder utilizarla en distintos artefactos como calefactores, cocinas, refrigeradoras, etc. Asimismo, también es aplicada en las industrias ya sea para el lavado de botellas, separación de fibras, o hasta para los tratamientos de los alimentos. Además, con el empleo de esta energía se genera calor, ya sea para utilizarlo en la climatización de piscinas, o hasta para cocinar alimentos.
En conclusión, la energía es la capacidad que tienen los cuerpos para realizar trabajo, el resultado puede ser el de generar movimiento, calor, electricidad o luz. Además, para el Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. (2008), las fuentes de energía se clasifican en dos grandes grupos: renovables y no renovables, cada una de ellas engloba una serie de centrales distintas que generan electricidad. Asimismo, las energías renovables son aquellas que se producen de forma continua, son inagotables y se renuevan continuamente. Una de ellas es la energía solar térmica que aprovecha la radiación solar. Por ello, más en tiempos como el nuestro, donde la población crece y con ella la demanda de energía, ¿es grave el panorama energético que visualizamos?, ¿hacemos mal uso de la electricidad y de los combustibles en nuestros hogares?, ¿es posible realizar cambios en nuestra forma de vida para ir resolviendo los problemas medio ambientales a los que nos enfrentamos?
Referencias
- Instituto Tecnológico de Canarias, S.A. (2008). Energías renovables y eficiencia energética. Canarias: Instituto Tecnológico de Canarias.