El Alcoholismo Como Enfermedad Y Adicción Mundial
(Llusco y Vargas 2013, 1828) explica que “el alcoholismo es una enfermedad caracterizada por el excesivo consumo de alcohol”. Es una adicción que ha afectado a muchas personas en todo el mundo. Siendo una enfermedad que puede causar problemas tanto en tu salud como en las relaciones interpersonales, llegando incluso a causar la muerte. El consumidor sentirá el fuerte deseo de ingerir alcohol cada vez más y más para volver a sentir un efecto placentero. Y cuando se reduce o se deja de consumir alcohol llega a producir cambios fisiológicos y la aparición del síndrome de abstinencia.
Una posible explicación al consumo de bebidas alcohólicas se podría deber a un factor hereditario que provoca una dependencia al alcohol, aunque esto no es determinante. En la mayoría de hogares, los padres son consumidores de cervezas que lo beben en fiestas o eventos. Mayormente aquellos padres son los que introducen a sus hijos a la bebida. Beber se ha vuelto una costumbre en los hogares y lo vemos tan normal que muchas veces podría traernos graves consecuencias. Ya que el hijo no solo bebería en el hogar, sino también fuera de ella como en fiestas, con los amigos o inclusive en el colegio.
Otra razón de por qué los hijos puedan beber aparte de la influencia de los padres, sería que en el hogar haya una falta de atención en el hijo. El amor en el hogar se vuelve una necesidad del niño ante la falta de sus padres resultando en una crianza poco efectiva y falta de educación sobre el consumo moderado del alcohol. Si bien puede deberse el consumo de alcohol a la ausencia de padres, también puede ser el conflicto y las discusiones entre ellos causando así ingerir bebidas alcohólicas como un medio de escape. Los problemas en la familia, el maltrato y la violencia hace que el niño llegue a sentirse inseguro y a aislarse de su entorno. Cuando los problemas continúen aumentando, más será la probabilidad de que el niño empiece a consumir alcohol.
Por otro lado, la sociedad en la que se vive hay fácil acceso al alcohol y publicidad por todos lados como en afiches o en la televisión que incrementan la probabilidad del consumo de alcohol. El alcohol en la sociedad influye tanto en un grupo de amigos como para ser excluido de ello. Los amigos que consumen alcohol te presionan para que bebas como ellos. Aparte de los amigos consumidores, también influyen las bodas, los bautizos, cumpleaños u otras celebraciones en donde se brinda con diferentes bebidas que contienen alcohol ya sea por costumbre, tradición o simplemente es una manera de celebrar el motivo de la fiesta influyendo así en el consumo progresivo de alcohol. Llegando un punto donde te acostumbras a este estado de placer y no puedes dejar su consumo.
Una persona que es alcohólica a futuro desarrolla una serie de enfermedades por su consumo continuo. En principio beber los hace sentir bien, pero a largo plazo puede afectar tu estado de ánimo generando una depresión. Además, provocan falta de memoria y problemas cognitivos como demencia. Una persona saludable puede llegar a tener una mayor probabilidad de sufrir un infarto si consume mucho alcohol. Puede llegar a desarrollar hígado graso, porque al beber demasiado alcohol hace que sature el hígado y en consecuencia acumule grasa.
El consumo excesivo de alcohol en las personas que están manejando a menudo resultan en accidentes de tráfico. También puede darse la muerte de un transeúnte e incluso la muerte del mismo conductor que va en estado de ebriedad. Beber en exceso hace que tus movimientos sean menos coordinados y tus reflejos se vuelven lentos. La persona que abusa del alcohol en el futuro será una persona violenta. Ocasionará conflicto en la familia que a su vez lleve a una ruptura de la pareja.
En relación con el alcoholismo en la maternidad ocasiona riesgos para el feto. El consumo de bebidas alcohólicas le hace daño al cerebro y muestra alteraciones en el desarrollo sé su cara y en su cabeza. El uso del alcohol en el embarazo puede causar serios problemas como: efectos cardiovasculares, malformaciones congénitas, retardo mental, alteraciones faciales y retardo del crecimiento posnatal e intrauterino (CIUR). (Rodríguez 2018, 160) señala que “el síndrome de alcoholismo fetal es la consecuencia más grave”. Porque el síndrome produce problemas en el cuerpo y en el cerebro del bebé durante el embarazo, además que el síndrome no tiene una cura y está presente toda la vida del niño.
Se sabe que los efectos de beber excesivamente alcohol son muy graves; por eso, debemos tomar medidas para disminuir la probabilidad de consumo. En las relaciones personales que uno puede tener juntarse con compañeros del trabajo y con amigos no consumidores para no tener la necesidad de beber para ser parte del grupo. Así también tener una buena relación y comunicación con padres y hermanos. Tener una buena planificación del tiempo libre que tienes para no procrastinar, tener claro lo que tienes que hacer a futuro. Apego y compromiso hacia algo que te interese y motive a superarte cada día.
Un ambiente cálido en la familia, donde haya lazos afectivos entre padres e hijos, donde exista buena comunicación y confianza para hablar del tema y sus consecuencias. Conversar también sobre las amistades que pueda tener y guiarlo para que no lo lleven por el mal camino. Pasar tiempo de calidad en familia, apoyar al hijo en sus estudios para que se esfuerce y logre sus objetivos, y si desaprobase algún curso que sea capaz de soportar la frustración. En la escuela fomentar el trabajo en equipo para que no se sienta excluido del grupo. Establecer relación entre los padres y la escuela para seguir el desempeño del hijo tanto personal como académicamente.
Y en la sociedad se deben establecer leyes más estrictas para el consumo de alcohol para evitar que menores puedan comprar bebidas alcohólicas en tiendas o bodegas. En los restaurantes deben vender un número limitado de licor, vino y cervezas evitando así, promover su consumo excesivo. También se debe imponer mano dura con aquellas personas que imprudentemente maneja en estado de ebriedad para que así no lo vuelvan a hacer y evitar accidentes y muertes de otras personas. Los colegios u organismos que realicen actividades festivas con jóvenes no haya alcohol. Así mismo también disminuir el consumo de alcohol en actividades del centro de trabajo.
Todas estas medidas reducen la probabilidad de consumo de alcohol en la persona. Sin embargo, esto no asegura que la persona no será alcohólica. Pero si esto pasara y algún familiar se vuelve adicta al alcohol, aún hay una solución para este problema. Muchas de estas personas necesitan una ayuda de especialistas, médicos y psicólogos, mediante tratamiento. Los tratamientos pueden ser: farmacológico o por terapia grupal. El tratamiento farmacológico va a consistir en dejar de beber. Al paciente se le proporcionará medicamentos para que lo ayuden a disminuir los síntomas del síndrome de abstinencia, que ocurre 24 horas después de dejar de beber. Los síntomas del síndrome de abstinencia pueden ser: temblor en manos y lengua, sudoración, taquicardia, náuseas, irritabilidad, insomnio, inquietud y alucinaciones visuales. Y el tratamiento por medio de terapia consiste en conversaciones o charlas entre el terapeuta y el paciente sobre el alcoholismo. En las terapias de grupo (Corporación para Investigaciones Biológicas 2010) “el más conocido es el grupo de Alcohólicos Anónimos (AA) que resulta de gran utilidad a nivel mundial en el manejo del alcoholismo”. En este grupo se comparten experiencias y se apoyan mutuamente para ya no recaer en las bebidas alcohólicas.
En conclusión, el consumo de bebidas alcohólicas no es malo siempre y cuando se controle la ingesta de estas. El consumir excesivamente alcohol y no ser capaz de dejar de beberlo se debe considerar ya un problema tanto para la persona que lo bebe como su familia. El consumo excesivo del alcohol ha sido culpable de muchas muertes y enfermedades, también ha sido el causal de separaciones familiares y maltrato a los hijos. Por eso, darnos cuenta a tiempo es fundamental recibiendo ayuda externa mediante tratamiento. Beber en reuniones o fiestas no es del todo malo, pero siempre debemos ser responsables para evitar caer en la bebida previniendo consumir excesiva e irresponsablemente.
Referencias bibliográficas
- Ahumada-Cortez, Jesica G, Mario E Gámez-Medina, y Carolina Valdez-Montero. 2017. «El consumo de alcohol como problema de salud pública.» Ra Ximhai 13 (2): 13-24. Consultado 20 de mayo de 2019. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46154510001.
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- Corporación para Investigaciones Biológicas. 2010. Fundamentos de Medicina: Psiquiatría. 5° Ed. Medellín: Corporación para Investigaciones Biológicas. Consultado 1 de junio de 2019. https://booksmedicos.org/fundamentos-de-medicina-psiquiatria-5a-edicion/.
- El comercio. 2019. «Los efectos poco conocidos del consumo de alcohol.» El comercio, 6 de enero.
- Llusco, Helen M, y Tatiana C. Vargas. 2013. «Alcoholismo.» Revista de Actualización Clínica 35: 1828-1832. Consultado 20 de mayo de 2019. http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-37682013000800009&lng=es.
- Rodríguez, Amanda, César Pérez, Martínez Jorge J, y Borges Katherin. 2018. «Principales consecuencias del alcoholismo en la salud.» Revista Universidad Médica Pinareña 14 (2): 158-167. Consultado 20 de mayo de 2019. http://galeno.pri.sld.cu/index.php/galeno/article/view/523/pdf.