El Amor, La Violencia, El Respeto O La Cultura: Características Que Pueden Marcar A Una Familia
La película Coco , tiene como tema principal la familia, la cual Capulín (2016) define como “una institución fundamental donde las personas se desarrollan como entes socio culturales”. En ella se relata la historia de Miguel, un niño que sueña con ser un músico tan grande como su ídolo, Ernesto de la Cruz, quien para seguir este sueño tiene que enfrentarse a su familia. El primer aspecto relevante de la película se observa cuando Miguel quiere ser músico, en el que se evidencian problemas de comunicación familiar, observando comunicación de estilo agresivo por parte de la abuelita Elena, impidiéndole a Miguel que alcance su sueño de ser músico de una manera brusca y poco respetuosa, produciendo en él tristeza y deterioro de la relación familiar.
El Odio de la familia Rivera por la música viene de generaciones atrás, debido a que mamá Imelda (la bisabuela) fue abandonada por su esposo (Héctor), un músico que desapareció y nunca más volvió, desde ese día la música quedo prohibida en ese lugar, y toda la familia se dedicó a hacer zapatos. Desde ese momento la familia Rivera se convierte en una familia monoparental en la que Mamá Imelda tuvo que hacerse cargo del hogar. Igual que en el caso de mamá Imelda, muchas familias Latinoamericanas son monoparentales, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) realizó una investigación comparativa sobre la estructura de la familia en 18 países de Latinoamérica, en el que refiere el caso del hombre de la familia monoparental como jefe del hogar con porcentajes mínimos; a diferencia de los hogares donde la mujer es la que mantiene a sus hijos, con porcentajes mayores.
Aunque México es un país en el cuál Martínez reporta que “en la zona metropolitana de Guadalajara prevalece la idea de que el hombre debe ser valiente, fuerte, duro, tener el control de la situación, velar por el bienestar de los demás, tener el papel de proveedor del hogar, así como la idea de que los hombres no deben llorar pues de hacerlo, se enfrentan a mecanismos de coerción social basados en el miedo a ser estigmatizados como femenino u homosexual”, al igual que muchos países de Latinoamérica, se destaca y resalta que mamá Imelda saco a delante a su hija (mamá coco), quién a su vez tuvo hijos y formo una gran familia. Por otro lado, mostró como Miguel luchó por su sueño sin faltarle el respeto a su familia, consiguiendo que está fuera más unida y feliz.
Contrario a los valores familiares observados en Coco, se encuentra La mujer del animal, película escrita y dirigida por Víctor Gaviria (2016), ésta relata la vida de Amparo, una adolescente que sufre todo tipo de maltratos y humillaciones por parte de su “pareja”, un hombre mayor, que la violo, tomo cual objeto e hizo su mujer. López y Pueyo refieren que “la violencia contra la pareja es cualquier intento, amenaza o violencia real perpetrada por un hombre o una mujer contra alguien con quien se tiene, o ha tenido, una relación sentimental íntima”.
También, Calquín platea que “la violencia desde una perspectiva de género supone conceptualizar que las relaciones en nuestra sociedad no sólo se basan en una distribución desigual del poder, sino que son parte constitutiva de la construcción social, de la subjetividad femenina y masculina. Esta distinción permite que los hombres aparezcan estadísticamente como principalmente agresores y las mujeres, como principalmente víctimas. Desde la mirada de género, la violencia en la familia devela un fenómeno estructural inherente a la hegemonía patriarcal, que debe analizarse en relación directa con las estructuras sociales y representaciones colectivas que continuamente son producidas y reproducidas como normales”.
Aunque en los últimos años se ha venido hablando del empoderamiento de la mujer y el rechazo a la violencia doméstica, debido a los altos indicen de violencia y feminicidios no sólo en Colombia, sino también, en América latina y el mundo entero, por lo que, el planteamiento de Calquín sigue siendo la triste realidad de países latinoamericanos, en donde La mujer del animal es sólo un reflejo de lo que viven cientos de mujeres. En Colombia, una encuesta que abarcó 3.272 mujeres urbanas y 2.118 rurales comprobó que un 20% habían sufrido abusos físicos, un 10% abusos sexuales y un 34% abusos sociológicos, como si ser mujer en esta sociedad fuera un factor que predispone a la aparición de este tipo de violencia. Además, esta película representa como es crecer en un ambiente de violencia, enmarcado por la pobreza y marginación social, como es el caso del barrio Jerusalén en el que se grabó La mujer del animal, el cual, se encuentra en los límites de Medellín con el municipio Bello.
En Colombia como en el mundo, hay muchos barrios enmarcados por este tipo de violencia, ya que “la diferenciación socioeconómica que se hace de los barrios para dividirlos en barrios residenciales (en los que viven familias de estratos medios y altos) y barrios populares (habitado por familias de estratos bajos) está presente de manera muy fuerte en el imaginario social que se tiene en la ciudad.
Una de las consecuencias que ha tenido la visibilizarían de los jóvenes a partir de su participación en hechos de violencia, es la estigmatización que se produjo de los barrios populares y de los jóvenes que viven en ellos. Es innegable que la violencia hace presencia en los barrios populares de múltiples formas. En el trasfondo de esta problemática hay una realidad objetiva que compromete organizaciones criminales asociadas al narcotráfico y a la delincuencia organizada, que encuentran entre los jóvenes desempleados y desescolarizados, material humano dispuesto a ganarse algún dinero en este tipo de actividades.