El Capitan Alatriste Dentro Del Siglo De Oro
El capitán Alatriste inspirada en el siglo XVII, dentro del Siglo de Oro. Se narra a través de la voz de Iñigo Balboa, joven que se encuentra a cuidado del personaje principal Diego Alatriste y Tenorio cuando su padre muere y su madre no tiene para mantenerlo. Alatriste es un espadachín a sueldo que malvive en las calles de Madrid. Cierto día, corriendo cierta suerte, el capitán Alatriste es invitado a participar en el encargo de asesinar a dos viajeros ingleses. Las palabras “Hay que ganarse el pan, zagal.’, ¿? Mencionadas por el mismo Alatriste dan por entendido que el trabajo está aceptado y que debe cumplir con él. Pero una cosa lleva a otra y el trabajo no se realizado, los herejes son dejados con vida y ahora el protagonista Diego Alatriste tendrá que cuidarse a capa y espada para evadir la sentencia de aquellos que ahora lo desean muerto por no seguir las reglas que se impusieron.
Este libro escrito por Arturo y Carlota Pérez-Reverte en el año 1996, representado en la época barroca, permite una exploración interesante y aventurera sobre los acontecimientos importantes de aquellos años. Con deje de aventura, comedia y narrativa se plantea como es que se vivía en el siglo XVII, en pleno auge dl Siglo del Oro. El presente trabajo consistirá en un análisis comparativo sobre el texto de El capitán Alatriste y algunas de las características sobre el contexto representado dentro del Barroco.
“No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente” (Arturo Pérez, p. 1). Así es como se presenta al personaje principal y nombre de la novela. Diego Alatriste y Tenorio, un hombre que fue soldado en las guerras de Flandes, experto en el manejo de las armas y que debe de ganarse la vida como espadachín a sueldo. “–Tenéis cierta propensión a ser herido, por lo que veo. –Y a herir, excelencia.” (Arturo Pérez, p. 197), esto demuestra cómo es que encaja con la peligrosa Madrid en la que se desarrolla la historia, siendo un tiempo de guerras y extrema pobreza, injusticia y corrupción. No obstante se le puede comparar con un caballero, tomando en cuenta su conocimiento del código aristocrático, su compasión, resistencia, honradez y templanza.
De lo anterior se puede desprender la idea de que Alatriste puede representar el papel de un caballero en decadencia. En él se detecta un deje de fatalismo, pesimismo y resignación, se ve mayormente pensando en la muerte en vez de la escapatoria: “sus ojos cuando el aguardiente asomaba a ellos todos los diablos que le retorcían el alma […] la náusea era tan intensa que se sorprendía a sí mismo mirando con excesivo interés el agujero negro de sus pistolas.” (Arturo Pérez, p. 71). Se le ve solitario, cansado y sin la vitalidad que caracterizaba a los caballeros en aquellos tiempos, no pretende seguir él carpe diem, sino de alguna forma desea el descanso eterno.
Otro personaje del cual se hace mención es Iñigo Balboa, que desempeña al mismo tiempo el papel del narrador. Un ser omnipresente que conoce de todas a todas, los sentimientos, pensamientos y situaciones por los que pasan los demás personajes. Al mismo tiempo, se presenta la narración ulterior, ya que Iñigo narra toda la historia cuando esta ya ha terminado, los acontecimientos datan tiempo atrás siendo él mismo el que lo dice: “Todavía hoy, tantos años después de aquello, me llevo la mano a la coronilla y siento allí el contacto de los dedos afectuosos del Fénix de los Ingenios”. (Pérez-Reverte p. 171).
Por otra parte se encuentra a uno de los personajes histórico de la historia y que participa dentro del círculo de los personajes principales, el señor Francisco de Quevedo. El poeta vestido de negro, el amigo del capitán Alatriste, se muestra dentro de la novela como un hombre que frecuentemente se mete en líos por sus poemas y sonetos que sin ton ni son atacan a gente importante. “Era testarudo, orgulloso, y no escarmentaba nunca […] Resultaba, sin embargo, excelente compañero de mesa y buen amigo para sus amigos, entre los que se contaba el capitán Alatriste.” (Pérez-Reverte, p. 21).
Se debe mencionar además que el personaje en sí hace una alusión perfecta al Quevedo que vivió sus días en la Madrid del siglo XVII, dando detalle de hechos verídicos como su humorismo amargo y satírico por el que varias veces fue metido a prisión. Igualmente demuestra la enemistad profunda que este sentía ante Luis de Góngora: “Yo te untaré mis versos con tocinos porque no me los muerdas, Gongorilla…” (Quevedo citado por Arturo Pérez, p. 22). Así mismo, hace mención del mexicano Juan Ruíz de Alarcón al que también atacaba por su físico.
Por otra parte, el espacio que presenta el autor es un vasto escenario geográfico y social de Madrid del siglo de oro. El capitán Alatriste se encuentra ubicado en una España decadente llena de pobreza y corrupción, específicamente en el Siglo de Oro y a lo largo de la novela se encarga de recordarlo: “Casi medio siglo de reinado de nuestro buen e inútil monarca Don Felipe IV […]. A ese tiempo infame lo llaman Siglo de Oro. Más lo cierto es que, quienes lo vivimos y sufrimos, de oro vimos poco; y de plata, la justa.” (Arturo Pérez-Reverte, p.103-104).
Se describe a manera exacta la situación de España, esta es reinada por el rey Felipe IV afrontaba una crisis política, económica y social. La mayoría de los gastos iban dirigidos hacia los gastos bélicos: “Pero ese oro y esa plata se perdían en manos de la aristocracia, el funcionariado y el clero, perezosos, maleados e improductivos, y se derrochaban en vanas empresas como mantener la costosa guerra reanudada en Flandes.” (Arturo Pérez-Reverte, p. 61). Verdaderamente la monarquía estaba sumida depresión económica profunda que solo se “detuvo” ante la muerte de Felipe el Grande y la perdida de la hegemonía española.
Como último se examina la intertextualidad que representa el libro. A lo largo de la novela se logra apreciar varias referencias a distintos artistas, escritores y personajes reconocidos de aquella época ayudando a la creación de un ambiente más parecido con el que contaba el siglo XVII. Pérez-Reverte hace alusiones explícitas hacia Quevedo, hay referencias de Miguel de Cervantes: “Y hasta el gran Don Miguel de Cervantes, que Dios tenga en lo mejor de su gloria, había dejado escrito en su Viaje al Parnaso…” (Arturo Pérez-Reverte, p. 162). De igual forma se presenta la referencia hacia Lope de Vega que es desde la mención de su poesía hasta a presencia de su teatro. Es el caso cuando los dos personajes principales (Alatriste e Iñigo) asisten al corral para presenciar El arenal de Sevilla en el capítulo X. Y así se puede apreciar una vasta variedad de celebridades como Luis Góngora, Ambrosio de Spinola y al pintor Diego Velázquez.
En conclusión se puede observar que en la novela histórica de Pérez-Reverte no solamente presenta acontecimientos de conocimiento bastante general como lo es la inquisición o la decadencia de la monarquía española, sino que también aborda sucesos precisos y que mayormente se toman a la ligera. Un ejemplo claro es la llegada del príncipe de Gales a España. También, se aprecia cómo es que Arturo Pérez-Reverte recurre a la novela histórica para crear una fuente de información entretenida para la enseñanza y aprendizaje de la historia de su país.
Otro punto de gran importancia que se logra apreciar a principios de la novela y todo lo que resta de ella es que Pérez-Reverte realiza una exhaustiva recolección de documentación. Ya sea de las costumbres, el lenguaje, política, social o geográfica, siempre efectúa un trabajo impecable en cuanto a la locación y época en la que sitúa su historia. Entonces, esto transforma la novela del autor como en una base bastante sólida para la enseñanza de la época barroca y un aprendizaje placentero para aquellos estudiantes que deseen saber más sobre la época.