El Deporte Como Tratamiento Del Asma
El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias relativamente común en nuestra sociedad. Cursa con una obstrucción al flujo aéreo que puede dificultar la práctica deportiva. Debido a esto, es habitual que pacientes con asma mal controlada dejen de hacer deporte. La actividad física en general es, de hecho, beneficiosa y necesaria para los pacientes asmáticos. En este artículo veremos qué papel tiene el deporte en el tratamiento de la enfermedad.
¿Qué es el asma?
El asma bronquial es una enfermedad del sistema respiratorio que se caracteriza por una inflamación y obstrucción variable al flujo aéreo, además de una hiperreactividad bronquial. Un estímulo como respirar en un ambiente frío, determinados alimentos, alérgenos del ambiente o incluso el deporte pueden provocar una broncoconstricción exagerada en los pacientes asmáticos.
Esta respuesta exagerada provocará la secreción de sustancias inflamatorias a nuestros bronquios. La inflamación de la pared bronquial, junto a la presencia de mayores cantidades de moco, determinarán una obstrucción al paso del aire, por lo que estos pacientes en muchos casos, cuando padecen una crisis asmática, se encuentran sin respiración. Cuando la enfermedad se cronifica, se altera la pared de los bronquios y el daño puede hacerse irreversible.
Síntomas del asma
Los principales síntomas del asma son consecuencia de la obstrucción al flujo de aire y la mayor secreción de moco. Destacan los siguientes:
- Disnea o sensación de falta de aire.
- Sibilancias respiratorias o ‘pitos’ al respirar.
- Opresión torácica.
- Tos seca e improductiva de forma crónica, con predominio matutino.
Tratamiento del asma
El tratamiento del asma es complejo, está escalonado en niveles en función de la gravedad de la enfermedad e incluye, además de las medidas higiénico-dietéticas (entre ellas el deporte), una gran variedad de fármacos.
Tratamiento farmacológico
Como todos sabemos, los enfermos con asma deben contar con inhaladores por si sufren alguna crisis asmática. Para estos casos se utilizan unos medicamentos llamados agonistas beta adrenergénicos, que producen una dilatación de los bronquios y permiten respirar al paciente durante la crisis. Un ejemplo muy conocido de este tipo de medicamentos es el Ventolín o salbutamol.
Sin embargo, este es en realidad el tratamiento de rescate, que es único en los casos de asma leve. En asmas más graves el tratamiento de rescate debe ir acompañado de un corticoide inhalado que se utiliza de forma crónica y se debe tomar todos los días.
Tratamiento higiénico-dietético
En este apartado cobra una importancia crucial el deporte. Junto a él, medidas como el abandono del tabaco o la fisioterapia respiratoria pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes con asma tanto de forma directa como de forma indirecta. Además, reduce el número de crisis y puede permitir que los pacientes necesiten tomar menos medicación. Vamos a enumerar las formas en las que el deporte beneficiaría a los pacientes con asma:
En el caso de los pacientes que tienen sobrepeso u obesidad, el deporte puede, junto a una dieta equilibrada, ayudar a la reducción de peso y disminuir la obstrucción al flujo aéreo en las vías respiratorias superiores.
El ejercicio físico, tanto aeróbico como de fuerza, ayuda a fortalecer la musculatura pectoral y abdominal, que participan directamente en la respiración. Por lo tanto, disminuye la sintomatología y reduce el número de crisis.
La práctica habitual de deporte mejora el sistema endócrino del deportista. En relación con esto, practicar deporte también libera sustancias que reducen la inflamación, por lo que disminuye la obstrucción al flujo aéreo.
Asma relacionada con ejercicio: ¿puedo practicar deporte?
Existe un tipo concreto de asma que está relacionada con el ejercicio físico. Es decir, los bronquios reaccionan de forma exagerada estrechándose cuando comenzamos a practicar deporte. Debemos saber que en todas las personas existe una broncoconstricción fisiológica y transitoria cuando empieza la actividad, pero a los pocos minutos se nos pasa y comienza la broncodilatación.
En este tipo de pacientes no solo no se revierte la broncoconstricción, sino que esta se produce de forma exagerada, limitando en gran medida la práctica deportiva. Cabe destacar que todos los tipos de asma pueden sufrir una exacerbación de sus síntomas con la práctica de actividad física, pero en este tipo en concreto es muy grave y limitante si no está controlada.
El control de la enfermedad es muy sencillo, pero necesita que el paciente tenga consciencia de enfermedad y de que está en una situación anormal y acuda al neumólogo para que confirme el diagnóstico. Es tan sencillo como el tratamiento que se recomienda a todos los pacientes asmáticos al practicar ejercicio: inhalar dos o tres dosis de nuestra medicación de rescate, normalmente Ventolín, media hora antes de iniciar la actividad física.