El Acoso En Las Escuelas Y Su Problemática
Introducción
La perspectiva y el enfoque individual que tenemos las personas a la hora de solventar un problema siempre suele suponer una dificultad añadida al mismo. Sin embargo, que existan diferencias no siempre deben tener un concepto negativo siempre y cuando se conozcan herramientas y alternativas para solucionarlas sin que estos conflictos pasen a mayores. La competencia cívica- social queda definida como toda red de procedimientos habilidades y conductas que nos permiten mantener relaciones interpersonales mutuamente satisfactorias. La mayoría de dichas habilidades son adquiridas por imitación y modificadas por modelaje.
Desarrollo
Los encargados de enseñar dicha competencia en la mayoría de los casos son los profesores, ya que el alumnado no suele disponer en muchos casos de un ejemplo competente fuera de la escuela. Analizando el corto “El encargado-corto sobre acoso” que se nos propone, podemos observar como las conductas que tienen los alumnos implicados en la escena que aparece, carecen de dicha competencia explicada previamente, básicamente porque ni el propio profesor ayuda en su función de modelo. A esto hay que añadirle, que cuando la prevención no se ha realizado, las conductas quedan arraigadas y esto incrementa la dificultad.
Tomando como referencia la teoría de Stephen Karpman del triángulo dramático, podemos observar como claramente y conductas y roles viciados que se han retroalimentado por parte de los alumnos implicados en la situación. En la escena que se nos presenta, hay un claro perseguidor (el niño que acosa), una víctima (el encargado de la clase) y un salvador (la niña que intenta mediar), pero todos y cada uno de ellos, utilizan su rol como una careta con carácter manipulador en función de su propio beneficio, incluso, el encargado que a priori puede parecernos “la víctima”, tiene ese rol viciado y no consigue buscar una alternativa eficaz al mismo.
De hecho cuando, tiene la posibilidad de pivotar de rol, hace un mal uso de la autoridad que se le otorga, tal y como le trata de explicar su compañera. En resumen, todas las relaciones interpersonales que se observan son incompetentes desde el punto de vista cívico social. Sin embargo, pese a que las actitudes de los alumnos parezcan el principal impedimento para la mejora, tan solo suponen una dificultad. La poca voluntad por cambiar y el estilo docente, ocuparía el primer puesto en lo que respecta al cambio, ya que como se observa en la última escena, la poca atención y la carencia de consecuencias hacia los nombres que están apuntados en la pizarra desautoriza la palabra del profesor y hace que la misma pierda valor.
Por ello, el bienestar emocional del docente para confrontar las dificultades sociales que se encuentren en clase son cruciales. Además, como ya ha sido explicado, la competencia cívico-social se consigue por un aprendizaje vicario. La tendencia del profesorado cuando encuentra dificultades en el proceso de enseñanza aprendizaje es enfocarse en el alumnado, cuando realmente el que debe modificarse debe ser el propio docente. El nuevo perfil del docente, debe conocer que entre las funciones del profesorado que recoge la Ley Orgánica de Educación y que mantiene intactas la LOMCE, se pueden destacar ciertas labores de introspección para analizar la propia practica docente de manera objetiva para reflexionar acerca de los éxitos y fracasos que se tiene.
Conclusión
Finalmente, en el ámbito enfocado a las posibles soluciones en un caso como el que nos encontramos donde las relaciones se encuentran muy deterioradas y ya la prevención no supondrá un gran efecto, tendremos que pasar a trabajar con el poder de la norma y de la negociación. Estas herramientas utilizadas de una manera correcta y conociendo los diferentes grados de aplicación (Sanción, arbitraje, conciliación mediación, negociación) puede ayudarnos a la mejora, ya que los estudiantes necesitan y demandan normas que les ayuden a su modelaje como ser social.
