El Abuso De Alcohol Y Género Recurrente
Introducción.
El alcohol es una sustancia consumida a nivel mundial. Es una forma de socializar y un recurso común para relajarse o celebrar. Pero el consumo de alcohol daña a todo el organismo, por lo que es causa de una gran variedad de problemas sanitarios, derivando en numerosas enfermedades tanto de carácter metabólico, digestivo, neurológico o infeccioso, así como también causa accidentes automovilísticos, dependencia, cáncer e intoxicación aguda.
Se estima que en la actualidad el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones se asocia al consumo de alcohol y, además, supone el 5,3% de las defunciones, por lo que es considerado un grave problema de Salud Pública. Además, hay que tener en cuenta las consecuencias sociales derivadas, tales como gastos médicos, disminución de la productividad, violencia intrafamiliar, absentismo escolar o pobreza.
Desarrollo.
El consumo de alcohol sigue extendiéndose mundialmente, ya que aumentó de 5,5 litros de alcohol puro por habitante en 2005 a 6,4 en 2010 y se mantuvo así hasta 2016. Debido a esto acaba afectando a gran parte de la población, siendo la Región de Europa la que cuenta con los niveles más altos de consumo de alcohol por habitante. Si bien la distribución poblacional de los daños causados no es homogénea, sino que cambia en función del país, sexo, estatus económico y otras variables socio demográficas.
Respecto al sexo, está consistentemente reconocido que influye en el patrón de consumo de bebidas alcohólicas, informándose que en 2016 la morbi mortalidad global asociada al consumo de esta sustancia fue tres veces superior en los hombres. Además, se configura como factor de inequidad en salud al determinar el acceso a programas de ayuda y tratamiento. Esto último se puede ver reflejado en los participantes de Proyecto Hombre Madrid, donde solo el 16% son mujeres, frente al 84% de hombres.
Durante mucho tiempo, la pauta de consumo de las mujeres ha sido muy inferior con respecto a los hombres, ya que en 2010 se registró en todo el mundo un consumo promedio de 19,4 litros de alcohol puro entre hombres y solo 7 litros en mujeres, pero las tendencias están cambiando. Según revela el último informe de 2018 sobre la situación mundial de alcohol y salud, pese a que hay menos mujeres que consuman alcohol con respecto a los hombres, el número absoluto de mujeres que beben actualmente ha aumentado en el mundo. Para tratar de comprender estos cambios, es necesario considerar el papel que el género, como constructo social que determina los comportamientos de hombres y mujeres en las sociedades, está desempeñando.
Por otro lado, los profesionales de Enfermería tenemos un papel fundamental en la prevención y detección precoz del consumo de alcohol mediante la Educación Sanitaria. Para ello, hemos de conocer la evolución y los patrones de consumo en nuestra sociedad, así como comprender las causas de los posibles cambios de tendencia si de verdad queremos actuar sobre las causas del alcoholismo. La investigación desde un enfoque de género ha sido un gran avance científico, puesto que nos permite reconocer las diferencias entre hombres y mujeres mediante el estudio de las relaciones de género. En lo que a investigación epidemiológica se refiere, no siempre se ha incorporado la perspectiva de género.
Primeramente, se apartaba a las mujeres de los estudios o se les asignaba las características del género masculino. Recientemente se ha incorporado este enfoque en la investigación, por lo que los estudios que analizan diferencias entre hombres y mujeres como consecuencia de los factores sociales se están acrecentando. Los profesionales de Enfermería no deben quedar al margen, sino tratar de integrar esta perspectiva para poder facilitar una atención equitativa.
Estudio descriptivo, longitudinal. Se emplearon los datos de las Encuestas Nacionales de Salud de España de los años 2006, 2011 y 2017, las cuales ofrecen información sobre los hábitos de consumo de alcohol de la población española. El análisis se realiza a partir de los datos de consumo de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses. Se seleccionaron los datos de hombres y mujeres en los tres años a analizar, teniendo en cuenta variables como la clase social, nacionalidad o grupos de edad. Así, podemos conocer tanto los patrones de consumo en ambos grupos, como su fluctuación a lo largo del tiempo a causa de la transformación social.
Conclusión.
Teniendo en cuenta todo lo descrito anteriormente, queda justificada la pertinencia de este estudio, cuyo objetivo es identificar la evolución de los patrones de consumo de alcohol en la población española según sexo, así como realizar un análisis de género de dicho comportamiento. Los criterios de inclusión para las referencias seleccionadas fueron: los que tenían información sobre diferencias en el consumo de alcohol entre hombres y mujeres, así como los artículos en relación con la enfermería y la salud. Se excluyeron las referencias que no contaban con información relevante sobre el problema y las que no permitían el acceso al texto completo.