El Desarrollo De La Ciudad Y El Urbanismo
En la actualidad, el modelo genérico de las ciudades se basa en una inmensa masa de concreto, dónde la ciudadanía se ve tomada como la menor de las preocupaciones; dando así una prioridad inmensa a las empresas y los vehículos. Sin embargo, ¿Acaso nadie se ha puesto a pensar en el usuario principal de las ciudades? Por supuesto, el ser humano; puesto que ninguno de los dos factores prioritarios a la hora de la planificación de las ciudades podría existir sin él, aunque no se le da la importancia que se le debería. Si bien, de acuerdo a Borja J. (2015), el urbanismo está vinculando a la ordenación de la ciudad ya existente y el desarrollo de la misma; se necesita que éste tenga un enfoque en el ciudadano que habita en ésta; por lo que hay que reflexionar acerca de las actividades que se realizan en la misma y el vinculo entre el individuo que la habita. Asimismo, el ser humano junto con sus actividades, siempre se encuentra en contaste cambio y éstas son dependientes del contexto o sitio en el que se encuentra; el urbanismo tampoco es y no puede ser estático, sino que también debe de estar adaptándose a las distintas situaciones que enfrenta cada ciudad. Como pueden ser: los avances tecnológicos, cambios políticos, problemáticas ambientales, entre otros. El urbanismo es una práctica que interviene en los territorios, no es una técnica, sino mucho más. Al ser el urbanismo una profesión que impacta a la ciudadanía, Borja (2015) nos menciona que tiene ciertos fundamentos que parten de los siguientes dos principios: El primero, la ciudad debe garantizar a todos los individuos por igual el acceso a bienes y servicios comunes. Y como segundo, contribuir a todas las transformaciones (ya sean sociales, económicas, culturales o políticas) con el fin de que el anterior sea efectivo.
Por el contrario, pareciera que dichos principios solo fueran tomados para ser tirados a la basura. Puesto que ninguno de ellos es puesto en práctica y son justificados con excusas como “el cliente lo desea así”, ¿y qué es lo que generalmente un cliente desea? El tener un paisaje urbano a ciudades primermundistas, como lo son Estados Unidos o China, sin darse cuenta de que no todo diseño urbano es igual a otro; si bien los procesos tecnológicos, culturales y económicos pueden ser de alcance global, el urbanismo es local, pues cada ciudad cuenta con características específicas tanto naturales como sociales.
En fin, existen muchísimos antecedentes acerca de las problemática existente, además de argumentos teóricos que se han propuesto con anterioridad de parte de urbanistas, arquitectos e ingenieros con mucha experiencia en el campo. Sin embargo, ¿existe algún movimiento ya aplicado? ¿Hay nuevas técnicas o propuestas para mejorar las ciudades? La respuesta es sí, si las hay y es el punto principal de éste trabajo: Los nuevos movimientos de urbanismo para crear una ciudad hecha y derecha para el ciudadano. En este caso se dará un enfoque a dos, llamados “Nuevo Urbanismo” o “Urbanismo para Humanos”, y “Urbanismo Táctico”, que si bien son similares; pueden considerarse como complementarios que llegan a un objetivo en común, que es el priorizar al usuario para el uso de sus ciudades y no a lo económico o industrial.
Según Hacer Ciudad (2019), el llamado “Nuevo Urbanismo” propone una ciudad equilibrada en donde los factores sociales, naturales y económicos se toman en un mismo nivel de importancia, además de tomar las necesidades fisiológicas y psicológicas del ser humano como el punto de partida para el diseño urbano, por eso mismo también se le llama “Urbanismo para Humanos”. Dentro del mismo se establecen diez líneas de acción, oponiéndose totalmente a los modelos tradicionales de ver el espacio urbano como un negocio. Fueron creados para ser utilizados en proyectos de cualquier escala, desde un edificio hasta toda una ciudad.
El primero de ellos es “Urbanismo caminable”, o en inglés, “Walkable Urbanism” que si no es el principal, es uno de los más importantes, que habla acerca del desarrollo de infraestructura dirigida a priorizar la movilidad peatonal. Puesto que todos somos peatones y a pesar de que existen los transportes públicos o su respectivo automóvil, todos o al menos la mayoría, tenemos la capacidad de caminar y es una acción inherente de nosotros.
Como segundo principio se tiene “Ciudad Diversa”, que consiste en que el diseño de una ciudad no sea enfocado en una sola parte de la población ya sea de un grupo racial o nivel económico; ya que toda la ciudad no es una población que vive en una misma situación o que tiene los mismas oportunidades, pues cada ciudadano es distinto. En “Uso Mixto” se puede resumir en dejar atrás el uso de la técnica de zonificación como distribución de una ciudad, sino que esta mezcle todo lo que se ofrece desde tiendas, oficinas, apartamentos y casas como una sola zona y no dividir cada zona para un uso en específico. En el caso de “Sostenibilidad”, como el mismo nombre lo dice, que sea capaz de desarrollarse por sí misma con sus recursos. El quinto principio, “Accesibilidad”, que como su nombre lo dice, trata de hacer que toda la ciudad facilite el acceso a toda infraestructura para todas las personas.
En cuanto al sexto y séptimo, “Calidad de Diseño” y “Estructura Pública de Barrio” respectivamente, consideran que la infraestructura sea bien planeada y diseñada, que no solo sea hecha para solucionar un problema, sino que sean considerados símbolos y que tengan un significado e identidad. Los 2 penúltimos son: “Ciudad Compacta”, que plantea el crecimiento hacia arriba y no a la extensión del territorio; “Movilidad Amable”, fomenta el uso de transportes de cero emisiones, como las bicis, patines, scooters, y sobre todo el caminar como medio de transporte esencial. Y por último, el quizá más importante es el número 10: “Diseño Participativo” que, en pocas palabras plantea que el diseñador o urbanista ya no se enfoca en lo estético, sino que ahora también debe de darle importancia a los factores políticos, sociales, económicos y ambiental para que la ciudad logre integrarse a un todo.
Por otro lado tenemos el famoso “Urbanismo táctico”, modelo que ha tomado popularidad en la actualidad y ha tenido ya varias intervenciones en distintas ciudades como: Nueva York, que en se centró en un cambio en el Time Square, convirtiendo una zona de mucho tráfico vehicular en un área peatonal; y en Ciudad de México, centrado en la calle Madero, también convertido en un corredor peatonal. En la mayoría, sino en todos los casos, trata de cumplir un mismo objetivo, que es el mejorar la experiencia de las personas al estar en espacios públicos.
Razu D. (2019), nos explica que este urbanismo táctico aporta tres ventajas para las ciudades, las cuales explica con ejemplos en los que ésta técnica ya ha sido implementada; dos fueron ya mencionados anteriormente y agregan los parklets de San Francisco. Estas ventajas son las siguientes:
El bajo costo en su ejecución (fase experimental) en sus proyectos. En todos los casos, el costo de las instalaciones fue mínimo; en el caso de Nueva York fueron el agregar mobiliario plegable que la gente fue utilizando de forma espontánea; en la calle Madero solo se utilizaron señalizaciones y agentes de tránsito para guiar a vehículos a guías alternas; y por último, en San Francisco solo fueron estructuras con acabados mínimos. Toda propuesta planteada actúa con soluciones baratas y rápidas creadas por personas creativas de la ciudad.
Velocidad de ejecución. Ya que estos cambios son a pequeña escala y con el fin de analizar el comportamiento de las personas ante la implementación de zonas para peatones en breves lapsos de tiempo; con el fin de confirmar si tendrán resultados favorables y mejorarlas. Así son adaptables a la vida que tienen las personas en esas ciudades y causan mayor atención en ellas.
Lógica horizontal y comunitaria. Pues los modelos planteados tienen el objetivo primordial es la participación ciudadana; para que la comunidad logre apropiarse de todas las instalaciones. Por ello, la mayoría de estos movimientos son iniciados por los mismos habitantes de la comunidad y no por instituciones del gobierno.
Claramente, no todas las personas estarán de acuerdo en las modificaciones de espacios generalmente utilizados para otras actividades o que generaban beneficio de otra forma para ellos. Sin embargo, la lógica de este tipo de urbanismo es que si el proyecto propuesto resulta beneficioso para la comunidad; se hace más viable la opción de afrontar esos rechazos para lograr la integración y hacer más probable ser implementado a mayor escala.
Al ya tener una idea más desarrollada acerca de la existencia de estos movimientos urbanos, se puede apreciar que a pesar de estar en una fase experimental o inicial, puede destacarse el hecho de que han sido aceptadas por las comunidades en donde se han implementado. Cabe destacar que la mayor de parte de las soluciones propuestas empiezan por un ciudadano, habitante de la ciudad, y no por personas profesionales o importantes en ámbitos políticos o gubernamentales.
Voy a tomar como ejemplo un proyecto realizado en un espacio público Santo Domingo Este, el cual consistió en rehabilitar un parque, donde los jóvenes se dedican al deporte. Sin embargo, en lugar de que normalmente las intervenciones son realizadas por constructores, arquitectos, etc., el propósito fue que los cambios fueran realizados por los usuarios, dando así una mayor sensación de que el parque realmente está hecho para ellos.
Este proyecto está titulado como “Plazas de Bolsillo”, y su director, Pablo Fuentes, lo explica de la siguiente manera: “Son una intervención de rápida ejecución y bajo costo, pero de alto impacto, que busca recuperar esos terrenos baldíos y que no tiene un proyecto en el corto plazo, para ocuparlo y entregarlo a las comunidades durante un periodo determinado, con la característica de ser transitorios o temporales.” Los habitantes de esa zona, explican que consideran ese parque importante para ellos porque existe mucha delincuencia, delincuencia que influencia a los jóvenes como modo de salir adelante; sin embargo, lo que ciertas personas hacen es promover la práctica del deporte, para que así tengan una actividad sana en la cual distraerse. Asimismo, para ello se necesita un área donde puedan practicarlos y que tenga buenas condiciones.
Pablo Fuentes fue quién tomó este caso e inició a poner en marcha su proyecto, comenzando con integrar al gobierno con la comunidad, realizando eventos donde se les preguntara directamente lo que querían en el espacio. Puesto que las autoridades gubernamentales no están en constante contacto con las zonas, el ciudadano es el que sabe los problemas que se enfrentan y las oportunidades que existen para mejorar.
Todas estas ideas fueron tomadas y se buscó la manera de proyectarlas en la zona; sin embargo, la participación de la comunidad no paró en ese punto, sino que ellas también fueron los que aplicaron y contribuyeron en ese proceso de aplicación. Un ejemplo de esta participación es la cancha y la barda, en ambos casos, los habitantes fueron los que la pintaron y decoraron a su gusto, además de ayudar al plantar árboles y plantas, pues una de las señoras explica que siempre hacía el intento de poner sus plantas en esos terrenos y poder convertirlos en un “pulmón” del entorno. El mobiliario que agregaron fueron ciertas estructuras y juegos hechos con madera, que resultan económicos, de fácil uso y relevantes para los jóvenes y niños.
Pablo concluye con lo siguiente: “Creemos que este tipo de intervenciones permiten que las personas que viven en un mismo lugar se reúnan, se reconozcan y permitan crear esa conciencia, primero entre las personas y luego con las personas de instituciones; para que las instituciones públicas y privadas hagan un esfuerzo para multiplicar estas acciones.” Este proyecto me pareció sumamente interesante porque no es muy similar a los ejemplos que se mencionaron anteriormente, pues a diferencia de ellos, realmente integran y fomentan la participación de la comunidad, a la que estaba dirigida, en la “construcción” de esa área y la búsqueda de reconocimiento con instituciones mayores que podrían efectuar este tipo de proyectos a mayor escala.
Como lo hemos visto, existen variados métodos que buscan el cambio en la prioridad que se le da en infraestructura a los vehículos en las ciudades, por lo que los modelos convencionales de urbanismo en las ciudades han quedado totalmente obsoletos. Modelos que buscan una expansión territorial y desarrollo empresarial, dejando así un paisaje de infinidad de edificios y espacios públicos que son poco utilizados por los habitantes de ellas, que genera un costo de mantenimiento a zonas que no son ocupadas. Por ello estas nuevas alternativas son capaces de ofrecer mejores condiciones para las ciudades tanto en cuestión ambiental como en la convivencia de las personas, además de ser modelos adaptables a cada contexto en el que se desean desarrollar.